De nuevo la clavó completamente y me dijo que ahora tocaba a modo perrito, que le encantaba esa postura. Pues continuó su mete y saca pero se descuidó y se le salió por completo de mi; pensé que se iba a correr, pero no duró ese pensamiento en mi mente ni segundos, ya que su glande se posó de nuevo en la entrada de mi culo y de dos golpes, la tenía de nuevo dentro de mí.
Esta historia pasó hace 8 años cuando tenía 18. Para empezar me describiré, soy un chico guapito, mido 1´80 y peso 75 Kg., soy rubio y de ojos verdes.
Como pasó, fue muy rápido, casi a penas me dio tiempo de reaccionar, cuando quise darme cuenta me tenía encerrado en su cochera y la puerta cerrada con llave. Mi tío que es alto de un 1´88 y pesa 87 Kg., es bastante fuerte por que lleva cerca de 23 años trabajando en la construcción, él tiene 38 años actualmente y tiene vello por todo su cuerpo.
Todo ocurrió cuando me llamó para que lo ayudase a cambiar unas cosas de lugar de su nave. En principio era para poco rato, así que le me subí en su coche y nos fuimos para la nave donde guarda el coche y los trastos. Cuando llegamos me hizo pasar adentro y entró tras de mi, cuando me quise dar cuenta estaba cerrando la puerta.
Fue en ese momento cuando le pregunté, que por que cerraba, y con cara sonriente me indicó que era para que no nos molestaran. En ese momento empezó a quitarse el polo que llevaba puesto, yo intenté pensar algo rápido, pero me quedé completamente bloqueado. Poco a poco fue desabrochándose la camisa, la verdad es que se veía bien fuerte y con mucho vello por todo el cuerpo. En ese instante dejó el polo y la camisa en una silla que se encontraba cerca de él. Yo le dije que me dejase, que no quería, pero parecía que a él le daba igual, cada vez se acercaba más a mí y yo más atrás me iba, pero casi no me quedaba más espacio para continuar hacia atrás, pero en ese mismo instante dio tres pasos o cuatro rápidamente y me atrapó.
Me cogió entre sus brazos y me pegó junto a su pecho, en ese preciso instante noté como su paquete me tocaba por encima del estomago. Me pareció grande, pero luego comprobé que era algo más que eso, era enorme o por lo menos a mí me pareció; intenté forcejear pero era inútil. Sabía que no tenía elección así que le pedí que por favor no me hiciese daño, él me notaba temblar e intentó tranquilizarme. Me empezó a decir cosas como que me iba a gustar, que lo pasaríamos bien, que me haría sentir en el cielo.
En ese momento, me sujetó del brazo y nos acercamos a una especie de armario, prefabricado, corrió una puerta y sacó un colchón, lo tiró al suelo y me tiró sobre el colchón, luego se tumbó él sobre mi y acercó su boca a la mía y me besó, él intentó meter su lengua en mi boca, pero yo la tenía cerrada, entonces me indicó que abriese la boca que sería mejor a las buenas que a las malas.
Con cierto miedo, fui abriéndola y se apresuró a meter toda su lengua en mi boca, y a jugar con mi lengua; yo notaba mi boca más lubricada, en ese instante me empezó a quitar la camisa y la camiseta, en ese momento intenté pararlo, pero me cogió las dos manos y me dijo, estate quieto o será a la fuerza; continuó desabrochándome la camisa y me la quitó, continuó luego con la camiseta, mientras me desnudaba no paraba de besarme en la boca.
Cuando me quitó la camiseta, se desabrochó su cinturón, el botón de los pantalones y la cremallera; fue en ese instante cuando le vi el paquete, se veía un slip, completamente abultado y apretado. En ese momento me soltó y se quitó las zapatillas y los calcetines, prosiguió quitándose los pantalones, ya lo único que le quedaba eran los slip. La verdad es que se veía bastante bien abultado, pero eso no me ayudó a tranquilizarme sino todo lo contrario.
En ese instante me desató los cordones de mis zapatillas y luego me quitó los pantalones, quedando al igual que él con los slips. Me tumbó y se tiró sobre mi, casi no podía moverme, tenía todo su pesado cuerpo encima de mi.
Tras unos minutos de besos, se bajó el slip y su polla tocaba mi estómago, se notaba muy grande, yo no había visto una herramienta tan grande, medía unos 23 cm sin exagerar y era bastante gorda. Fue entonces cuando le dije que no quería continuar y antes de terminar de decirlo, me soltó una guantada en la cara y en tono serio dijo, tú harás lo que yo diga y sin rechistar. Cogió una almohada del armario y me elevó la cabeza al mismo tiempo que se hacía adelante y me ponía su herramienta junto a mis labios. Eso me resultó un tanto desagradable y moví mi cara hacia el lado derecho.
Fue en ese momento en él me dio otra guantada pero esta vez más fuerte, y me puso la cabeza de nuevo derecha y la polla junto a mi boca y me dijo, ahora está en tu mano que te la meta en el culo con más cuidado y con lubricación o sin ella.
No tenía otra opción, así que abrí la boca y me la fue introduciendo, me fue metiendo la cabeza que era rojiza y para mi opinión grande, como el resto de su polla. Me la empezó a meter despacio, pero casi apenas me entraba un tercio de ella, la verdad es que me provocaba arcadas y no sabía como sacarla, por que me tenía bien sujeto. Cada vez intentaba meterla más adentro, pero mi pequeña boca novata, no lo dejaba, tras un largo suplicio, que para mi fueron horas, se levantó y sacó del armario un bote de crema.
Le intenté decir que por favor no, que era demasiado grande, que me dolería bastante, que otro día. Pero él continuó abriendo el bote, cuando lo abrió, me bajó el slip y me dio media vuelta, estaba que temblaba pero no podía hacer nada. En ese instante noté como uno de sus dedos buscaba mi agujero y notaba como algo frío lo dilataba.
Empezó un mete saca de su dedo, cuando me había lubricado bien por dentro, se lubricó dos y continuó, al poco noté tres dedos, me parecía que me iba a partir textualmente el culo, tenía sus dedos proporcionados a su cuerpo (grandes y largos), y eran rugosos debido a su trabajo en la obra.
Le pedía por favor que me dejase, que me dolía mucho, fue cuando noté como sus dedos salían de mi culito y pensé que ahora descansaría un poco; pero en que error estaba mientras me metía los dedos en el culo, con la otra mano se echó crema en la polla y mientras acercaba la boca cerca de mi oído, se procedió a tumbarse sobre mi, fue en ese instante cuando noté como su polla pasaba por entre mi raja del culo y llegaba cerca de mis huevos, instintivamente apreté las nalgas, pero me dijo al oído, no aprietes o te dolerá mucho más.
Mientras que con una mano me tapó la boca, levantó un poco su cuerpo, y con la otra mano se ayudó para poner la cabeza justo en la entrada de mi culito. Al sentirla me hizo estremecer todo el cuerpo, había conseguido traspasar los cachetes de mi culito con un poco de dificultad, pero ya estaba justo donde él quería estar. No tardó en susurrar en mi oreja, vas a sentir lo que es tener un hombre dentro de ti y comenzó a dejar caer todo su cuerpo y con ello su polla sobre mi.
Noté como la cabeza de su enorme y gorda polla atravesaba mi inocente culo. Un grito de lo más profundo de mi estomago subió hasta verse ahogado en su mano. Pensé que a partir de que entrase su cabeza sería menos doloroso, pero que equivocado de nuevo estaba, no me dejó ni segundos cuando el resto de su polla, presionaba y empujaba como una estaca para entrar, no pude soportarlo e intenté hacerme para adelante y que saliese de mi ese pedazo de carne que me hacía no parar de llorar.
No se como, pero parece que el intentar escapar y desviar mis fuerzas a mis manos, hizo un efecto contrario al que esperaba, ya que mi tío aprovechó para presionar con más fuerza y un poco más pudo entrar sus estaca, y se detuvo, pensaba que estaba ya toda dentro pero no podía ser ya que no notaba aún su pelvis contra mi culo, lo cual hizo desaparecer esa ilusión de mi mente. Estuvo quieto durante unos 20 segundos, y me volvió a susurrar al oído, ya solamente te queda la mitad y un poco más.
Eso hizo de nuevo en mí desesperar, yo podría con toda su herramienta, sentía mi culo abierto al máximo y notaba como se ajustaba al tronco de esa poderosa polla. Yo creí que observaría mi dolor y no que no continuaría, pero de nuevo hizo sus fuerzas y hundió hasta otro pedazo de carne en mi adolorido y estrecho culo; fue cuando me dijo, veo que vas tragando, en la próxima embestida será toda tuya, y tu culito todo mío, tal como dijo otro fuerte empujón y pude notar su pelvis sobre mi culo y sus huevos tocándome.
Retiró su mano de mi boca y se quedó durante un minuto parado, mis ojos no paraban de dejar de salir una tras otra lágrima y notaba como mi culo apretaba su polla. De pronto empezó a moverse despacio pero para mi era como si me estuviesen cortando con un cuchillo, cada vez sacaba más y la volvía a enterrar, sus suspiros golpeaban mi oreja y su pecho se sentía completamente mojado, lleno de sudor.
Cuando llevaba sobre unos cinco minutos me la metió de nuevo hasta el fondo y dijo vamos a ponernos de costado y no te muevas mucho por que si se sale tendré que volver a metértela de nuevo por completo.
A mi me parecía imposible que toda la polla completamente ensartada en mi culo de cerca de 23 cm pudiese salirse por completo y así fue, cuando se movió para ponerse de costado salió un poco pero casi nada, tras eso empezó de nuevo un vaivén, parecía que estaba disfrutando más por que la sacaba más de la mitad y la volvía a meter.
Estuvo así durante unos tres o cuatro minutos, yo no podía más le dije que por favor parase un momento. Pero me dijo que estaba en el séptimo cielo y que aún quedaba más diversión; si sirvió para que disminuyese un poco el vaivén pero continuaba metiendo y sacando su tranca de mi culito. Pasados esos minutos de nuevo la clavó completamente y me dijo que ahora tocaba a modo perrito, que le encantaba esa postura. Pues continuó su mete y saca pero se descuidó y se le salió por completo de mi; pensé que se iba a correr, pero no duró ese pensamiento en mi mente ni segundos, ya que su glande se posó de nuevo en la entrada de mi culo y de dos golpes, la tenía de nuevo dentro de mí.
No sabía de donde sacaba tanta energía y aguante, yo no pude soportarlo más y me desplomé y volví a la situación inicial, ya apenas me quedaban lágrimas, pero él parecía tener pilas de duracel.
Tras unos minutos más así me la sacó por completo me giró bruscamente y me la metió en la boca y empezó a lanzar disparos de leche en mi boca que se fueron acumulando uno tras otro, sentía casi mi boca llena de ese líquido.
Cuando lanzó sus 7 disparos sacó la polla de mi boca la cerró y me indicó que me la tragase si no lo hacía me la haría tragar por el culo follándomelo otra vez.
Con cierta resignación me fui tragando poco a poco esa sustancia espesa y semiagria. Tras tragarme hasta la última gota, se tumbó sobre mí y me besó de nuevo en la boca.
Tras un descanso de unos 15 minutos, nos vestimos y me dijo que ya me buscaría para continuar disfrutando y que si me intentaba escapar, cuando me pillase sería peor.
La segunda vez fue peor por que para esa ocasión llamó a un primo mío y sobrino suyo político, pero eso será en otra ocasión.
Autor: Sorex
yo quiero uno asi, donde se consiguen tios asi eh, como seria disfrutar de una buena polla como esa