Era nuevo en la ciudad, por motivos de trabajo me habían trasladado y llevaba dos días en un nuevo edificio. Era un edificio donde vivía gente joven que pasaba poco tiempo en casa por motivos de trabajo. Era sábado y había ido a comprar y cuando entraba en el ascensor vi como entraba también una chica que de solo verla sentí un escalofrío. Era pelirroja, con el pelo ondulado y una media melena muy excitante. Tenía una cara de viciosa que te daban ganas de tirarte encima. Sus ojos verdes y sus labios carnosos no ayudaban a bajar mi excitación. Llevaba un mini-top ajustado sin sujetador donde se podían intuir sus tetas de un tamaño más que aceptable. El pantalón ajustado que llevaba dejaba a la vista un culito respingón impresionante. La visión global era la de una chica de unos 20 años y sobre 1.70 cm. de altura, y una imagen morbosa que me dejó sorprendido, mujeres así no hay demasiadas!! Me sonrió y creí derretirme.
– Hola! Me llamo Maura. ¿Eres el nuevo vecino del 5º verdad? – Me dijo – Si. Me llamo Pablo. ¿A que piso vas? – Le dije mientras le miraba sin disimulo esos pechos que parecían querer escapar del top.
– Al mismo que tu, soy tu vecina de al lado.
Quizá era mi mente calenturienta, pero me daba la sensación que a la niña le gustaba que le mirase sin demasiado disimulo. Se acercaba a mi más de lo necesario. Yo solo podía pensar en lo que debería ser para su novio poder follar a una chica como esa que parecía una modelo de las que solo ves en televisión. No podía perder la oportunidad de intentar hacerme con su confianza y le invité a tomar algo al salir del ascensor para conocernos. Ella accedió sin pensárselo demasiado, pero me dijo que mejor íbamos a su piso que seguro que yo no tenía nada que ofrecerle al acabar de llegar al edificio. Abrió su puerta y pasó, vaya culito tenia mi nueva vecinita! Me senté en el sofá y se sentó a mi lado y empezamos a hablar. Me informo que tenía 21 años, que vivía con su hermana y su padre, que era viudo desde hace 6 años. Descubrí que no tenía novio (pero no me engañaba, tenia cara de haber chupado muchas pollas). La conversación iba decayendo, cuando me dijo que si quería beber algo que no se había acordado de invitarme a nada. Le pedí una coca-cola, mientras iba por ella me recoloqué el paquete que estaba por estallar. Me la trajo rápidamente, pero al dármela tropezó y se cayó la bebida encima de mi camisa. Ella me pidió perdón, yo dije que iba a mi casa a cambiarme pero ella insistía en que me quitase la camisa allí para que pudiese limpiar la mancha. Me la quité. Que situación! Una pelirroja de infarto y yo semidesnudo! Le pedí algo que ponerme, pero ella sonriendo me dijo: – ¿Mejor que darte algo que ponerte?, ¿porque no me quitas a mi algo de ropa vecinito? Así igualamos la situación? Yo estaba por estallar? una pelirroja de medidas de puta de lujo, me estaba invitando a desnudarla 15 minutos después de conocerla. Yo me imaginé que tenía truco y le dije: – Perdona, pero yo no pago para follar. Te has equivocado conmigo no suelo follar con putas por muy buenas que estén.
– ¿Piensas que soy una puta? ¿Piensas que cobro a los tíos que me follan? – ¿No es así? Perdona no era mi intención? – Cállate! Vete de mi casa, cabrón. – Me interrumpió ¡Que situación! Mi vecina era una chica de 19 años y medidas de infarto, estaba en su casa, quería guerra y yo la acababa de llamar PUTA? La había cagado, pero creía que no estaba todo perdido. Pensé que a la vecinita le gustaba la guerra y jugué mi última carta y le dije: – Cálmate mamacita, si no cobras por follar deberías. Con tu cuerpo pagaría hasta tu padre por follarte, seguro que se ha matado a pajas pensando en tu culo el muy cabrón. Y ahora déjate de hacerte la ofendida
y chupame la polla que se que lo estas deseando. Cobrar no cobraras, pero eres una joven zorrita. Solo me conoces de hace 15 minutos y ya estas mojadita deseando que te folle como a una perra, ¿verdad? Ella sonrió y se quito el top mientras se arrodillaba ante mí – Así que piensas que soy una zorra? te lo voy a demostrar Pablo! vas a disfrutar como nunca lo has hecho! Maura, mi vecina pelirroja estaba de rodillas delante de mí, semidesnuda. Me desabrochó el pantalón, me bajó los bóxer y sin usar las manos se metió mi tranca de 21 cm. en su boca. Todo esto lo hizo sin dejar de mirarme a los ojos fijamente. Se la metía y sacaba despacio pero sin dejar de mirarme con esos ojazos verdes. – Que perra eres vecina! Que bien la chupas! Sigue putita! – ¿Pensabas que era una puta? Oblígame a chupar, cabrón! Realmente era una puta zorra, le cogi de su melena pelirroja intentando no hacerle daño pero obligándole a meterse toda mi polla en su boquita. Le estaba follando la boca sin piedad. Ella no se quejaba, chupaba y gemía como una autentica perra. Estaba en el paraíso con mi vecinita pelirroja de rodillas ante mí. Con ese cuerpo podía ser modelo o azafata, pero al parecer solo era una jovencita muy caliente. La vecinita lo hacia tan bien que yo estaba cerca de acabar. Entonces sin dejar de obligarle a meterse toda mi polla le dije: – Perrita, me voy a correr. Si se te escapa una sola gota de mi leche te voy a romper el culo sin compasión. ¿Lo has entendido Maura? – ¡¡Cállate cabrón y correte!! Eso fue demasiado y me corrí como hacia tiempo que no hacia. Salió leche de mi polla en cantidades enormes, pero la zorra de mi vecina se la tragaba sin parar. Que putita estaba hecha. Cuando acabé de correrme me di cuenta que no se le había escapado nada. De repente ella se separó de mí, abrió su boquita y dejo caer un poco de mi semen sobre sus tetas y mientras lo hacia me dijo.
– ¡¡Uyyyyy!! ¿Me he portado mal vecino? ¿Que has dicho que me ibas a hacer de castigo? ¿Vecinito? Solo oír esas palabras me empalmé de nuevo. Ni en mis fantasías más ocultas podía creer que una chica de esa edad podía ser tan zorra. Mientras pensaba en la suerte que tenía de tener como vecina a una puta escultural, mi vecina se quitó su pantalón y se puso a 4 patas con el culito en pompa mirándome con carita de niña buena esperando a que le rompiera ese culito de ensueño. Yo estaba deseando encularla sin compasión pero antes de tirármela le dije: – Vecinita te voy a follar hoy y todas las veces que quiera. A partir de hoy vas a ser mi puta particular. Te follaré cuando quiera y dejaré que te folle quien yo quiera siempre que pague lo que yo diga. Tu no veras un solo centavo solo veras mi polla en tu boca, coño o culito. ¿Lo has entendido vecinita? – Siiiii. Soy tu zorrita, tu perra particular! ¡¡¡Pero rompeme el culo cabrón!!! Dando gracias a Dios por la suerte de tener una chica de 19 años con cuerpo de modelo de lujo para mí siempre que lo deseara, me acerqué a ese culo y sin ninguna contemplación se la metí hasta el fondo. Ella gritó como nunca había visto gritar a nadie.
– Cabrón! Hijo de puta! Me has partido en dos. Que cabrón! Podías haber ido con más cuidado! Da igual! Follame Pablo! Quiero que me rompas el culo! – Te gusta zorra? Suplicame que siga enculandote perra! – Siiiiiiiiiii. Follame así! Que bien lo haces vecino! – Que culito tienes Maurita. Que placeeeeeeeeer.
– Mmmmmmmmm Sigue cabrón!!! Seguía enculandola sin parar cuando oí un ruido en la puerta del comedor. Me di la vuelta y cual fue mi sorpresa cuando vi a un señor de unos 50 años y una morenaza de cuerpo de infarto que llevaba una minifalda y un top como el de Maura mirándonos con cara de sorpresa. Y no era para menos, estábamos en medio del salón. Maura estaba a 4 patas con el culo en pompa y la cara apoyada en el suelo, le caían lágrimas de los ojos y no paraba de soltar insultos mientras yo no paraba de romperle ese culo de puta. Estábamos los dos sudando y ella estaba con su melena pelirroja empapada de sudor y su cara apoyada contra el suelo, con los ojos cerrados, gritando, gimiendo a cada embestida de mi polla en su culito de zorra. Me imaginé que era su padre y su hermana. La situación se podía poner complicada y la puta de mi vecina no se había dado ni cuenta de los "invitados". Se
guía disfrutando de mi polla en su culo. Gritando. Gimiendo. Tenia que pensar en algo, el padre estaba en estado de shock, callado sin saber como reaccionar. Sin embargo la jovencita que le acompañaba miraba con la misma cara de viciosa con la que me había mirado Maura en el ascensor. Sin parar de penetrar analmente a mi nueva vecinita le agarré del pelo para acercarle su carita a mí y le susurre al oído: – Maura, tu padre esta en el salón. Ahora mismo acaba de descubrir que su hijita, la que siempre consideró una muñeca de porcelana es una zorra. Pero a ti no te debe importar porque a ti lo único que te debe importar es que mi polla te siga enculando. ¿Lo entiendes Maura? – Siiiiiiiiiii, me da igual lo que diga mi padre. Jódeme Pablo!!Impresionante! – Pensé – Dijo esto mirando a su padre y lamiéndose los labios. Yo estaba fuera de mi y le metía mi polla hasta el fondo. Mis huevos golpeaban contra su culito de modelo de pasarela. Mientras su padre se puso de rodillas y empezó a llorar como un crío mientras gritaba: – Maura, zorra de mierda. Para que me ha partido la espalda para pagarte una carrera durante estos 6 años sin tu madre. Para que he luchado. Eres una puta de mierda. Explícame que voy a hacer ahora! El hombre sollozaba sin saber que hacer. Mientras la hermana que estaba allí de pie me estaba mirando con una carita que no reflejaba enfado. Debía medir 1,75, morena con el cabello largo, los ojos verdes como su hermana, con al menos un 100 de pecho y con el mismo cuerpo de modelo de pasarela que su hermana a la que estaba rompiendo el culo. Cogi del pelo de nuevo a Maura y le susurré que le dijera a su padre que si pagaba lo que ella valía se la podría tirar como lo estaba haciendo ahora el nuevo vecino. Ella me sonrió y mirando a su padre mientras le caían gotas de sudor le dijo: – Papi, no te enfades. No es tu culpa que sea así de zorra. Me enseño mamá. Ella me inició en esto de follar con cualquiera, mientras tu estabas trabajando ella se tiraba a los vecinos, a tus amigos, incluso a tu jefe se tiro más de una vez. Pero no debes enfadarte, papi, siempre lo hacia cobrando por sus servicios. Ahora si tú quieres puedes follarme como te plazca, siempre y cuando pagues lo que vale tirarse a una jovencita de 19 años con mi cuerpo. Seguro que hace mucho tiempo que no te puedes follar a una mujer como yo, ¿verdad papi? – ¿Como me puedes decir eso Maura? ¿Como me puedes decir que me dejas follarte si te pago como si fueras una vulgar ramera? Yo escuchaba la conversación sin dejar de joder el culito de mi vecina, la situación se estaba poniendo demasiado morbosa y yo no iba a poder aguantar mucho. Así que comenté: – Señor, no se lo piense demasiado y pague. Su hija tiene un culo que bien vale lo que pida. Yo no voy a aguantar demasiado!.
El hombre sin dejar se sollozar, me lanzó una mirada fulminante, se levantó, y caminó hacia nosotros, yo ya me alistaba para esquivar el golpe que pensé que me lanzaría, pero no venia con dirección a mi sino a su hijita, se bajó el pantalón le dio una bofetada y le introdujo la polla en la boca. Maura se la comía al ritmo de mis enculadas mientras su padre iba cambiando los sollozos por gemidos. Como yo estaba a punto de acabar le dije a su padre si me dejaba la boca de la zorra de su hija. Él aceptó y cambiamos de posición. Él padre se puso donde estaba yo y le dijo a Maura: – Hija, zorra, desde que se murió tu madre te he ido viendo crecer y viéndote como te ibas convirtiendo en una mujer de película. Te he visto como ibas con tus amigos con esa ropa de ramera. Te he visto como te lo montabas en tu habitación con tus novios. Y yo mientras solo, me conformaba con hacerme pajas imaginando lo que seria meterle la polla a mi niña. Ahora te voy a follar como a una perra. Vas a hacer lo que te pida y después te pagaré porque eres una puta de mierda. ¿Entiendes Maura? – Cállate papito! Follame si tu polla se pone dura. Seguro que soy demasiado mujer para un viejo verde como tú, cabrón.
Esto fue demasiado para el padre, que le metió la polla en su coño encharcado de golpe. Ella gimió como una ramera y yo aproveché que abrió la boca para meterle mi polla y comenzar a correrme. La muy zorra se fue tragando mi semen, mientras su padre la follaba, mirándome a los ojos. Se lo tragó todo, sin dejar ni una gota y acabó limpiándome la tranca y dejándomela limpia. Mientras su padre le metía la polla y le
insultaba y le decía que hacia tiempo que tenía ganas de tirarse a su hija. Yo estaba bastante cansado, así que me senté en el sofá para seguir contemplando como a la pelirroja de mi vecina se la iba tirando su propio padre mientras la insultaba y escupía. Cambiaron de posición y Maura se sentó encima de su padre y empezó a cabalgar mientras su padre le agarraba ese par de melones. Maura gemía, gritaba y cabalgaba a su padre de forma brutal.
– Papi que bien lo haces? me voy a correr si sigues así. Que polla tienes! Cuanto tiempo has perdido de disfrutar de tu hija mayor! A partir de ahora si pagas bien, podrás follarme cuando quieras papi – Cállate zorra. Me voy a correr dentro de ti. Te pagaré y te follaré cuando quiera. Tienes un cuerpo de infarto hija. Que coñito más dulce! Yo me estaba empalmando de nuevo viendo la escena, el padre jodiendo a la niña con cuerpo de modelo. Sus tetas se movían al ritmo de la polla del padre. En ese momento el padre le dio la vuelta le abrió de piernas y se la volvió a meter mirándole a los ojos y diciéndole: – Puta! Ramera! ¿Que te parece que te folle tu padre? – Cállate cabrón! Tu me insultas, pero bien que me estas follando. Te podías haber negado. Pero, ¿hacia tiempo que deseabas tirarte a tu hijita verdad? – Hacia demasiado tiempo, Maura. Con tu cuerpo todos mis amigos te miran con cara de salidos. Y yo siempre te he tenido que ver en casa con esos shorts y con esas camisetitas sin poder no mirarte mal. Cuando vemos la tele y te pones apoyada en mí siempre tenia ganas de desnudarte delante de tu hermana y follarte como lo hago ahora.
– – Mmmmmmmmm, estoy a punto de correrme papi. – – Yo también, mi bebita La situación era totalmente morbosa. Mi polla se había empalmado de nuevo. De repente sentí que alguien me acariciaba la polla. Miré y era la hermana de Maura. Se había quitado la ropa y estaba de rodillas mirándome con cara de niña que no ha roto un plato, pidiéndome permiso para chuparme la polla. Era preciosa. Con un cuerpo de escándalo como el de su hermana pero con una carita de niña buena que te hacia volverte loco.
– Me llamo Karina, esta escena me ha puesto muy caliente. ¿Te apetece follarme como lo esta haciendo mi padre a mi hermana Maura? – Será un placer, Karina.
En estos momentos oí los gritos de Maura y su padre. Estaban corriéndose como cerdos. Era una corrida espectacular. A Maura se le caían las lágrimas de placer y su padre estaba fuera de si. Mientras miraba la escena Karina, empezó a meterse mi polla en su boca mientras me miraba con un poco de rubor. Sin duda parecía no tener la carrera de ramera de su hermana, pero por algo se debe empezar y mientras Maura y su padre se encontraban abrazados en el medio del salón, yo me disponía a darme un festín con la hermana de mi vecinita. Para empezar quería que entendiese que aunque tenía un cuerpo de puta de lujo el control lo llevaba yo. Así que le agarré con dulzura del cabello para que mi polla entrara hasta el fondo de esa boquita y empecé a follarle la boca sin descanso. Ella estaba a 4 patas entre mis piernas y por momentos parecía que se iba a ahogar pero no se quejaba en ningún momento. Como era inexperta no producía en mi verga ninguna excitación especial, así que la tomé de los brazos y la levanté, solo para hacerla sentar sobre mi verga y follarle ese hermoso coño de niña, que tenia los labios muy cerrados y rosaditos.
Yo le recordé a su padre que si estaba pagando por el cuerpo de su hija era mejor aprovechar todo lo que pudiera.
– Tiene toda la razón, Maura, hija, Ponte a 4 patas que hace tiempo que le tenía ganas a tu culito. Y no te preocupes que pagaré el plus de romperte el culo guarra.
Maura sonrió y se puso a 4 patas rápidamente,. Karina que seguía cabalgando se empezó a correr como una verdadera puta. Gritaba y me arañaba y finalmente cayó exhausta encima de mí. El padre ya había empezado a encular a Maura y me dio un poco de envidia, así que hice bajar del sofá a Karina y la puse a 4 patas y sin mediar palabra le clavé mi polla en ese culito que debía ser virgen porque estaba muy apretado. Ella gritó como una zorra pero pronto empezó a acompañar el vaivén de mis acometidas. La cara de Karina, a quien yo le estaba dando por el culo, y la de Maura, que estaba siendo en enculada por su padre desde el otro lado, quedaro
n justo una enfrente de la otra, así que aprovecharon las dos para besarse y mientras se apoyaban en un brazo usaban el otro para sobarse las tetas una a la otra mientras nosotros las enculabamos. Su padre se volvió loco al ver la escena y empezó a encular con fuerza a Maura mientras escupía e insultaba a las dos hermanas.
La situación estaba llegando al limite, mi polla ya estaba a punto de acabar y el viejo no debía estar mucho mejor. Las dos hermanas pararon de manosearse y se acostaron boca arriba esperando que nos corriésemos en sus bocas. El primero en correrse fue su padre, pero en realidad hubo poco margen entre nuestras corridas, con lo que casi pareció un solo chorro multiplicado por dos. Me preocupé de observar bien como nuestros chorros iban a parar a sus caras y sus tetas, que quedaron todas llenas de aquel líquido blanco y viscoso.
Las dos zorritas nos limpiaron las pollas y el padre se empezó a vestir y sacó un fajo de billetes que tiró encima de las dos hermanas que se estaban morreando de nuevo. Se alejó y salió del piso. Mientras yo, desnudo y con dos bellezas jodiendose a mis pies pensaba en todas las aventuras que podía disfrutar teniendo a dos vecinas sumisas con cuerpo de diosas dispuestas a obedecer todas mis órdenes.
Lamentablemente luego de dos semanas de exquisitos festines sexuales con las dos hermanitas, tuve que irme de la ciudad por causa de mi trabajo, no me molestó mucho, ya que esa característica de mis labores son las que me permiten más y más oportunidades de conocer gente interesante, un poco enferma talvez, pero con la que puedo compartir mis experiencias, dándole la razón a Woddy Allen en sus palabras: "El sexo es sucio, pero solo cuando esta bien hecho"
Autor: PABLO jpsaaq (arroba) yahoo.com