No se como me atreví a escribir este relato, lo cierto es que la página la conocí por mi esposo, pero yo no le daba mucha importancia, aunque a veces hay relatos que me gustan mucho, también hay otros que no. Lo cierto que a mi me ocurrió algo que me pareció digno de contarlo en esta página, previa consulta con mi marido, obviamente.
Para empezar voy a presentarme, me llamo Ana, pero todos mis amigos me dicen Anita, soy de Santa Cruz – Bolivia, tengo 30 años, mido 1.69, tengo dos hijos, uno de 9 el otro de 6 y no se si voy a tener mas. Soy de tez más bien morenita, delgada (a fuerza de gimnasio), mis pechos se pueden decir normales, cintura finita y mi colita bien levantada..
Todo empezó en una vacaciones que nos dimos mi marido y yo, no habíamos tenido luna de miel, y durante todo estos años nos dedicamos a trabajar, criar muchachos y aprovisionarnos de cosas que al final van a quedar para no se quien. El caso es que ambos solicitamos vacaciones en nuestras respectivas empresas, y por suerte nos la dieron.
Decidimos viajar a una ciudad que tenga mar, playas, sol y mucha diversión, la pasamos fenomenal, hasta el final incluida la noche de mi tropiezo sexual, Digo tropiezo sexual porque nunca se me había pasado por la cabeza estar con otro hombre y menos con otra mujer, la verdad que éramos una pareja bien convencional, respetuoso de nosotros mismos.
En un día de esos que estábamos tomando sol, pedimos que nos traigan tragos tropicales, con el calor del sol y los tragos encima se nos hizo la noche, yo estaba de bikini "hilo dental" – que allá es muy común – color naranja encendido, era bien pequeñito y se metía bien en la raya que divide mis nalgas, y una parte se me metía en mi concha, con disimulo cada rato tenía que acomodarlo. Se hizo la noche y como estábamos alegres por los tragos decidimos incluirnos a una fiesta que hacían en la playa un grupo de jóvenes, habían encendido una fogata, fuego con leños para iluminarse, rápidamente entramos en onda, y así también rápidamente se acopló más gente, al rato éramos incontables los que bailábamos y tomábamos, yo no me desprendía de mi marido porque tomaba mucho y sabia que rápidamente quedaría como una cuba.
Al rato me invita a bailar un chico de piel morena de los que estaba más próximo a nosotros y compartía con nosotros, era como de 20 años más o menos, alto como de 1,80, físico bien formado, no muy musculoso, la verdad: lindo, mi marido estaba bebiendo con los otros muchachos y le dije que iba a bailar, me dio poca importancia, estuvimos bailando y con la cantidad de gente que había era imposible quedar alejada de mi pareja, prácticamente estaba pegada a él, con el movimiento sentía que su miembro lo tenía a la altura de mi ombligo y lo peor es que con el movimiento se le estaba poniendo dura. Quise salirme del baile, pero él me lo impidió, no insistí mucho y me di cuenta que me estaba excitando, los movimientos seguían y el miembro que tenia en mi ombligo estaba duro como un fierro y se notaba que tenía un tamaño que yo jamás había visto y mucho menos probado, ya que la de mi marido 17 cm.
El chico me agarró por la cintura y se agachaba un poco para estrujarme su pene a la altura de mi concha, yo quería zafarme, pero no podía, en una de esas baja su mano de mi cintura y agarra directamente mi trasero, metiendo el dedo mayor en mi raja por atrás, se dio cuenta que yo estaba mojadísima, con la otra mano me deja libre uno de mis pechos y me lo chupa, yo trato de ver si mi marido esta viendo pero no alcancé a verlo, el muchacho me había llevado al otro lado de donde estaba mi marido, su dedo que tenia en mi concha lo mete más y me acaricia el clítoris, a ese momento yo ya estaba entregada y dejaría que pase lo que fuera, me guía la mano a su pija, y se la apreto por encima del short, se lo bajé y saltó una pija enorme de unos 24 cm. dura, gruesa.
Se la pajeé un rato y su mano que tenia por detrás de mí, la metió por delante, metiéndome dos dedos, me corre el bikini y me leva
nta una pierna, entonces yo le guié la pija hacia mi concha y me la metió de una sopetón, me partió en dos, lo único que le dije fue que lo hiciera rápido, pero duro, lo estaba gozando al máximo, entrelacé mis piernas al rededor de su cintura y la penetración fue completa, me estaba culeando de lo lindo cuando sentí que otra mano hurgaba mi culito, medio que me volteé un poco y me di cuenta que era una chica, con los jugos de mi concha me metió un dedo en el culo mientras el negrito me cogía rico, empecé a moverme como loca y tuve un orgasmo fenomenal como creo que nunca lo había tenido, después de terminar, el chico siguió bombeando hasta que derramó toda su leche dentro de mi.
Me separé de él y me plantó un beso en la boca que me dejó sin aliento, después se acercó la chica y también me besó en la boca, no voy a mentir que también me gusto. Me acomodé el bikini y nos fuimos los tres hacia donde estaba mi marido, él seguía bebiendo con otra gente y ni se percató del tiempo que yo estuve por otro lado. Mi amor me dijo, he invitado a estos chicos al hotel con nosotros, me quise morir, porque no sabia que más iba a ocurrir.
Si me animo les cuento lo demás Un beso. Si alguien tuvo alguna experiencia similar escríbanme.
Autor: Anita atina_sexy (arroba) hotmail.com