Hola soy nuevamente yo Rodrigo que les cuento sobre mi suegra que me tiene loco y como en capitulo anterior mencione otra fiesta sabrosa, les cuento que ocurrió
Como ya les había contado en la historia anterior mi suegra resultó ser una fiera. Después del incidente seguimos teniendo encuentros ardientes. Por ejemplo anoche la fui a buscar donde una amiga y me la chupó todo el camino. Ufff que delicia.
Obviamente yo estoy feliz con esta situación además que el sexo con mi mujer ha mejorado notablemente.
Mi suegra ha cambiado considerablemente. Se viste algo más sexy, pero para mí, no muestra mucho al resto, pero si hay diferencia entre la Eugenia de antes y la de hoy. Aún así mi suegro no se espabila, pero por lo demás a Eugenia le dejó de importar.
En este proceso le propuse que la penetráramos dos hombre, lo que le pareció insólito, pero no sin mostrar un poco de deseo ante la idea. Como dije en el relato anterior mi mujer y yo practicamos sexo de manera súper liberal y abierta, por lo que en más de alguna ocasión le he obsequiado un juguete erótico.
Un día en el que nos encontrábamos solos y sabíamos que no habría nadie hasta el día siguiente me propuse jugar con ella, por lo que preparé el ambiente con música y tragos y comenzamos nuestra función. Empezamos a beber y por consiguiente a entusiasmarnos, por lo que de inmediato comenzamos a besarnos y tocarnos. Estaba a mil cuando comencé con apretar de pezones que la vuelve loca. Así estuve un buen rato hasta que pedí que me lo chupara. Ella chupa que es una diosa, por lo que aprovecho esa boca mágica lo que más puedo.
Cuando comenzó a calentarse al máximo y pedir que se lo metiera la retiré y le pedí que se esperara un rato, algo que no le gustó mucho. En ese instante le pedí que se cambiara de ropa y que se colocara el traje de baño que le había dejado en su cama. Había buscado por todo Santiago un traje de baño que fuera de una pieza, muy escotado y rebajado como de onda ochentena, lo que encontré en una tienda de ropa erótica.
Ella se lo colocó y le quedaba de mil esplendores. Como les había dicho ella es pequeña, pero con estas cosas y tacos se ve muy bien. Me dijo para que quería que se cambiara de ropa y yo le comenté que quería hacérselo en la piscina, a lo que ella miró entusiasmada. Lo que no sabía era que yo en ese ínter tanto había ido a nuestro dormitorio a buscar un consolador de 20 cms. que tengo para mi señora y que le fascina.
Nos metimos al agua y empezamos nuevamente el jugueteo. Le chupé las tetas y le tocaba su vagina, la que ya estaba muy húmeda, por lo que le introduje varios dedos en su interior. Ella estaba gozando al igual que yo, por lo que me pidió que la penetrara. Saqué mi miembro erecto que es normal, mide 17cms. y es más bien grueso, y la empalé. Ella se movía como desenfrenada y además en el agua es más fácil moverse. Yo la tenía abrazado sobre mí y penetrándola fuertemente y le dije que quería su culo. Ella se baja de mi miembro, se da vuelta y de espaldas a mi apoya los brazos en la piscina y me dice «es todo tuyo», sin más esperar se lo metí de un solo empujón, a lo que ella emitió un grito reprimido para no levantar sospechas para el vecino.
Comencé mi bombeo desenfrenado por ese culo apretado y ella seguía apoyando sus brazos en la piscina y en algunos momentos hundiendo su cabeza en el agua. Así estuvimos como diez minutos hasta que yo saqué mi miembro dentro de ella. Se dio vuelta y me dijo que pasa, a lo que yo contesté con tono de mando «date vuelta y obedece», cosa que hizo. En ese momento saqué el consolador y se lo metí de una sola vez en el culo. Ella se sorprendió ya que no era mi miembro, pero no puso mayor resistencia. Cuando ya estuvo acostumbrada al consolador le pregunté si le gustaba, me dijo que sí, pero que obviamente era mejor mi miembro a lo que yo le dije: «no hay problema» y de una embestida se lo metí por su vagina.
Eugenia se apretó por completo poniendo resistencia, pero yo seguía
en mi ímpetu de perforarla, así que continué con mi labor. Yo metía mi miembro y apoyaba el consolador sobre la base de mis genitales tratando que la embestida fuera continua. Por otra parte sujeté su cabeza en mis manos y se la hundía en el agua, cosa que la desesperó, pero le provocó una gran excitación. Yo golpeaba fuertemente cuando ella tuvo un orgasmo descomunal al cual me uní casi al instante. Cuando ya habíamos salido de la piscina, le comenté que eso era ser culpada por ambos orificios, a lo que ella me respondió «es muy rico, realmente he quedado vuelta loca, así que si quieres chulearé con dos, organízalo soy tuya».
Con eso ya tenía todos los ingredientes para realizarle la gran hazaña a mi querida Eugenia.
Un día en donde cada uno justificó la salida nocturna para ver unas amigas y reunión de club de tobi, no juntamos y fuimos a comer a la casa de un amigo. Ella salió con un abrigo liviano y una cartera algo más grande y sus típicos zapatos de taco bajo. Yo salí y la esperé en la plaza de la esquina. Cuando se abrió el abrigo al subirse al auto noté que se había comprado una blusa transparente y una falda ajustada que llegaba un poco más arriba de su rodilla y en la cual se notaba el uso de un colaless, algo que no suelen ocupar las mujeres de su edad.
Partimos a la casa de mi amigo, lo saludó algo nerviosa y toda la comida transcurrió con bromas de doble sentido, lo que fue calentando el ambiente. En una de esas se para a ayudar a mi amigo a recoger los platos y se acerca a mí por lo que la miro y le doy un buen agarrón en el culo. Ella se queda algo pasmada, pero más sorprendida cuando mi amigo le comienza a tocar las tetas. Estaba como paralizada, pero se notaba que estaba gozando. Mi amigo bajó y empezó a chuparle sus labios vaginales, ella emitió un pequeño gemido. Sabía que no había vuelta atrás, por lo que debía enfrentar la situación como toda una mujer sumisa que estaba a punto de ser culeada de maneras que no conocía.
Mientras mi amigo seguía perfectamente su labor, yo saqué mi pene y la obligué a doblarse para que me lo chupara, cosa que hizo con muchas ganas. Cuando ya estuvo muy lubricada mi amigo la penetró violentamente, cosa que le cambió el rostro ya que se sentía vejada, pero no era otra cosa que la verdad. Estábamos muy calientes por lo que queríamos violarla prácticamente. Mientras estaba el mete y saca, yo le sujetaba la cara provocándole arcadas mientras chupaba. Decidimos intercambiar papeles, por lo que yo la penetré y mi amigo se la puso en la boca. Eugenia estaba muy excitada. Se notaba asustada, pero estaba como loca era realmente una mujer de ensueños con esa capacidad de ser culeada. Después de 20 minutos decidí que se montara sobre mi amigo cosa que hizo gustosa mientras me lo chupaba.
Estaba realmente muy dispuesta a sufrir con nuestras vergas, por lo que rápidamente me salí de su boca y se lo metí en ese trasero hermoso que tiene. Lo coloqué y bruscamente lo introduje. Parece medio bestial el asunto, pero a todas las mujeres que conozco cuando están muy excitadas les encanta que las perforen de una buena vez. Su cara estaba desencajada de placer, gritaba como una verdadera perra y se movía más aún no estuvimos intercambiando cada 15 minutos hasta que no soportamos más y acabamos en su boca y cuerpo. Ella estaba como poseída, así apenas estuvimos en condiciones empezamos nuevamente nuestras labores. Ya partimos de frentón con la penetración de vagina y culo. Cuando mi amigo la tenía sobre ella intenté meterle mi pene por su vagina también, pero se puso un poco molesta, así que no pude hacer más y seguí por su culo apretado.
Cuando nos intercambiamos a Eugenia, pero en las mismas posiciones, o sea mi amigo abajo y por el culo y yo arriba por la vagina, le empecé apretar los pezones con una fuerza descomunal, gritaba fuertemente, pero me inducía a continuar. En ese estado de excitación no pude más así que intenté una doble anal, ella se quejó y me dio una cachetada «diciéndome que no fuera animal», yo respondí con otra cachetada, agarré su colaless se lo introduje en su boca, la tapé con mi mano, guié mi pene a su culo y con rabia la penetré. En ese momento me sentía el rey del mundo, mi amigo estaba como loco y vociferaba lo muy puta que era Eugenia con dos penes en el culo. Yo la miraba fijamen
te a los ojos demostrándole quien mandaba aquí.
Ella tenía lágrimas en los ojos con una mirada de odio, pero al cabo de unos segundos pasó lo que habitualmente pasa. Su rostro cambió y sus ojos se pusieron blancos de placer. Sabía que era el momento de sacar el pañuelo. Ella comenzó a gemir fuerte y profundamente de manera inusual. Estaba realmente al máximo. Nosotros estábamos por explotar, por lo que vaciamos toda nuestra leche en su culo y nos salimos. Ella quedó en el sofá tirada mientras nos secábamos el sudor. En ese momento ella agarró su mano y se la empezó a meter por su culo para sacar el semen y comérselo. Con asombro mirábamos como se metía la mano buscando semen. En ese momento nos miró con una cara de excitación tan grande y al notarse todavía muy abierta por el efecto que habían producido nuestros miembros y la lubricación de nuestro semen que fijo la mirada en nuestros penes ya flácidos, hizo un gesto de esfuerzo en su rostro y se metió toda su mano dentro de su culo, por lo que a nosotros no nos quedo otra que aplaudirla.
Después de un rato nos bañamos, nos despedimos y nos fuimos a nuestra casa. Ella quedó a mil, por lo que me sacó mi pene y se lo fue chupando, sin antes decirme que lo había pasado muy bien y que quería que yo le metiera en alguna ocasión mi mano por su culo o el objeto que yo quisiera…
Autor: Excitado rodrigo37granjap (arroba) yahoo.es