Milfs. Sexo con maduras. Hola Amigos, es la primera vez que cuento una de mis experiencias sexuales, creo que es realmente buena para quedarse en el tintero de mi cabeza.
Antes que nada quiero empezar diciendo que me llamo Antonio, tengo 27 años, mido 1.75 m, soy moreno de ojos grandes, siempre he tenido buena suerte con las chicas, pero después de casarme me alejé de andar de pillo.
Por causas de mi trabajo, la mayor parte del año me la paso viajando a través de la República Mexicana, así como Centro y Sur América, casi siempre acompañado de mi compañero de trabajo y amigo Israel, el cual ya tengo 6 años en conocerlo, y es mayor que yo por 5 años.
La anécdota inicia cuando por causas de trabajo, fuimos a la ciudad de San Luis Potosí, en donde viven algunos parientes de Israel, los cuales tenía muchos años de no visitar. Pasamos a saludar a la tía de Israel ahí conocí a una de sus primas que se llama Gaby, la cual tiene 42 años, divorciada, morena de buen cuerpo y de un pensamiento bastante abierto. Mediante la cena avanzaba, me di cuenta que Gaby le tiró la onda a su primo.
En la siguiente visita a la casa de la familia de Israel, Gaby nos invitó a salir por la noche a comer y a bailar, pero para que yo no estuviera tan sólo llevaría a otra prima de Israel, la cual en esos momentos yo no conocía y a Eva su amiga.
Ellas pasaron por nosotros al hotel como a la 9 de la noche, fue cuando conocí a Eva, la cual tenía como unos 38 años (nunca supe su edad con exactitud), así como a Nubia que tenía 46 años, madre de tres hijos divorciada que para su edad se encontraba en excelentes condiciones (mide 1.70m, un busto algo grande y levantado, tal y como me gusta).
Cuando llegamos al restaurante de comida italiana, fue cuando vi lo guapas y atractivas que se veían, Gaby y Nubia llevaban vestidos cortos y entallados, y Eva traía un pantalón entallado, durante la cena iba de manera tranquila; sin embargo, durante la plática ellas insinuaban muchos temas relacionados sobre sexo, y satisfacciones. Después de la cena decidimos en forma unánime ir a un antro, en el cual ellas se ponen de buen ambiente.
A nuestra llegada al antro, empezamos a tomar, y entre el calor de las copas y la poca conversación que existía por la música del lugar, empezamos a bailar entre todos, excepto Gaby que no le gusta bailar, Israel principalmente bailaba con Eva y yo con Nubia, aunque hubo momentos que estábamos bailando Israel y yo con otras chicas, cuando bailamos, ellas empezaron a bailar de manera bastante subjetiva, dejando notar lo sexys que eran.
Como a la una de la mañana, Eva por desgracia (si se le puede decir de alguna manera) se fue, y nos quedamos únicamente Israel, sus primas y yo, ya prendidos y con unas copas encima, Gaby empezó a bailar con Israel, mientras Nubia y yo bailábamos cada vez cachondamente, sin importar el espectáculo que estábamos haciendo; para esos entonces Gaby y Nubia ya me decían primo.
Como a las tres de la madrugada, el antro cerró, por lo que nos llevaron al hotel, Gaby iba conduciendo con Israel de copiloto, mientras tanto Nubia y yo íbamos en el asiento de atrás cotorreando. Como el Hotel se encontraba a unos quince minutos del antro, a todos nos empezó a andar del baño, pero la que más se quejaba de esa necesidad era Nubia.
Cuando nos dejaron en el hotel, subieron a nuestros cuartos para pasar al sanitario y seguir tomando el vino que no nos terminamos en el antro, (es importante mencionar que los cuartos de Israel y el mío se encontraban comunicados por una puerta, por lo que era fácil ir y venir entre los cuartos), Como era de esperar Gaby pasó al baño de Israel, mientras que Nubia entró al mío, yo ya un poco entonado me metí al mismo tiempo que ella a usar el baño, lógicamente yo en la regadera, sin que ella pusiera ninguna objeción al respecto.
Cuando salimos, empezamos a besarnos y nos dirigimos al cuarto de mi amigo, donde mi amigo y su prima ya se encontraban acostados escuchando música, por lo que le propuse a Nubia ir a mi habitación, cerramos la puerta y empezamos a fajar de un a manera bien rica.
Como a los 15 minutos de estar conociendo nuestros cuerpos en forma táctica, todavía sobre la ropa, en el cuarto de a lado se escuchó un aaahhh en forma fuerte y seca, por parte de Gaby (lo que significaba que su primo ya se la estaba cogiendo), en eso Nubia me dice – Creo que los primos se están divirtiendo –, por lo que en esos momentos empecé a quitarle la ropa para continuar con lo que ya habíamos iniciado.
Me propuse darle una mamada que nunca olvidaría en su vida, empecé a bajarme, y fue en ese momento que me llegó ese olor a yegua madura (dicho olor nunca lo había sentido toda vez que con las chicas con las que he tenido intimidad son casi de mi edad), por lo que me enloqueció, en esos momentos en lugar de chupar su concha me propuse jugar con mi dedo en su clítoris.
Como vi que se enloquecía con la dedeada, así como la chupada y mordisqueada de pezones, que le estaba dando, continué haciéndolo aproximadamente por casi 40 minutos, en ese momento sentí como se venía como tres ocasiones, ya casi al final le tenía metido cuatro dedos de mi mano en su concha, la cual no he mencionado, la tenía depilada hasta la zona del bikini, por lo que ella siguió masturbándose su clítoris, yo estaba encantado, cuando me cansé de hacer dicha empresa, ella se incorporó y me empezó a chupar la verga de una manera exquisita.
Ya llevábamos un rato en esa posición cuando le pedí que se montara en mí, por lo que Nubia gentilmente se montó, y empezó a cogerme de una manera sabrosa, y ardiente, parecía una niña con juguete nuevo, mientras tanto todavía en el otro cuarto se escuchaban los gritos de satisfacción de mi amigo y su prima, en esa posición yo jugaba con las chichas de esa sabrosa madura, la cual se veía que no sólo quería que le metiera, sino que se la quería devorar toda. Ya después de un rato, yo estallé dentro de ella, mientras ella llegaba al que yo creía era su cuarto orgasmo.
Posteriormente, cuando nos acostamos le dije a Nubia que me había encantado esa experiencia, ella me confesó que ningún hombre le había dado la satisfacción que le había dado, que cuando la estaba masturbando se vino en 5 ocasiones, ese comentario me llenó todavía más de satisfacción.
Como a las seis de la mañana ellas se fueron del hotel. Dejando una historia más en mi vida. Adiós.