Jóvenes y Cachondas. A mis 20 años ya estaba divorciada y tenia un bebe. Mi ex marido me abandono.
Yo no quería saber nada de los hombres, los evitaba, las recriminaciones de mi familia a mi fracaso, aumentaban esta conducta de rechazo. Un año después decidí dedicarme a mis estudios de ingeniería que había interrumpido y al cuidado de mi hijo. Pero aquel profesor llamado Julio, mucho mayor que yo, siempre estaba pendiente de mi, y siempre tenia un motivo para que al final de sus clases me quedara un poco mas o me invitaba al cafetín. Tenia gran respeto por mi profesor, lo consideraba mi guía: él busco y logro que le tuviera confianza como para llegar a comentarle mis problemas personales. Su presencia y autoridad, generaba un especial y notorio respeto de todos hacia él, pero mas era la mía.
En esa época como ahora, sigo siendo algo rellenita, blanca, de larga y negra cabellera y una cara atractiva con ojos negros y labios provocativos, a decir de mis admiradores. Además poseo unos bien formados grandes y llamativos senos naturales que me encanta insinuarlos, una cintura delgada que realza unas atractivas, redondas y bien pronunciadas nalgas, con piernas bien conformadas de muslos gruesos, atributos por lo que soy objeto de miradas y expresiones insinuantes de los hombres; lo que he sabido aprovechar en todos estos años de intensa y apasionada vida.
Siempre asistía a clase en pantalones ajustados, y por tener mis muslos gruesos, me sentaba con mis piernas entreabiertas, hasta un día que fui con una falda por encima de mis rodillas y de manera inconsciente me senté entreabierta, dejando expuesto ante los ojos del profesor Julio, mis bien contorneados muslos y mi entrepierna, hasta poder ver mi diminuto blúmers, que escasamente cubría mi cosita de crecidos labios menores y carnosos labios mayores que sobresalían por los lados. Fue al final de la clase que supe me había visto; cuando me pidió quedarme un momento y me dijo que en mucho tiempo no había sido tan feliz, pues había disfrutado de mi belleza, como siempre, pero hoy mas, al contemplar durante toda la clase y en diferentes posiciones mis piernas y mi diminuto blúmers que dejaba a la vista mi hermoso y pronunciado sexo que lo mantuvo en un estado de excitación que aun era notorio. Sentí mucha pena, quería excusarme, no quería que pensara mal de mi y quise alejarme de allí, pero el profesor tomándome por los hombros me atrajo hacia él, me abrazo largamente mientras acariciaba mi pelo y me decía tiernas palabras que disiparon mi pena, restándole importancia a lo sucedido y que por lo demás todo era natural, palabras que hicieron que yo le abrasara también pegando mi cara a su pecho, y que me dieran mas confianza en él. La emoción del momento humedeció mis ojos.
De allí salimos, tomamos un café y me llevo en su auto a la casa, tiempo durante el cual, me pidió que fuéramos mas que amigos y que no pasaría con él lo que sucedió con mi ex; y que el tiempo diría a donde nos llevaría esta relación. Yo le respondí que no quería nada por el momento, quería terminar mis estudios y que seria el tiempo que también diría si esa relación era posible o conveniente para los dos. Acepto y nos despedimos depositando un beso en mi frente que produjo en mi cuerpo una ola de calor.
Pasaba el tiempo, todo era normal, hasta extrañe que no me propusiera nada y un día de clase de laboratorio, fui con falda, tenia cuidado al sentarme de que mi falda no se subiera, en algunos momentos se subía y al percatarme la bajaba y pude ver, por el rabillo del ojo, como el profesor Julio me seguía con su vista, buscando ver por entre mis piernas entreabiertas. Luego vi como trataba de ocultar su pene erecto de recrecida cabeza, colocándolo bajo el pantalón a lo largo de su pierna izquierda llegándole como hasta la mitad de su muslo. Esta imagen de mi respetado profesor, me fue excitando entre sensaciones de miedo y deseo. Había pasado un año sin tener ningún tipo de relación u acercamiento con algún hombre y esta situación me estaba despertando ese volcán de deseos contenidos, propios de una mujer de mi edad y sentir, después de mucho tiempo, como se me humedecía mi vagina.
Haciéndome la desentendida empecé a asumir, poses que le permitieran ver mi entrepierna o buena parte de mis muslos, y cuando estaba de pie me inclinaba mas de lo normal sobre los equipos de forma que mis nalgas se vieran mas pronunciadas y provocativas. Al concluir la clase, mis compañeros se fueron retirando, y a propósito me quede para salir de última para saber que me diría el profesor; pero cuando me disponía a salir, él, de manera rápida cerro la puerta y paso el seguro; sentí miedo, se aproximo y tomándome por los hombros con firmeza, me atrajo hacia él y diciéndome que ya no soportaba mas la excitación que mi presencia le producía, y me empezó a besar, quise evitarlo, pero su fuerza y determinación era superior, mi cuerpo se entrego sin resistencia a sus caricias y él desesperado me traslado mientras me besaba en la boca y cuello, hasta su escritorio y allí me coloco de espaldas a él e hizo que me inclinara sobre la mesa, subió mi falda quedando expuesto a ante sus ojos, mis firmes, robustas y redondas nalgas que escondían entre ellas el hilo de mi diminuto blúmers. Las acaricio y procedió a bajar mi blúmers, sentí toda mi cosita recrecida y húmeda y de repente sentí el calor de la proximidad de su verga rígida que empezó a pasarme por mi rajita buscando entrar en mi vagina mientras me decía: que buen culo tienes mujer.
De pronto su recrecida cabeza empezó a penetrarme y abrí mas las piernas para facilitarle que entrara, me dolía mucho, aquel miembro era como de unos 19 cm, y el doble de grueso que el de mi ex esposo, que solo alcanzaba a unos 13 cm. de largo y delgado. Su cuerpo venoso y sobresaliente cabeza rozaba el interior de mi vagina llegando hasta lo mas profundo de ella, tocando mi útero en un prolongado metí y saca mientras me tenia tomada de mis caderas o de mis voluminosas tetas produciéndome una gran excitación. No hacia fuertes movimientos para no lastimarme, pero sus reiteradas envestidas taladraban mis entrañas que disfrutaban de aquel caliente y maravilloso instrumento viril. Julio abría mis nalgas para lograr penétrame mas profundamente, y aquella inmensa verga se alojaba cada vez mejor en mi vagina que lo acogía placentera. Pasados algunos minutos, me pidió que me volteara, me alzo y me coloco de espalda sobre el mesón con las piernas en alto y bien abiertas y fue cuando con asombro pude ver aquel instrumento venoso, grueso con una cabeza recrecida grande y brillante que imponente se acercaba tomado por la mano de julio y lo colocaba entre mis labios mayores y menores recrecidos e brillosos e hinchados que se abrían para recibirlo y alojarlo dentro de mi. Nuevamente sentí lo ardiente que estaba y como palpitaba mientras me penetraba lenta pero firmemente hasta llegar hasta lo mas profundo de mi y sentía su testículos golpear mi culito. Con rítmicos y acoplados movimientos con un ruidoso tac tac tac, fallábamos apasionadamente, sentía próximo mi orgasmo y se lo dije y entonce Julio acelero sus envestidas y gemíamos de placer mientras disfrutábamos de un largo e inolvidable orgasmo mientras el se descargaba con repetidas y profundas embestidas que depositaban en lo mas profundo de mi vagina su abundante y espesa leche caliente, que parecía interminable y brotaba hacia afuera dejando nuestros sexos totalmente embadurnados de nuestros fluidos.
Julio ya satisfecho sacaba lentamente su aun erecta verga, me parecía que no terminaba de salir, nuevamente pude observar de cerca su magnifico e imponente pene. Me dijo que si me había gustado y que si podíamos volver a hacerlo en los próximos días; a lo cual le respondí que si, que me parecía maravilloso todo y nos dimos un profundo beso antes de salir del laboratorio y me llevara a casa.
Agradezco tu comentario que me animaran a seguir narrándoles mis reales experiencias
HOLA BB TU RELATO ME CAUSO TAL EXITACION QUE TUBE QUE TENER RELACIONES PARA CALMARME AS LO POSIBLE POR CONTAR MAS UN BESOTE ENORME CASANOVA
mmmmhhh realmente es excitante tu relato…. lo describes con tal pasión y detalle que cási me puedo imaginar viviendo eso contigo…. debes ser una mujer toda de fuego…. felicidades al profe !!! que envidia !!!!
Enhorabuena, muy bien planteada la historia y muy bien desarrollada después. Es muy sugerente y tiene mucho morbo.