PRIMERA PARTE
Muchas chicas me dicen que como he aprendido a hacer el amor tan bien, como se dar tanto placer. Eso es mi secreto, un secreto que os revelare ahora.
Tenía yo 14 años y mi hermana los 15 cumplidos. Nosotros siempre nos hemos llevado muy bien, no lo contábamos todo y hasta hacia un par de años hasta no bañábamos juntos.
Un dia mi hermana me conto que un chico la había besado y que ella le respondió también, pero que al poco tiempo del beso las manos del chico empezaron a introducirse por debajo de su camiseta. A ella le gusto, hasta que el chico hizo que sus pechos salieran de su sujetador y se las froto. Mi hermana tenía miedo, le dio vergüenza por que no había echo eso nunca con nadie y salió corriendo. Yo le pregunte si le gusta que le tentaron las tetas y ella me contesto que si.
- Te enfadarías si lo ago yo- le dije un poco temeroso.
- Has tentado algunas?- me pregunto ella.
- No.
Sonrió y me cogió de la mano llevándome a su habitación. Estábamos solos en la casa. Ella se desnudó rápidamente. Su cuerpo era perfecto, pechos medianos, grandes pezones, nada de barriguita, su coño estaba depilado del todo y además tenía un culo redondo respigón y apetecible. Yo también me desnude, mi polla esta erecta. Aún que nos habíamos bañado muchas veces juntos y no hacia tanto, su cuerpo había cambiado y era todo una mujer.
Nos sentemos en la cama y lla me volvió a coger la mano llevándosela hasta su pecho. Fue una sensación extraña y placentera. Yo mene mi mano mientras mis ojos estaban fijos en sus pezones. Los acaricie una y otra vez. Ella puso su mano en mi polla.
- Sí que te ha crecido hermanito- me dijo entre una ligera sonrisa.
Empezó a acariciármela. Me gustaba sentir la mano de mi hermana en mi polla, pero no era lo que yo esperaba, pues cuando yo me masturbaba sentía más placer.
En esos momentos se abrió la puerta y apareció nuestra madre. No la habíamos sentido llegar. Rápidamente apartemos nuestras manos y nos cubrimos nuestras partes con un sentimiento de vergüenza extremo. Mi madre sonrió.
- Me imagino que los dos estáis empezando a experimentar- nos dijo tranquilamente.
Nuestra sorpresa fue grandísima al ver que no se enfadaba y nos preguntaba eso. Los dos asentimos con la cabeza.
- Llevo un rato mirando ros por detrás de la puerta, veo que no tenéis ni idea de cómo tratar a una chica ni tú a un chico.- volvió a decir tranquilamente.
Se aproximó a nosotros y me cogió la mano volviéndola a poner en el pecho de mi hermana.
- Hazlo suavemente, y luego utiliza las yemas de los dedos para acariciarle el pezón.
Así lo haba haciendo con la mano de mi madre guiándome. Entonces fue cuando sentí por primera vez gemir a mi hermana, le estaba dando placer.
- Ahora bésale el cuello con suavidad mientras que con la otra mano pásala por sus piernas.
Lo hice. Mi lengua lamio su cuello y mi otra mano sintió el calor del coño de mi hermana en ella. Lo tenía húmedo y mi dedo lo abrió con facilidad. La mano de mi madre se posó sobre la mía y sin darme cuenta, nuestros dos dedos juntos entraron en el coño de mi hermana. Ahora mi hermana se dejó caer en la cama y gemía y gemía de placer, mi madre y yo la estábamos masturbando al mismo tiempo.
- Ahora , sin sacar el dedo lámele el coño- me dijo.
Me incline y lo hice. Mi lengua encontró su clítoris y la pase dos veces.
- Espera, lo haces mal, fíjate.
Me aparte y mi madre se inclinó entre las piernas de mi hermana, su lengua apareció y recorrió todo su coño, hasta llegar a su clítoris donde lo lamiÓ con fuerza. Me hermana se retorcía de placer. Me miro y mi madre y con la cabeza me hizo una señal para que lo hiciera yo. Fue una sensación increíble abrirle el coño a mi hermana con mi lengua y notar como ella se corría.
- Ahora tiende tu- dijo mi madre al ver que mi hermana había tenido su orgasmo.
Me deje caer y cerré los ojos. Sentí a mi adre decirle a mi hermana que mirase como se hace. Y al segundo note como su boca recorría mi polla. Sus labios la recorrieron en un van ven . Mi polla entraba y salía de su boca a su merce.. mi hermana hizo lo mismo. Tras unos minutos no distinguía de quien era la boca. pues se la iban pasando una a la otra dándome placer extremo. Creo que jamás nadie me ha hecho una mamada como esa.
Alargue la mana y tente los pechos de mi madre. Ella los tenía grandes. La mire y ella sonreía mientras mi polla seguía en su boca….
Lee aquí la segunda parte de «Mi Madre nos enseño como hacer sexo«