Gay. En la playa no tuvo éxito, pero de regreso a la cabaña de sus padres en el bus se excitó con su olor a macho en celo.
a verdad que a mí no me gusta mucho la playa y a mis padres siempre nos obligaban a ir a la cabaña que tenían en una playa de gente de la alta, la verdad a mi no me interesaba eso porque los jóvenes que podía ver era muy pesados y no se podía compartir con ellos. Cierto día salí temprano de la cabaña y tome un bus que iba hacia playas más populares, la verdad me sorprendí de ver tanta gente y de tan variado estilo, pero le hacia más atractivo para mí, me saque el pantalón, ya que andaba con traje de baño abajo, era una zunga(traje de baño pequeño), y de mi mochila saque una toalla posando sobre ella, la verdad es que se me notaba bastante el paquete y lo podía corroborar por debajo de mis gafas, porque la mayoría de las personas me miraban al pasar por mi lado, pero yo descaradamente abrí mis piernas para que me vieran mejor. Repentinamente miro hacia un lado y había un muchacho de unos 19 o 20 años (tengo 22), bien parecido, de cuerpo atlético que me estaba mirando, le deje que me mirara mientras me sobaba lentamente mi paquete, luego de un rato le quise hablar pero este se levanto rápidamente y se alejo. Espere un rato que se me quitara la erección y me fui a almorzar a un restaurante y por la tarde me fui a la playa nuevamente tratando de enganchar con alguien, pero aunque muchos me miraron nadie se acerco. Ya por la tarde me dispuse a regresar a la cabaña de mis padres, tuve que esperar bastante el bus incluso camine un poco para conocer un poco. Después de un rato paso un bus que la verdad venia bastante lleno, apenas pude subir, como pude fui pasando por el pasillo para instalarme detrás de una cabellera rubia larga que al principio me pareció que era una mujer pero con el pasar del tiempo me fije que era un varón, le mire de pies a cabeza, la verdad que me costo un poco poder verle totalmente pero se veía bastante bien, fornido y por sobre todo un unas nalgas muy gorditas y paraditas, andaba con un pantalón de baño muy corto que casi deja ver la marca de sus glúteos. De pronto, en lo que se acomodaba la gente, traté de retroceder para no incomodarlo al sentirme detrás y con tremenda erección, las personas que en este momento ya se encontraban a los lados del, se acomodaron, hicieron algún movimiento y no sé por qué, él retrocedió, y me pegó sus nalgas, en este momento sentí una sensación de calor, y mi verga empezó a presionar por salir además que andaba sin slip(calzoncillos), podía sentir sin mucho esfuerzo su olor a macho en celo, y esto me puso aún más inquieto, mi erección se hacía muy notoria por lo que tuve que acomodarme la verga hacia arriba para disimular. Al detenerse bruscamente el bus en alguna intersección, el se pegó a mí un poco más, pensé que se molestaría, pero me di cuenta que al contrario de lo que yo pensaba, empezó a frotarse disimuladamente en mi verga ya erecta yo no tuve más camino que el de seguir el juego. Con la agitación acelerada, aproveché para adelantar una pierna y colocarla pegada a la pierna del, a su vez él enderezó la suya, haciendo que el contacto entre nuestras pieles fuera más fuerte. Sentí que su trasero se acomodaba más, haciendo que mi miembro se colocara justo entre sus nalgas, lo que hizo que mi verga creciera aún más, coloqué una mano en su cintura levemente, lo suficiente para atraerlo más hacia mí, como respuesta arqueó más su cintura pegándome su culo. Esto me dio valor, y empecé a bajar la mano hacia su culito presionando su nalga izquierda y empezó lentamente a presionar sobre la misma, para esto sentía mi verga avanzar sin resistencia entre sus nalgas, sentía mi ropa mojarse de liquido preseminal, y me apreté aún más hacia él, giré mi mano y empecé a frotar ahora ya con la palma abierta sobre su nalga aún por encima de su pantaloncito, luego la tibieza de su piel, y así seguí frotando su muslo velludo que me excito aún más, sentía con la yema de mis dedos su pierna y el se dejaba hacer, así que proseguí mi avance, muy nervioso y excitado. Sentí tensar su cuerpo al contacto de mi mano pero no se separó
; en absoluto, sentí que su culito se levantaba como queriendo atrapar mi verga entre las nalgas, así que avancé mi mano, que se dirigió hacia el centro de su culito, mis dedos empezaron a frotar su hoyito, a tratar de meterse entre sus nalgas, ¡lo hice!, Dejándome entrar más y más, mis dedos por fin sintieron la presencia de su ano apretando ya en este momento mi dedo.
El se inclinó más aún y me dejó el camino libre para tocar lo que yo quisiese, pero en este momento mi miembro estaba que quería reventar de la excitación. Las circunstancias estaban dadas, como les dije antes andaba sin calzoncillos y me atreví a bajar la cremallera de mi pantalón y sacar mi verga de esa prisión. Entonces pues, lo hice, así erecto y enorme estaba, deseando penetrar, lo dirigí hacia sus nalgas y él, al principio se sobresaltó, pero luego quiso sentirme más y se inclinó como estaba desde hacía rato. Toque su culo, sintiendo sus nalgas suaves, su ano, que, de rato en rato apretaba mi glande pidiendo ser penetrado con fuerza. Quise abrirle el pantalón por un lado para meter mi verga pero, para mi sorpresa descubrí un agujero justo en medio de su pantalón, mi pene se colocó en el agujero que acababa de descubrir y lentamente empezó a entrar, sentía su calor rodeándome, apretando mi verga. Sentía los anillos de su recto apretando toda la extensión de mi verga, el no tener a nadie pegado a mí tras mío, me permitió iniciar el vaivén de entrar y salir, y el movimiento del bus, disimuló el movimiento que yo hacia. De pronto el se movió un poco, enderezándose y provocando que mi pene saliera de su delicioso ano, esto me decepciono por unos momentos, pero, me doy cuenta que sigue el vaivén como si estuviera culiando y miro por un lado y veo que un hombre de unos 50 años que iba sentado le estaba mamando la verga, me asuste que alguien pudiera vernos a los tres en esa situación, pero, el muchacho llevaba un chal con el cual disimulaba lo que le hacia el mamador, al final deduje que los que estaban mirando les gustaba el espectáculo como nadie decía nada se me quito el susto y nuevamente me armo de valor y trato de introducir mi verga que estaba a mil. Mí lubricado glande enfiló hacia esa entrada que realmente estaba muy rico, empujé un poco, y el se pegó más a mí, con mi primera embestida le introduje la mitad de mis 21 centímetros, casi jadeando y con el miedo a ser descubierto, me quedé un rato inmóvil, fue él, continuó, empujo más hacia atrás, y al sentirlo, hice lo mismo, entonces si que pude metérsela toda, y sentir su culo pegado a mis caderas, con el movimiento del bus, me excitaba tanto a la vez que él se movía dándome más placer como también a vejete que se la estaba chupando, sentí un calor nacer desde mi interior, y ese calor concentrarse en mi sexo, para luego centrarse en mis testículos y llevarlos a la descarga final, El conducto de mi verga fue el camino para el semen que llenaría a este amante fortuito. Le llené los intestinos de mi «leche», y sentí una sacudida en mi cuerpo al sentir apretar mi pene me indicaba que también estaba acabando en la boca del viejo, ambos exhaustos sentimos nuestras piernas doblarse, pero nos sostuvimos y al fin pude retirar mi miembro de su interior, parecía que su ano no quería soltar mi flácido pene, pues tuve que jalar con cierta fuerza, ya que su anillo presionaba sujetando mi verga, de tal manera que la estiraba casi negándose a soltarla. Disimuladamente guarde mi verga en el pantalón y continuamos el viaje sin que él me diera la cara. Llegando a mi destino le pase a llevar, pero, no me miro, baje del bus y miré hacia arriba y él me cierra un ojo. Otro día intente nuevamente ir a la misma playa pero no tuve éxito.
Ésta es una más de mis historias, y me gustaría recibir mensajes de chicos que quieran opinar o contarme de historias parecidas, o diferentes, además de hacer una amistad que nos permita decirnos o contarnos de todo. Escríbanme a mi correo: gustavofigueroa (arroba) uole.com