Hola a todos, soy asidua lectora de esta página. Por fin me decido a escribir unos sucesos que me ocurrieron hace dos semanas.
Me llamo Rocío, soy morena, no muy alta, de cuerpo normalita, unos senos redonditos y bien puestos propios de una chica de 19 años, piernas bien definidas ya que suelo salir a correr algunos días y me conservo bien. Soy lesbiana desde hace 3 años descubrí que me llamaban más las chicas. Tengo una hermana menor que yo, tiene 18 años, es totalmente diferente a mi, ella es rubia, un poco más alta que yo y un cuerpo espectacular para su edad, es ya toda una mujer con sus curvas bien definidas, unos senos muy bonitos, un culo precioso y unas piernas tan bien muy bonitas y unos pies muy cuidados que ella luce siempre que puede con sus sandalias y sus chanclas.
Vivimos en un pueblo muy grande de España es de interior así que nos tenemos que conformar con la piscina porque hace mucho calor, aunque más nos gustaría ir a la playa. Mi casa es grande con jardín y piscina. Mi padre siempre esta trabajando su trabajo requiere mucho tiempo así que nunca está en casa, mi madre no trabaja se dedica a las tareas del hogar, pero ahora en verano suele ir a las piscina publica con sus amigas con lo que solemos estar mi hermana y yo en casa solas estudiando y leyendo, de vez en cuando también hacemos una fiestecilla con nuestras amigas en plan botellón en nuestra piscina, lo pasamos muy bien.
Desde hace dos años hasta ahora me vengo fijando mucho en mi hermana me atrae mucho físicamente es muy bonita como dije antes. Ella en verano siempre lleva vestidos muy por encima de la rodilla y como hace mucho calor no solemos llevar sujetador para estar por casa, nos agobia muchísimo y a veces solo el vestido. Ella es muy despreocupada y raro es el día que en un descuido no averiguo el color de su ropa interior yo me excito muchísimo solo de pensarlo. Nos llevamos muy bien y nos contamos todo lo que nos ocurre lo que pasa que este año he estudiado fuera y hemos perdido un poco de confianza.
Muchos días nos ponemos juntas a ver la tele una en cada sofá y ella se suele quedar dormida y como se mueve mucho cuando está dormida acaba con el vestido por encima de su culito y me deja ver su tanguita yo me excito muchísimo y a veces me masturbo allí delante de ella, cuando se pone boca arriba pongo el aire acondicionado a tope y con el frío se le ponen los pezones rositas tan bonitos que tiene para arriba, me entran unas ganas de subirle el vestido y saborearlos…. pero nunca me atrevido a decirle nada por miedo a que me rechace y pasar mucha vergüenza.
Hace 3 semanas sufrí un resbalón y me hice un esguince así que me escayolaron y con muletas, tenía a mi hermanita casi como mi criada. Recuerdo un que un día nos pusimos a ver una película, obviamente la puso ella que estaba más ágil que yo y como el dvd estaba en el mueble de la tv abajo del todo se tuvo que agachar, se puso de rodillas y le dio al botón de encender, pero estaba apagado, se colocó boca abajo para alargar la mano y buscar donde estaba el enchufe, cuando hizo todo eso puso el culo en pompa y el vestido que era muy fino se le subió dejando al descubierto su precioso tanga, era blanco súper pequeño y la tira que se mete en la rajita del culito era muy fina y transparente con lo cual vi ese agujerito súper rojo, seguro que no hace mucho había estado tocándose ahí, yo me moría de ganas por meter ahí mi lengua y degustarlo y oler esos aromas.
Otro día salimos al jardín cada uno con una hamaca a leer ya que había una sombra debajo de un árbol que teníamos que era muy acogedora. Al igual que yo se descalzó y nos pusimos a leer, ella tenía un vestidito azul con los tirantes muy finos, al apoyarse en el reposa brazos de la hamaca se le fue cayendo el tirante, pero ella continuó leyendo al igual que yo, aunque yo no perdía detalle de sus movimientos, de repente se inclinó hacia delante para rascarse el tobillo y pude ver su pezón rosadito que tanto me gusta, a continuación se dio
cuenta del tirante y lo puso otra vez bien como si nada hubiera pasado.
A los diez minutos yo dije que hacía mucho calor y separé las piernas y me subí un poco el vestido y se me podía ver mi tanga verde, ella miró y dijo que era verdad e hizo lo mismo, sin fijarme continué leyendo y al pasar unos minutos vi que tenía las piernas más separadas que yo y una flexionada, con lo cual me fijé en su mini tanga color rosita claro, era tan pequeño que en la parte superior se le salían unos cuantos pelitos rubios, poco después sonó su teléfono móvil, se recostó todo lo atrás que podía la hamaca y flexionó las dos rodillas con lo cual vi como se transparentaba su rajita y como su hilo se le metía por todo el culito era una vista muy bonita y estuvo así bastante rato.
Al día siguiente tan bien salimos a nuestras hamacas a leer y la situación no fue muy diferente, ella llevaba un tanga chiquito lo pude observar por las transparencias del vestido y más tarde lo pude comprobar al natural. Se sentó y puso las piernas un poco abiertas cual fue mi sorpresa cuando miré y al ser el tanga tan chiquito se le había movido un poco quedando a la vista un labio de su coñito todo depiladito, me quedé un rato hipnotizada por semejante visión. Otro día después llovió mucho y no pudimos salir a leer así que yo me puse a ver la tele y ella se fue a duchar. Yo estaba viendo una película cuando ella salió de la ducha con su bata blanca, descalza y su pelo rubio mojado suelto, estaba preciosa. Cuando salía de la ducha yo me excitaba muchísimo solo con mirarla y desnudarla con la vista. Vi que en las manos traía un pintauñas, no me creía lo que mis ojos iban a ver, se iba a pintar las uñas de los pies delante de mí y en el salón yo estaba muy contenta, imaginé que como se acababa de duchar y venia en bata no traería ropa interior.
Tenía unos pies preciosos a mi me gustaban más las uñas sin pintar, pero ella a menudo se las pintaba, con lo cual ella sentada subió el pie derecho al sofá, os podéis imaginar, quedó todo su coñito al descubierto, me encantaba mirarlo estaba todo depiladito menos la parte de arriba que tenía un triángulo bastante grande bien definido. Después de mirar su coñito bastante rato, no contenta con eso le pedí que por favor me pusiera otra película que esa no era muy buena a lo cual ella accedió sin problema cogiendo la caja donde las guardábamos, en ella habría 30 dvds o así y poniéndose en cuclillas cerca del dvd y con las piernas abiertas, me fue diciendo todos los nombres de las películas ni que decir a mi no me importaban las películas solo disfrutar viéndola en esa posición.
Al estar así bastante abierta de piernas, los labios estaban un poco separados y vi toda su vagina, estaba muy roja también seguro que se había estado tocando en la ducha, al fin le dije el nombre de una película la puso y se fue a la cocina. Yo me fijé porque desde donde estaba se veía la cocina y vi que cogía algo de la nevera sin ver lo que era, ella subió las escaleras hacia su habitación. Yo continué viendo la película otro rato más, pero la intriga de que haría mi hermana en la habitación no me dejaba concentrarme en la película.
Fui subiendo las escaleras poco a poco y cuando llegué a la puerta de la habitación de mi hermana entré sin llamar ya que teníamos esa confianza, ella estaba con un tanga amarillo y un sujetador blanco con una revista en la mano y súper roja de cara no se que le pasaría, sería del calor de la ducha, yo si noté que por la parte de adelante su tanga estaba como manchado como si estuviera húmedo, pero no le di importancia.
Estuvimos hablando por lo menos 15 minutos de cosas que nos habían pasado el fin de semana de fiesta y después de todo eso me dijo perdona un momento hermanita ahora seguimos hablando y quitándose el tanga se puso a 4 patas encima de la cama, mis ojos no daban crédito a lo que veían tenía un pepino enorme metido en su culo y un hilo colgando de su coñito, poco a poco con algún gemido sacó su pepino y pude ver todo su culo súper abierto y muy rojo, parecía increíble que todo aquello hubiera entrado en el culito de mi hermanita, no era muy largo 12 ó 14 cm., pero era súper gordo como un botellín de cerveza para
que se hagan una idea, pero la cosa no acabó, ahí tirando del hilo pequeñito muy despacito empezaron a salir 5 bolas chinas que tenía metidas dentro y la verdad tampoco eran tan pequeñas, pero no tan grandes como el pepino, se pueden imaginar la cara que puse viendo todo esto delante de mis narices, no me lo creía.
Todo el rato que había estado hablando conmigo tenía todo eso ahí metido, me dijo que le gustaba muchísimo sentirse con esas cosas dentro, pero que esta vez se había pasado un poco y que el pepino había sido muy grande que le dolía un poco el culito, se puso boca arriba y me pidió por favor que mirara haber si había tenido algún desgarro, yo como buena hermana lo hice, separé los glúteos y allí estaba ese precioso agujerito súper rojo y muy dilatado no vi nada así que ya no me pude aguantar y metí allí mi lengua y comencé a chupar todo aquello que tanto deseaba, parecía disfrutar al igual que yo, así que seguimos un buen rato. Después de 5 minutos me dijo ahora te toca disfrutar a ti, así que te voy a meter todo este pepino en tu culito, yo me asusté toda y le dije que eso era imposible que mi agujero era muy pequeñito, a lo que ella sin más contemplaciones empezó a chuparme mi culito para lubricarlo bien y dilatarlo lo más que podía, todavía no era consciente de lo que me estaba ocurriendo, mi hermanita estaba desnuda detrás de mí, intentando meterme un pepino por el culo.
Después de mucho rato, paciencia y dolor empezó a entrar hasta que por fin me lo metió enterito, me dijo que me sentara en la cama con las piernas abiertas eso hice con todo aquello metido dentro, y comenzó a chuparme el coñito y a meterme las bolas chinas, cuando las metió todas mi corazón estaba a punto de estallar y mi culo súper abierto y a la vez con mucho dolor y placer. Comenzó a sacar las bolas de dentro de mí y a chuparme el clítoris hasta que por fin me corrí dejando escapar todos mis jugos para que mi hermanita los disfrutara, después de todo esto sacó el pepino de mi ano, parecía no cerrarse, estaba súper dilatado, entraba un dedo y salía como si nada. Cuando acabamos todo esto mi hermana me confesó que le gustaba mucho y que no lo sabía nadie, pero que creía que ella también era lesbiana nos dimos un abrazo y nos fuimos a duchar juntas.
Todo esto que les he contado sucedió de verdad y yo me alegro mucho de poder disfrutar de mi hermanita y podéroslo contar.
Autor: Rocío