El otro día andaba por casa muy cachondo cuando se me ocurrió tomar prestada las bragas usadas de mi hermana mayor para hacerme una paja. Había escuchado que mucha gente lo hacía sobretodo mis colegas. Fui al cesto de la ropa sucia y saqué un par de bragas que me llevé a mi habitación y comencé a olerlas mientras que me tocaba la polla. El olor era increíble y me dejaba en extasis. Tal fue el éxtasis que no oí a mi hermana entrar.
- Nene has visto… – dijo mientras me veía rodeado de su bragas en la cama, menos mal que me había dado tiempo a taparme.
Se acercó lentamente a la cama mientras que analizaba la situación, “ ¿Qué hacía su hermano con sus bragas sucias?,” hasta que viendo el calor que hacía y estaba tapado hasta la cabeza con la colcha ató cabos y tiró de la manta descubriendo mi polla totalmente erecta.
- Pero… qué demonios… – me estaba echando una bronca pero no paraba de mirar mi polla erecta totalmente erecta – ¿ te estabas masturbando con mis bragas usadas?.
- Si – dije algo avergonzado pero mi hermana en vez de seguir broqueandome con la mirada fija en mi polla, se sentó en la cama junto a mí y comenzó a cogerla y a mover me la de arriba abajo.
- Déjame que te ayude – dijo con voz sensual. No me lo podía creer mi hermana mayor me estaba pajeando y no se le daba mal a la chica.
Yo aproveché para tocarle los pechos, esos pechos tan grandes que tiene, ella sonrió y me miró fijamente.
- Quieres que me quite la camiseta? – dijo con su voz sensual otra vez.
- Si – creo que dije o solo moví mi cabeza el caso es que soltando momentáneamente mi polla se quitó la camiseta que llevaba y me mostró su blanco sujetador.
- Algo más? – dijo ella sonriendo.
- Todo – dije yo guiado por mi excitación, ella se rió y se quitó las mallas grises que llevaba quedandose en tanga y sujetador.
- Todo – repetí yo, pero sonrió únicamente.
- No seas impaciente – dijo ella.
Se subió a la cama y pasando una pierna por encima mío se sentó encima de mí con su coño sobre mi polla y sus pechos a la altura de mi cara.
- ¿ me ayudas? – dijo ella recogiéndose su hermosa melena en una cola con una mano.
- Vale, acércate – le dije. Ella metio mi cabeza en sus enormes pechos mientras que yo le desabrochaba el sujetador. Una vez soltado el sujetador ella se lo quitó y empezó a guiar un pecho y otro hacia mi boca para que lo chupara, pero me lo quitaba para ponerme otro.
- Te gusta, hermanito – dijo ella mostrándome sus hermosos pechos.- mira lo que tengo entre mis piernas. – miré y era mi polla junto a su coñito separados por una tela, la tela de su tanga.
- Anda come – dijo mientras me metía uno de su pechos en mi boca y con su mano derecha cogía mi polla para moverla de arriba abajo aumentando mi excitación.
Luego bajó para meter mi polla entre sus pechos haciéndome una cuba, yo le cogía su hermoso y redondo culo mientras.
No sé quién estaba más cachondo si ella o yo pero el caso es que me pidió que me tumbara y se quitó el tanga quedandose totalmente desnuda ante mí.
- Toma esto está recién salido de mi coño, para que veas como me has puesto – dijo tirándome su tanga a la cara, el cual comencé a oler, ella mientras comenzó a lamer mi polla y a metérsela poco a poco dentro de su boca.
Veía a mi hermana comiéndome la polla mientras olía el coño de ella en mi nariz, estaba muy cachondo y ella también lo estaba solamente había que ver como se metía mi polla en la boca, la degustaba y la sacaba, en repetidas ocasiones , haciendo desaparecer toda piel de esta dentro de su boca. Su calentón iba en aumento al igual que el mío la velocidad en con la cual me comía la polla era indicio de que quería algo más y no era que me corriera al contrario. Dejó de comerme la polla y me miró a los ojos abriendo sus piernas sobre mi polla la introdujo dentro de su coño y comenzó a cabalgarme yo la tomaba de las caderas para que mi polla ahondará más en su coño. Ella gritaba y gritaba y gritaba.
- Si si si si si – es lo único que le escuchaba decir … hasta que dijo – atrás.
No entendí lo que dijo pero cuando se levantó y se puso a cuatro patas sobre mi cama lo entendí. Puse mi polla en su ano y comencé a metersela golpeando fuertes embestidas como era lo que me pedía hasta que fui a correrme , para que lo hice encima de su trasero y el semen corrio por su espalda cayendo por su costado izquierdo. Caí rendido , ella igual recogió sus bragas menos la que se acaba de quitar que me la dio de recuerdo, aún la guardo.
Mi hermana y yo follamos más veces, todas la que nos apetecía incluso invitanos agente pero eso es otro relato.
pero que rico yo también hacia eso con las tangas de mi hermana y me corría en ellas pero no follamos