Debo hacer un pequeño preámbulo a mi relato y quizás esto cree un poquito de polémica entre los lectores, por aclarar posiciones que mantenía hasta que me ocurrió lo que les voy a relatar un poco mas adelante. Soy una persona joven, pues solo tengo 24 años y llevo 1 año con mi pareja y con anterioridad a esta relación, disfruté mi vida homosexual, con algo de libertinaje aunque nunca caí en lo promiscuo, pero siempre, con una actitud activa en todos los sentidos cuando llegaba al sexo con alguna persona.
Tengo amigos gays que me discutían mucho esa posición mía, porque entendían que aunque siempre existía una persona con más tendencia a liderar la pareja, a la hora de llegar al sexo, uno debía abrir su mente y disfrutar lo que su cuerpo y mente desean en ese momento, sin entrar a medir quien es más activo o más pasivo. Desde luego, yo nunca compartí ese pensamiento, pero, ahí viene el pero pasemos primero a relatarle lo que me ocurrió y después volveremos a entrar en ese tema.
Cuando cumplimos 1 año de estar juntos y que además coincidía con mi cumpleaños, pues precisamente lo conocí en un pequeño party que di en mi apartamento, y un amigo mío que está invitado, en llamada previa, me pidió permiso para traer un amigo. Desde que llegó fue como un imán que me halaba, pues es bien bello, pelo trigueño, con ojos grises, sobre lo delgado, una sonrisa agradable y con un pequeño toque amanerado, sin caer en la feminidad. Venia con un pantalón apretado y se le marcaban unas preciosas nalgas que me volvieron como loco.
Tan fue así, que esa misma noche empezamos a compartir nuestra cama y en forma feliz llevamos un año de compromiso. También debo detallarles, que creo poseer un cuerpo bien formado, tiendo también a lo delgado, tengo pelo y ojos castaños y con el adjetivo, dicho por otros, que soy muy buena cama. Debo aclarar que también mi amigo es muy bueno en el sexo.
Decidimos celebrar los dos acontecimientos yéndonos de viaje y escogimos un pequeño hotel, algo apartado, cerca de un lago, con unas vistas preciosas. Esa primera noche fue algo especial, por esa atmósfera que crea el estar en un lugar distinto, por la preciosa vista que teníamos desde nuestro cuarto y por ese amor que nos sentíamos el uno por el otro, después que estuvimos retozando de todas las formas habidas, lo paré mirando hacia el lago y después de darle una maravillosa mamada en su culito y morderle sus bellas nalgas, hube de darle la clavada más frenética que había tenido desde que estábamos juntos.
Así de felices nos fuimos a desayunar en la mañana, habiendo muy pocos huéspedes en el comedor, por lo que nos estaba atendiendo un solo dependiente, que desde que me vio, pues yo estaba sentado frente para donde él tenia que coger las cosas, me clavó la mirada insistentemente. Realmente no era el tipo de persona que a mi me gusta, porque era demasiado varonil, delgado, con una piel amulatada, como decimos un javado, con unas facciones y pelo bellos. Cuando me miraba se sonreía levemente y cada vez que tenia oportunidad se pasaba la mano derecha por su paquete, que por lo que marcaba debía ser bien abundante.
Así pasó en el desayuno y después en el almuerzo, por la noche no lo vi ya que comimos fuera del hotel en un restaurante cerca de la ciudad, pero realmente me notaba nervioso, como si a esa comida le faltara algo, como que estaba empezando a extrañar y desear al varonil dependiente.
Al día siguiente mi amigo, que es amante de las compras, me dijo que lo acompañara a las tiendas de souvenirs que había en la ciudad, me excusé y no quise ir, aunque él sabia que esa actividad a mi no me gustaba. Cuando lo vi irse en taxi, empecé a dar vueltas en el cuarto, hasta que me decidí y llamé al room service, para que me trajeran un trago, con la esperanza que quien viniera fuera mi dependiente, y efectivamente él fue el que tocó a la puerta. Pidió permiso para entrar y empezó a servirme la cerveza en una copa, mientras yo me mantenía temblando como una hoja de papel. Él a la vez que
hacia su labor, me miraba sonriente como disfrutando la situación y a su vez, aquel paquete que yo había visto de lejos empezó a crecer de tal forma que de solamente mirarlo yo también me disparé.
Fui y cerré la puerta y virando me paré frente a él, quien sin decirme una sola palabra, me hizo una seña como diciéndome es todo tuyo, como un desesperado empecé a tocar ese bulto hasta que no pude más y desabrochándole la bragueta saqué aquel hermoso miembro, que no se cuantos centímetros tenia, pero puedo decirles que era el más grande con que yo había chocado en mi vida, yo, que no tenia experiencia en mamar pinga, me olvidé de todo y me volví como un poseso, mamándole por todos los lados e incluso con mucho trabajo lograba metérmela casi toda en la boca. Él se zafó el cinto y dejó caer sus pantalones, yo lo ayudé a sacarse el calzoncillo, mientras hice lo mismo conmigo, ya con más amplitud, pude seguir mamándole ya no solo su rabo, sino también los hermosos huevos lampiños que tenia, nos tiramos para la alfombra y mientras yo seguía en mi labor, él empezó a acariciarme las nalgas y a decirme el deseo que tenia de poseerme, porque desde que me vio en el comedor, quería hacerme su mujer. Todas aquellas cosas nuevas para mi me trastornaron completamente y empecé a sentirme completamente alterado.
Como si estuviera en otro mundo, me puse encima de él y mientras yo se la mamaba, comenzó a mamarme mi culo y con las manos me masajeaba mis nalgas y cosa impensable yo gritaba de placer. Me viró y ensalivándome mi esfínter, empezó a meterme aquel trozo que en el medio de un dolor-placer ya no solo me lo metía, sino que yo empinaba mi culo para que entrara más rápido, mientras él me daba pequeñas nalgadas y me decía cosas obscenas y me repetía que esa pinga era mía y que nunca la iba a olvidar. Hasta que empecé a sentir como me llenaba de ese liquido que se sentía espeso y caliente, me viré de lado todavía con ella dentro, y me vine masturbándome entre gritos de placer.
Cuando acabamos no sabía si me sentía apenado de lo que había hecho, pero si estaba seguro que iba a ser difícil fuera a gozar como había gozado con ese sabroso mulato. Fuimos al baño nos aseamos, pues pudiera llegar mi amigo y después no hubo oportunidad de volver a estar.
Regresamos del viaje y ya han pasado varios meses y nuestra relación ha seguido estable, desde luego, con algunas variantes, porque para mi las cosas en sentido general no son iguales.
Retomando el tema del principio, había también una teoría que tienen algunos de los amigos míos, que era que algunos veces uno ve una persona y de alguna manera se despierta en uno el de ser su macho, pero que también otros que despertaban en uno el ser su mujer, yo esto lo rebatía, pero ahora no estoy tan seguro.
Autor: Polo Go_party (arroba) bellsouth.net