Mientras sacó mi herramienta de mi bóxer negro y comenzó a lamerla, su lengua jugueteaba con mi verga, solo sacó la boca un segundo y me dijo: Acabá tranquilo me la trago toda, esto me excitó mucho, a los pocos minutos acabé de lo excitado que estaba y ella cumplió su promesa, seguí acariciándola, saqué mi pija y como un inconsciente, sin forro, le bajé la bombacha y se la metí.
Esto me sucedió este año, soy un profesor de inglés en Buenos Aires, Argentina, trabajo en varios institutos dando clases en la ciudad, por lo cual conozco a mucha gente aunque nunca había tendió la posibilidad de experimentar nada con una jefa, si con alumnas por suerte, pero esa es otra historia.
La jefa del instituto en cuestión se llama Sandra, una bella mujer de 39 años, morocha, con culo y tetas impresionantes, pero la verdad es que me había fijado muy poco en ella porque siempre la relación fue formal, además tengo una excelente relación con mi novia.
Sucedió que cierto día del mes de mayo, a pesar de la época todavía hacía calor en Bs As, tenía que verla a Sandra, mi jefa, en su oficina, eran las 19 hs y debía entregarle el informe mensual de clases…
Me llamó la atención que ese día su pollera era excesivamente corta, ella siempre vestía pantalones o polleras largas y además no llevaba medias lo cual atrajo mi mirada, me pidió que no me sentara en el escritorio ya que tenía muchos papeles y textos que arreglar, por lo que se sentó en uno de los sillones y yo frente a ella en el otro…
Me pidió que le hiciera el informe semanal de las clases como lo hacía habitualmente, yo empecé a hablar, pero comencé a mirarle la entrepierna, y llegué a divisar el triangulito violeta de su bombacha, aunque con esfuerzo por no desconcentrarme de lo que le estaba contando.
Ella hizo un par de preguntas y al mismo tiempo abrió más las piernas dándome un panorama más amplio de su ropa interior, pude notar que su prenda de color violeta tenía dibujitos de unas pequeñas brujitas de color blanco, hacía esfuerzos por no desconcentrarme pero seguía hablando…
Ella sonrió levemente, mi erección se fue incrementando hasta no poder disimularla más, no aguanté y le dije:
-Sandra, ¡que bombachita te pusiste! ¡No puedo parar de mirarte! ¡Se te ve súper deliciosa!
Ella se rió, me tomó de la mano y me dijo.
-Estoy más aliviada, al menos vos lo notaste, el sábado cumplí 15 años de casada y la compré para celebrar con mi marido, y él ni me dio bola, me dijo que se tenía que ir a cerrar un negocio, ¡mentira! se que sale con su secretaria.
Comenzó a desabrocharme el pantalón y me dijo.
-Soy una boluda, te tengo acá y nunca hago nada y él me llena de cuernos, esto es injusto…
Mientras sacó mi herramienta de mi bóxer negro y comenzó a lamerla, su lengua jugueteaba con mi verga, solo sacó la boca un segundo y me dijo:
-Acabá tranquilo me la trago toda, esto me excitó mucho, ya que es algo que mi novia no le gusta hacer, mientras le acariciaba su pelo…
A los pocos minutos acabé de lo excitado que estaba y ella cumplió su promesa, seguí acariciándola, saqué mi pija y como un inconsciente, sin forro, le bajé la bombacha y se la metí…
Nooo…ooo haaaa..yyy proooo..bleeee..mmm..aaa, me dijo ella entre gemidos entrecortados, estoy ovuuuu..laaaa…ndoooooooo, sentí el calorcito de sus tres orgasmos, su vagina comprimía mi falo como queriendo sacarme hasta la última gota, hasta que, de tanta calidez de su labios vaginales, finalmente acabé y le llené la conchita con mi abundante lechita cremosa y caliente…
Nos quedamos en el piso ahí un buen rato fumando un par de cigarrillos, y por qué no, chupando sus hermosas tetas y acariciando su más que hermoso culito lo que produjo que mi falo se pusiera otra vez con ganas de guerra… ella lo notó y….pero eso es tema para otro relato.
Autor: Cocotero
Buena Historia