Una vez asimilada la orden, mi sumisa comenzó a masturbarse estando a pocos centímetros de nosotros, y tal y como le había dicho mirando a su marido, el cual la miraba con cierta cara de incredulidad. Al principio no comenzó a masturbarse muy convencida, por lo que me levanté del sofá, me puse a su lado.
Iván: zorra quiero que te masturbes bien, una puta como tú no creo que se masturbe así – la dije cerca del oído, pero con un tono de voz lo suficientemente alto como para que me pudiera oír su pareja, dándola dos buenos azotes en el culo para motivarla y hacer que se masturbara con más ganas, cosa que así ocurrió, por lo que me volví al asiento.
Me senté donde antes, al lado de su pareja para observar a mi sumisa como se masturbaba, y como empezaba a disfrutar de la masturbación ya casi sin ningún pudor, mientras no dejaba de mirar a su marido tal y como la había ordenado.
Iván: mira la cara de puta que tiene tu mujer, Manuel, hazle alguna foto, así después podrás recordar estos momentos con más facilidad mientras las vesManuel: realmente tiene una cara de puta que se sale dicho esto comenzó a hacerla fotos.
Mientras comentábamos lo puta que se la veía, mi sumisa no dejaba de masturbarse, cada vez con más ganas, se acariciaba el clítoris y de cuando en cuando se metía los dedos en su coño, nosotros por nuestra parte la decíamos lo puta que era y lo salida que se la veía.
Iván: Puta, cuando quieras correrte pídeme que te deje hacerlo, ya que como sabes necesitas mi autorización y tócate las tetas también zorra, quiero verte y oírte gemir como la guarra viciosa que eres.
Mi sumisa obedecía, se masturbaba con furia, con una mano se acariciaba el clítoris y con la otra comenzó a apretarse las tetas, su marido continuaba sacándola alguna fotoClarisa: Amo si continuo me voy a correr, por favor deja que me corra.
Iván: se ve que estás disfrutando, puta, córrete y demuestra a tu marido lo puta que vas a ser, pero no pares de masturbarte hasta que yo te lo ordene.
Clarisa: gracias Amo a los pocos instantes su cuerpo empezó a moverse sin control, con una mano apretaba fuertemente su pecho y con la otra continuaba metiéndose dos dedos profundamente en su coño, su marido estaba alucinado, parecía que era la primera vez que veía a su mujer correrse, ella no paraba de acariciarse y de meterse los dedos en el coño, su cuerpo seguía vibrando aparentemente sin que pudiera controlarlo.
Manuel: es impresionante ver como se esta corriendo, nunca la había visto masturbarse de esta forma, y no sabía que podía llegar a ser tan puta como se la ve ahora.
Iván: realmente va a ser una buena puta, pero deja que vaya adiestrándola y verás lo puta que va a llegar a ser y lo que la va a gustar ser usada. Puta deja de tocarte ya, por el momento ya saber hacer una buena mamada, así quiero verte con las manos en la espalda y esmérate en la mamada quiero disfrutar de tu puta boca de mamona.
Puso las manos en la espalda y comenzó a chupármela, primero la recorrió con su lengua y sus labios llegando hasta mis huevos, volvió a ascender por ella metiéndose el capullo en su boca para empezar un sube y baja haciendo que mi polla recuperara su vigor. Lentamente durante un tiempo continuó mamándome y chupándome la polla y mis huevos, ayudada por mis indicaciones. Pasados unos minutos la hice parar.
Iván: Manuel ¿has visto como va a mamar pollas?, esta puta va a ser una buena mamadora, va a chupar y tragar muchas pollas y mucha leche. Zorra ponte en medio del salón en la posición de espera, ahora vas a sufrir y también disfrutar de un buen castigo por tu mal comportamiento y desobediencias de hoy. Manuel, tráeme el palo del cepillo de barrer, una cuerda y una docena de pinzas de tender la ropa.
Mi sumisa se colocó donde la ordené y tal como la ordené, y mientras su marido iba a por lo que le había pedido comencé a dar vueltas alrededor de ella, cada vez que pasaba por su frente, la agarraba fuertemente de los pechos, o la tiraba y retorcía los pezones, cuando estaba a su espalda la acariciaba el pelo, o me inclinaba para darla un azote en el culo o agarrarle el coño que tenía completamente mojado mientras tiraba de la cuerda de
las bolas que tenía en su culo, pero sin hacer que salieran. Cuando llegó su marido con lo que le había pedido, la hice ponerse de pie con las piernas separadas, y las manos en la nuca, procediendo a atárselas por las muñecas, una vez atada la metí el palo del cepillo por los huecos que formaban sus brazos en esa posición, de esa forma impedía que juntara los codos y hacía que sus pechos quedaran más expuestos imposibilitándola el que tuviera la tentación de cubrirse ante el castigo que iba a sufrir.
Iván: ¿ves Manuel que sumisa y entregada parece estando así?Manuel: la verdad es que si, y yo, con todo esto, estoy con unas ganas locas de follármela.
Iván: Tranquilo, Manuel, que todo llega, antes esta zorra tiene que ser castigada para que vaya aprendiendo a ser una buena sumisa y a obedecerme en todo, ahora siéntate y mira como la puta de tu mujer disfruta viéndose sumisa y entregada mientras recibe su primer castigo. Zorra, ahora vas a recibir tu primer castigo por tu mal comportamiento y desobediencia, siempre serás castigada por cualquier falta que cometas o simplemente cuando a mí me apetezca hacerlo, en todos los casos me lo agradecerás por formar parte de tu adiestramiento y educación como mi sumisa y por supuesto que no quiero oír de ti ni una queja, en caso contrario tomaré medidas para dejar de oírte, espero que todo te haya quedado claro, puta.
Clarisa: Si amo, lo que tú ordenes.
Una vez aclarado esto, cogí un par de pinzas, primero le acaricié su pecho izquierdo, se lo apreté, le pellizqué el pezón y tirando de él le puse la pinza, ella dio un pequeño grito, no se si por la sorpresa o por el dolor que le causó al ser pinzada, lo suficientemente alto como para que llegara a mis oídos.
Iván: zorra como vuelvas a protestar, tomaré medidas, es la última que te aviso.
Ahora repetí la misma operación con su pecho derecho, esta vez mordió sus labios para no dejar escapar ningún sonido. Para que se calmara un poco la acaricié la cara y pasando mis dedos por sus labios, hice que abriera la boca para meterla dos dedos en ella, al sentir la presencia de mis dedos dentro de su boca comenzó a chuparlos como si de una polla se tratara, lentamente continu&eacut culoClarisa: Uno, gracias Amo por adiestrarme.
Así uno tras otro los fue contando, primero me dediqué a azotar sus pechos y su estómago, luego su espalda y su culo, dejándola descansar entre azote y azote, los cuales no eran fuertes por ser su primer castigo, pero si lo suficiente como para que poco a poco se fueran viendo las zonas que eran azotadas, por el color rojizo que iban tomando al ser azotadas persistentemente. Cada vez que cambia el lugar elegido a ser azotado la acariciaba un poco su cuerpo para que se relajara, pasando mi mano por su coño y comprobando que a pesar del dolor, mi sumisa no solo continuaba excitada, sino que además su excitación aumentaba ya que su coño no dejaba de empaparse cada vez más, sus flujos ya resbalaban por sus muslos.
Iván: Mira Manuel, como tu esposa disfruta del castigo, esta puta disfruta siendo humillada en tu presencia, la gusta verse expuesta y castigada ante ti, seguro que la zorra puede hasta correrse mientras la estoy azotando ¿verdad zorra?Clarisa: No lo se Amo, pero si me autorizas no haré por no correrme.
Manuel: deja que la puta se corra con el castigo. Nunca creí que mi mujercita fuera tan caliente y tan puta.
Iván: Esta zorra, por hoy ya no se corre más, al menos no lo hará con mi consentimiento y como se corra la voy a quitar las ganas de volver a hacerlo sin que yo se lo autorice, ya tendrá tiempo de hacerlo cuando se lo ordene.
En total en la primera tanda de azotes fueron 30 azotes en sus pechos, 40 en su vientre, 40 en su espalda, 20 en cada muslo y otros cuarenta en su culo, después de los cuales la dejé descansar sin que cambiara su postura durante unos cinco minutos, tiempo que aproveché para recordarle que era mía y que siempre haría lo que quisiera con ella, estuviéramos donde estuviéramos tanto en público como en privado, esperando de ella un buen comportamiento y una total obediencia y entrega.
Iván: Manuel tu mujer va a ser mejor sumisa de lo que yo creía, la muy puta disfruta con los castigos parece dispuesta a todo con tal de complacerme, pero eso ya lo iremos comprobando, esto no ha hecho nada más que comenzar y aún le queda mucho por aprender.
Manuel: Lo cierto es que yo no esperaba en que en este primer encuentro fuera capaz de entregars
e como lo esta haciendo y eso que ya lo habíamos hablado entre nosotros, pero me mostraba dudas que veo que se la van despejando según estás avanzando con ella.
Iván. Al menos una cosa ha quedado clara y es que ella está dispuesta a ser adiestrada y veo que esta poniendo mucho de su parte, cosa que me satisface y que por otra parte a ella le permitirá poder disfrutar más, porque la rebeldía siempre la castigo severamente y parece que eso en ella no se va a dar, pero nunca se sabe, aún es pronto.
Ahora los dos continuábamos observándola mientras la decíamos lo puta que se veía con el cuerpo rojizo por los azotes y como de su coño resbalaban sus flujos. Ella permanecía sin moverse, con la vista fija en el suelo y con su cara enrojecida por la vergüenza que la estaba produciendo verse en esa situación, entregada a un extraño y más en presencia de su marido. Después de ese rato de descanso, la hice colocar medio de su cuerpo encima de la mesa de la sala, haciendo que sacara bien el culo, ya que el castigo aún no había terminado.
Iván: Manuel tráeme una zapatilla y el cepillo más grueso que tenga esta puta para cepillarse el pelo Manuel se levantó para ir a buscar lo que le había pedido, mientras él volvía comencé a acariciarla la espalda y el culo en el que la daba suaves azotes con la mano para continuar acariciándola despacio, llegando hasta su coño empapado para acaricia cómo estás, no quiero ni que juntes las piernas, te quiero tener bien expuesta.
Clarisa: gracias por adiestrarme Amo, no me moveré.
Con la mano izquierda cogí el cepillo del pelo y con la derecha la zapatilla, el culo ya lo tenía bien coloradito de la tanda anterior, antes de darla el primer azote, la pase el cepillo por sus nalgas, eso hizo que lanzara un quejido por el dolor que la causaba el hecho de que la cepillara las nalgas.
Iván: zorra, te he avisado antes de que no que no quería oírte ni protestar ni quejarte, por lo tanto te va a costar 10 azotes más en cada nalga y como vuelva a oírte te amordazaré y lo vas a pasar peor.
Según la terminaba de decir esto descargué el primer azote en su nalga izquierdaClarisa: Uno, gracias Amo por adiestrarme. Después otro en la nalga derecha, para inmediatamente volverla a pasar el cepillo por sus nalgas, esta vez no protestó y así la estuve azotando hasta llegar al número de azotes que la había anunciado, en total 30 en cada nalga y entre azote y azote la pasaba el cepillo por sus nalgas incrementando la sensación de escozor y de dolor que la iban causando los azotes, después de cada uno de ellos, ella los contaba y me los agradecía tal y como sabía que tenía que hacerlo. Cuando terminé de aplicarla el castigo su culo ya estaba más que colorado.
Iván: Manuel, tráeme crema hidratante mientras él me traía la crema la fui acariciando toda su espalda y su culo, que realmente fue el que más acaricié, lo tenía bien caliente, así estuve hasta que llegó su marido con la crema zorra, te has portado bien veo que vas a aprender a ser una buena sumisa mientras la decía esto la acaricié la cabeza para consolarla y hacerla ver su buen comportamiento Manuel, extiéndela una buena dosis de crema por su culo.
Manuel no se lo pensó dos veces, comenzó a extenderla la crema recreándose en tocarla el culo, mientras su excitación iba en aumento, también aprovechó para dejar caer su mano hasta su coño pudiendo comprobar que estaba empapado a pesar del castigo sufrido.
Manuel: tiene el culo ardiendo y el coño completamente empapado, no me puedo creer que haya disfrutado con la de azotes que la has dado. ¿Clarisa te ha gustado?Clarisa: Si Manuel me ha gustado, creo que mi coño ha respondido a tu pregunta antes que yo.
Manuel: Eres una puta, veo que te vas a convertir en una zorra y que voy a poder tratarte como yo quiera.
Iván: Así será Manuel, pero eso ocurrirá cuando yo considere que esta lo suficientemente domada y adiestrada, mientras tanto te limitarás a ver, oí y a hacer lo que yo te diga que hagas, tal y como ya hemos acordadoManuel: No te preocupes, eso será así, lo único es que no creía que mi mujer pudiera entregarse tan de lleno en la primera ocasión que le has dado.
Iván: ya veo que te ha sorprendido su entrega, y no solo te ha sorprendido, parece que también te ha motivado.
Manuel: si, así es, estoy a tope, totalmente excit
ado y con unas ganas impresionantes de poder follármela mientras no dejaba de acariciarla y extenderla crema por el culo.
Iván: Esta bien, pero recuerda que te vas a follar mi puta y quiero que te la folles bien, pero no te corras dentro de su coño, reserva tu corrida para correrte en su boca. Disfrútala porque a partir de ahora no podrás follártela hasta que ella no tenga mi autorización solo podrá darte sexo oral, y tú zorra ni se te ocurra correrte.
Manuel estaba encendido, se desnudó apresuradamente tirando su ropa por todos lados, nada más terminar de desnudarse se acercó a ella, que permanecía recostada quité el slip, y me puse delante de la cara de mi sumisa, nada más verme ella abrió la boca y sujetándole la cabeza, se la metí en la boca, primero dejé que me la mamara a su gusto, luego la sujeté de los pelos y comencé a follarle la boca, mientras su marido cada vez la embestía con más fuerza y más aceleradamente. A pesar de estar follándomela la boca sus gemidos eran continuos y ruidosos mezclándose con el ruido que mi polla hacia al entrar y salir de ella, su boca babeaba por el esfuerzo que hacía de mantenerla abierta mientras yo se la follaba.
Manuel: ya no aguanto más Iván, me voy a correrIván: pues ven y métesela en la boca para que puedas terminar mientras te la esta chupando, ya la he preparado la boca para recibirte, y tú puta ni se te ocurra derramar ni una sola gota, es el semen de tu querido marido – yo me separé de ella y Manuel llegó precipitadamente, se la metió en la boca y a las pocas chupadas que mi sumisa le proporcionó comenzó a correrse sin sacarla la polla de su boca.
Mientras esto ocurría yo me acerqué hasta colocarme detrás de ella, la acaricié el coño metiéndola tres dedos y notando que sus flujos eran excesivos, pero no dije nada, simplemente apoyé mi polla en su coño y de un empujón se la metí entera, pudiendo ver como su marido terminaba de correrse dentro de la boca de su querida y puta mujer, la cual procedió a limpiársela completamente antes de que él abandonara su posición para colocarse a mi lado y ver como me la follaba. Mientras me la estaba follando sin prisas, pero de forma enérgica fui jugando con las bolas que tenía dentro de su culo, la sacaba una o dos bolas para luego volvérselas a introducir, también la daba pequeños azotes en su culo, todo esto hacía que ella gimiera sin parar, notando como los músculos de su vagina oprimían mi polla, mi puta se estaba corriendo una vez más, pero no la dije nada, la dejé que disfrutara viéndose emputecida delante de su marido, como la perra salida que en esos momentos era. Yo comencé a acelerar mis movimientos, la visión de su culo y de cómo salían y entraban las bolas dentro de él me estaban calentado demasiado junto con la sensación de la opresión de su vagina sobre mi polla, mientras mi sumisa no paraba de correrse, en esos momentos no sabía si era un orgasmo continuo lo que estaba teniendo o una sucesión de orgasmos, lo cierto es que ella no para de gemir y de mover su cabeza, su manos estaban atadas y no podía moverse, solo podía agitar su cabeza y gemir, el resto de su cuerpo estaba sujeto, ya que con una mano la estaba sujetando de sus caderas mientras que con la otra hacia salir y entrar las bolas de su culo. Acelere mis movimientos de entrada y salida de mi polla en su coño y de un tirón fui sacando todas las bolas de su culo sin dejar de follarla, lo que hizo que mi sumisa se agitara y gimiera mas fuerte y dándola un buen azote saque mi polla de su coño, y sin dejar que se moviera me dirigí para ponerme delante de ella, nada mas llegar a su altura abrió la boca y metiéndosela en ella comencé a follarla una vez mas por la boca.
Su marido estaba con los ojos como platos viendo el comportamiento de su mujer, creía que era otra mujer distinta a la suya, pero no, era su mujer, mi puta y la estaba emputeciendo delante de él, le estaba haciendo ver lo puta que iba a ser de ahora en adelante.
Iván: vamos puta acaríciame con tu lengua mientras te follo, y no te tragues mi semen quiero que se lo enseñes a tu marido y que vea como mi puta se traga lo que su Amo la da no aguante mucho mas tiempo, me corrí en su bo desatarla las manos, para inmediatamente frotárselas al igual que sus hombros para que se desentumecieran, haciéndola ponerse inmediatamente en el centro del sal&oacut
e;n en posición de espera mientras su marido y yo nos vestíamos. Cuando nos terminamos de vestir nos volvimos a sentar en el sofá delante de ella para darla las últimas instrucciones del día.
Iván: Zorra, parece que te has corrido sin mi autorización ¿verdad, puta?Clarisa: si Amo, no me he podido controlar. Te pido perdón Amo, intentaré que no vuelva a ocurrirIván: menos pedir perdón, en su lugar ya sabes lo que espero de ti, puta salidaClarisa: Amo, ya te he pedido perdón, ¿que más debo pedirte?Iván: muy simple zorra, ya sabes que cualquier desobediencia lleva un castigo y como has sido desobediente, ya sabes lo que tienes que hacer, pídeme que te castigue, por perra desobediente.
Clarisa. Si Amo, por favor, Amo castiga a esta perra que te ha desobedecido.
Iván: eso esta mejor zorra, cada vez que cometas una falta quiero que me pidas el castigo, no esperes a que te lo diga yo porque sino será más duro según se lo estaba diciendo me levanté y comencé a tirarla de las pinzas que llevaba en los pezones hasta que se soltaron el castigo te lo daré mañana, hoy permanecerás desnuda y no podrás follar con tu marido, solo si él te lo pide se la chuparás hasta que se corra en tu boca o sobre ti, si lo hace sobre ti no podrás limpiarte y dormirás en el suelo como la perra que eres, y procura descansar mañana vas a tener una tarde movidita después de que regresemos de comprarte unas cosas. Manuel, tú te encargarás de que todo lo que la he dicho lo cumpla, si se la ocurre dejar de hacer algo de lo que tiene ordenado me informas de ello.
Manuel: No te preocupes Iván que te informaré de todo tanto si cumple con lo que la has ordenado como si no lo cumple, pero no creo que descanse mucho teniendo que dormir en el suelo.
Iván: no te preocupes por ella, hoy creo que descansará placidamente en cualquier sitio ¿verdad, puta?Clarisa: Si Amo según me contestaba la di dos buenos azotes en el culo en señal de despedida.
Iván: Mañana más y espero zorra, que no cometas ningún error ni en tu vestimenta ni tu comportamiento. Manuel, llegaré sobre las cuatro, ¿estarás?.
Manuel: Si, creo que no tendré ningún problema para estar aquí a esa hora.
Iván: está bien, si no estás te esperaré unos minutos antes de empezar.
Manuel, me acompañó hasta la puerta donde nos despedimos hasta el día siguiente
Nota: Si hay alguna pareja o mujer que se sienta sumisa o que ya lo sea y quiera vivir experiencias como esta, no dudéis en poneros en contacto.
Autor: Ivan ivan692001es ( arroba ) yahoo.es