Les voy a relatar una aventura que tuve con mi vecina. Era un lunes y salí temprano de la escuela así que me puse a ver tele. Estaba en la sala de mi casa viendo el programa y podía al mismo tiempo de vez en cuando ver por la ventana a ver si salía mi vecina. Desde hace meses me ha dado curiosidad por verla cuando sale, antes no me fijaba en ella, pero últimamente la he visto salir con un tipo por las tardes y también la veo cuando regresa ya muy tarde casi en la madrugada.
Me gusta verla con sus vestiditos sexys que se pone para salir con el tipo que sale, que no se si sea su novio. Su hermana también está muy buena, pero me gusta más ella a lo mejor por sus tetas tan exuberantes, cuando se pone blusas pegadas se le marcan y hasta a veces le he podido ver como se le transparentan sus pezones a través de la tela. Mi vecina se llama Verónica, es chaparrita, medirá 1.55, tendrá unos 25 años y es medio gordita, más bien nalgoncita, pero su carita está muy bonita y tiene unos labios fenomenales y como dije antes sus tetas son enormes en proporción con su cuerpo.
Ese día estaba espiando como siempre y asomándome por la ventana cuando la veo que sale vestida toda de negro, con un vestido de tela delgada que dejaba ver sus piernas bien formaditas y gruesas, también con un escote que me hizo babear cuando la vi, nunca se había puesto tan sexy como ese día, tenía que ser alguna ocasión especial, la vi que abrió la reja de su casa y puso las llaves arriba de su coche, sin darse cuenta estas resbalaron y quedaron en el centro del techo, después intentó tomarlas de nuevo, pero por su estatura no las alcanzaba y me di cuenta de que tampoco quería ensuciar su bonito vestido. La vi como le dio vueltas al carro intentado de otro punto poder alcanzarlas y me ofreció una hermosa vista de su gran culo cuando se colocó del lado de la calle para poder alcanzarlas.
Por más que se ponía de puntitas y estiraba su mano no las alcanzaba y yo podía ver como se subía un poco su vestido y me dejaba ver más arriba de sus piernas excitándome más, cada vez que se estiraba para intentar agarrarlas. Pensé que esta era mi oportunidad para quedar bien con ella pues aunque solo nos conocíamos de vista y nos saludábamos como buenos vecinos nunca había platicado con ella y este momento no podía desaprovecharlo.
Salí así como andaba vestido con shorts y camiseta deportiva mi casa estaba separada por una calle de la de ella, caminé atravesando la calle y ella todavía seguía intentando agarrar las llaves que no se dio cuenta de mi presencia hasta que me le acerqué por detrás admirando su silueta, su enorme culo y sus piernas bien formadas que se veían más sexys con zapatos negros de tacón alto. Casi se cae al verme del susto, le pedí disculpas por haberme acercado sin hacer ruido y ella se hecho a reír poniéndose una mano en medio de sus tetas y dejándome ver esa boquita tan sexy que tenía con los labios de arriba alzados en los que dejaba entrever dos dientes haciéndola que pareciera ratoncita cuando abría un poco su boca.
Para mí era un deleite tenerla tan cerca y poder apreciar mejor el tamaño de sus tetas y verlas un poco a través de su escote. Me pidió que la ayudara y yo inmediatamente le ayudé a bajar las llaves pues para mi estatura no era nada difícil, la vi que quedó muy agradecida y se sonrojó un poco. Cuando se las di me dijo que me le daba pena que no las había podido alcanzar por ser bajita, pero yo le dije que no se preocupara que así como estaba se veía hermosa. Ella no se esperaba este halago pues cuando le dije eso inmediatamente noté como se sonrojó más todavía y alisó un poco su cabello.
Sentía que me estaba coqueteando un poco y no desaproveché la oportunidad de decirle que después me podría pagar el favor invitándome un refresco y ella accedió diciéndome que por el momento no me lo invitaba porque tenía que ir a una cita, pero que después con gusto. Se subió a su carro y parecía no tener prisa pues toda
vía se vio un momento en el espejo y se acomodó el vestido cuando se sentó y cerró la puerta, no sabía si estaba a propósito haciendo esos movimientos para que yo la viera, pero lo que si logró es que me quedara como idiota viendo lo que hacía, creo que se dio cuenta pues me volteó a ver y me sonrió, entonces yo no supe que hacer más que devolverle la sonrisa.
Ya me había dado la media vuelta cuando escuché el ruido de la marcha del motor y supe que algo no andaba bien con su carro no era que supiera mucho de mecánica, pero por el ruido que hacía supuse que algo andaba mal con la batería. Di mis pasos más lentos y cuando iba ya pasando la calle escuché como me gritó, así que sin dudarlo me regreso con paso apresurado para ver que pasaba. Me preguntó si sabía como arreglarlo, así que le dije que si aunque no tenía ni la más remota idea de lo que tenía el carro, abrí el cofre, pero lo hice cuando ella todavía estaba sentada en el asiento del conductor y disimuladamente me agaché apoyando mi brazo entre sus piernas y accionando la manivela que abría el cofre, ella se dio cuenta de mi movimiento, pero no dijo nada, solo veía que no le había desagradado y tampoco a mí, poder tener mi brazo entre sus ricas piernas y además verlas tan cercas y apreciar su belleza, lo blanco de su piel y poder oler su perfume tan excitante que olía a hembra madura.
Me acerqué para ver el motor y estuve un rato haciendo como que comprendía la causa del problema, pero en realidad solo suponía que no encendía porque le hacía falta corriente a la batería, pero fingí que era algo más serio y le dije que necesitaba ir por mi herramienta que se lo arreglaría en unos minutos; me fui directo al coche de mis padres que estaba estacionado enfrente, es un new yorker de color negro algo empolvado. Entré y me puse como si estuviera buscando algo en el asiento trasero, después abrí la cajuela y saqué la herramienta que trae el carro, los cables de corriente, en eso se me ocurrió una idea para atraerla al carro, le pedí que me ayudara a buscar una herramienta que se hallaba supuestamente debajo del asiento, pero no podía sacarla.
Entonces se acercó caminando con sus zapatos negros sexys y moviendo sus caderas, yo me le quedé viendo a sus tetas y veía como se movían de arriba a abajo suavemente con cada paso que daba. Entonces le dije que me costaba mucho trabajo agacharme por un supuesto problema de espalda, pero que ella como era más pequeña seguramente le resultaría fácil encontrar y sacar la herramienta. Se creyó ingenuamente mis explicaciones y sin más ni más se hincó y se agachó dentro del carro buscando la supuesta herramienta perdida debajo del asiento del copiloto. Mientras estaba agachada y viendo debajo del asiento yo sentía que estaba en el paraíso, tenía una vista espectacular de su culo y su espalda, podía ver su cabello que caía a los lados de su cara y ella se lo arrimaba para atrás para poder ver y encontrar lo que le había dicho; mientras ella me decía que no podía ver ninguna herramienta, yo le pedí que se agachara más para que la viera y así entonces pude ver más arriba de sus piernas y como se le notaba que llevaba una tanguita que cuando se agachó más apenas pude ver, era de color negro.
En esos momentos mi pene se empezó a poner duro y se me notaba a través del short, por lo que entré al carro y me senté con el pretexto de que pudiera escuchar mejor lo que le decía, intentando no molestarla con mis pies, ahora podía ver como le colgaban sus enormes tetas mientras buscaba debajo del asiento no se daba cuenta de que la estaba viendo. Aproveché para cerrar la puerta y me bajé el short dejando libre mi pene en erección, entonces le dije que ya había encontrado la herramienta, esto me dio un poco de miedo pues no sabía como podía reaccionar, pero me arriesgué pues pensé que valía la pena, además lo más mal que pasaría es que me diera una cachetada y ya no me volviera a hablar que en su caso no me importaría pues de todas maneras la podría seguir viendo como siempre lo había hecho por la ventana.
Cuando se levantó y me vio, primero hizo una cara de sorpresa y después no se si por los nervios se sonrió un poco y se sonrojó demasiado, me decía que qué estaba haciendo,
pero no dejaba de ver mi pene, debo decir que tengo un pene de buen tamaño me lo he medido y son 18cm por lo que debo de haberla impresionado, por un momento hizo un gesto como si quisiera arrancar corriendo de ahí, pero algo la detuvo, y se quedó quieta viendo mi pene como hipnotizada, aproveché el momento para tomarla de la mano y poner su mano sobre mi pene que estaba ya muy caliente para que sintiera como estaba; al sentir el contacto de sus dedos mi pene se hinchó más y se puso más duro soltando una gotita de líquido seminal que se le embarró en sus dedos.
Le empecé a mover su mano para que recorriera mi pene de arriba abajo y ella se dejó, al principio se resistía a los movimientos de mi mano, pero después me di cuenta que en realidad le gustaba lo que le hacía y me decía que nos podían ver, pero seguía ahora sola sin necesidad de que le agarrara la mano frotando mi pene de arriba a abajo con su mano, no le hice caso y la dejé que siguiera hablando hasta que se calló y siguió haciéndome una tremenda paja que apunto estuve de venirme en ese primer instante que miré su carita de lujuria y esos labios gruesos que se abrían de arriba y me dejaban ver sus dientes de conejita; fue acelerando los movimientos y de vez en cuando me volteaba a ver y volteaba alrededor para ver si alguien nos espiaba, pero en ese momento la calle estaba sola y no pasaba nadie para mi fortuna.
Siguió hasta que no aguanté y me corrí en un orgasmo explosivo y sin darme cuenta mis chorros de semen salieron disparados y cayeron en su vestido, también en parte de su pelo y su cuello, inmediatamente me soltó y se quiso limpiar el semen de su vestido, pero lo que hizo fue embarrarlo más, yo en ese momento solo la veía, todavía no podía decir nada y me estaba recuperando de mi orgasmo cuando ella ya estaba abriendo la puerta del carro y pude tener una vez más una vista privilegiada de su culo delicioso que se abrió para mí por un momento.
Me limpié el pene rápido y me salí del carro para seguirla, estaba nerviosa y hasta se le olvidó que su carro estaba descompuesto porque me dijo que luego nos veríamos y sin decir más se metió a su casa un poco apurada, yo no la seguí, simplemente me le quedé viendo hasta que cerró la puerta de su casa. Ese día más tarde por la noche vi que su novio pasaba por ella y la vi salir con diferente vestido, pensé que nunca sabría lo que había pasado entre nosotros y me quedé con las ganas de agarrar esas tetas y tener ese culo sabroso, pero hasta ahora solo me hago pajas recordando lo que pasó y esperando otra oportunidad.
Autor: Elvecino22