Ahora ya hablastes de como tocar el sexo anal de hombre. Ahora mejora la tecnica
En los dos artículos anteriores, hablé acerca de cómo puedes abordar el tema del placer anal masculino y cómo comenzar a explorar el trasero de tu chico.
Si todo ha salido bien, seguramente querrás mejorar tu técnica, adoptar nuevos elementos y ayudar a tu chico a disfrutar nuevas formas de placer anal. Esta tercera entrega está dedicada a la penetración del hombre con consoladores, bolas anales, plugs anales y vibradores. También un par de ideas acerca de la estimulación oral-anal.
Lo más importante que tienes que recordar es, como he dicho antes, que el sexo no es una actividad orientada a alcanzar una meta. El juego anal no necesariamente tiene que conducir a la penetración. Se puede obtener mucho placer con la estimulación exterior del ano, por lo sensible que es. Pero si él lo disfruta y tú también, más tarde o más temprano surgirá la idea de una exploración más profunda.
Rimming (analingus, estimulación oral-anal o también beso negro). Alguna de ustedes podrá arrugar la nariz al leer esto, pero casi todas las personas que disfrutan del sexo anal y que han sentido el placer de un beso negro te dirán que es una sensación increible. Para el que lo hace puede ser muy excitante y placentero también. En cierta forma es algo similar al cunnilingus, pero se le puede hacer lo mismo a un chico que a una chica.
Desafortunadamente, el beso negro no es una de las actividades más seguras del mundo. Aunque el riesgo de transmisión del VIH es relativamente bajo, hay un alto riesgo de transmisión de hepatitis A, B y posiblemente C, que son enfermedades mucho más comunes que el VIH, así como de parásitos intestinales y otras enfermedades de transmisión sexual.
Por este motivo los fabricantes de accesorios de cocina han tenido el detalle de inventar el papel plástico para envolver (film transparente). Bueno, tal vez no haya sido ese el motivo, pero ha sido una excelente idea, ¿no crees? Primero aplica un toque de lubricante en su ano, luego extiende un trozo de film entre sus nalgas y ¡…a disfrutarlo! Optra opción son las barreras dentales (dental dams) que no son más que un trozo cuadrado de látex. El film transparente tiene la ventaja de que es muy barato y no tiene ningún sabor. También puedes untar alguna golosina, por ejemplo nata montada, (en tu lado de la barrera por supuesto) y disfrutar de un delicioso sabor mientras exploras su lado sensible. Las barreras dentales de látex no deben ponerse en contacto con ningún alimento o lubricante que contenga aceite.
Si va hacele el beso negro sin protección, pídele que se lave bien con agua y jabón, y se enjuague bien. Después de hacerlo enjuágate la boca con algún colutorio bucal antiséptico. Estas dos medidas reducen bastante el riesgo pero no lo eliminan.
Los lubricantes. Lo digo una vez más, esto es realmente muy importante. No querrás nunca estar a mitad de una sesión de sexo anal tremendamente caliente y de pronto quedarte sin lubricante. No todo el mundo prefiere los lubricantes espesos, pero realmente son la mejor solución para iniciarse en el juego anal, porque éstos proporcionan una protección mejor para la piel. Existen excelentes marcas de lubricantes que se pueden adquirir en la farmacia o en la sex-shop. Es muy importante tener en cuenta que nunca se debe utilizar para estos fines ningún lubricante basado en aceites (como el aceite infantil) si se pretende utilizar condones o juguetes de látex, pues el aceite disuelve el látex. Hay algunos lubricantes muy buenos basados en silicona, pero habrá que tener encuenta que éstos disuelven los juguetes que estén fabricados con silicona.
La próstata. Muchos textos acerca de la sexualidad masculina ignoran la próstata, lo cual es un error. Es una glándula del tamaño de una nuez, situada varias pulgadas dentro del recto, la profundidad varía de un hombre a otro, pero a veces de puede alcanzar con los dedos y otras veces se requiere un consolador. Las mujeres no tenemos próstata. Hay quienes afirman que la próstata es el equivalente masculino de nuestro punto G, por eso no debes sorpenderte si oyes decir que muchos hombres experimentan una sensación alucinante e incluso llegan al orgasmo al estimularles la próstata.
Cuando localices su próstata, te recomiendo que seas delicada, hurgar indiscriminadamente puede dolerle. Per
o acariciarla suavemente lo enloquecerá. Recuerda: no todos los hombres disfrutan con la estimulación de la próstata, ésta no es indispensable para que la estimulación anal sea muy placentera, pero a muchos hombres realmente les encanta.
Tapones anales (plugs). Como ya dije la vez anterior, los dedos no son precisamente la parte más blanda del ser humano. Por eso, aún en el caso de que para alguien no sea agradable sentir un dedo dentro del ano, es probable que un juguete anal delgado le resulte delicioso, debido a que éstos están desprovistos de uñas, callosidades o nudillos. Hay una gran variedad de plugs anales en los sexshops. Los que están hechos de silicona tienen la ventaja de que se pueden hervir para desinfectarlos después de usarlos. Si lo prefieres puedes utilizar un condón para mantener limpio el plug anal, debes anudar el final del condón alrededor de la base del plug, o bien recortar un dedo de un guante de latex y colocarlo en la parte insertable del plug.
El nombre de plugs anales o tapones anales que se le da a estos juguetes no me parece muy acertado. Supuestamente se pueden dejar insertados en el ano mientras te dedicas a otro tipo de estímulos, pero según mi experiencia, raras veces se mantienen ahí si no se sujetan de alguna manera, especialmente los más pequeños. Algunos modelos sí se mantienen puestos pero son bastante más gruesos que lo recomendable para los principiantes.
Muy importante: cualquier cosa que insertes en su ano, debes estar absolutamente segura de que tenga algún tipo de borde o base más ancha que la parte insertada. A diferencia de la vagina, el ano es muy profundo y al menor descuido, un juguete que no tenga esa base ancha se puede deslizar en su interior. Puede parecer una tontería pero ya verás lo fácil que se escapan los objetos de tus manos cuando las tienes embadurnadas de lubricante.
Los vibradores.
Éstos pueden ser especialmente agradables para las exploraciones anales. Las vibraciones ayudan a relajar el ano, facilitando la penetración, y geralmente la sensación es deliciosa. No a todos les gusta, pero dado que éstos no son demasiado caros, vale la pena intentarlo. De igual forma, asegúrate de que el vibrador tenga un borde o forma más ancha en su base para evitar que se deslice totalmente dentro de su recto. Si esto ocurre con el vibrador funcionando y no logras sacarlo, habrá que ir a urgencias inmediatamente. El calor generado por el motor del vibrador puede causar problemas serios. No obstante, con un vibrador pequeño, sin base, se puede estimular la zona exterior del ano de forma muy placentera.
Tira de bolas anales.
Este es otro juguete anal por excelencia. En algunas todas las bolas son del mismo tamaño, mientras que en otras cada una de las bolas es mayor que la anterior. Su diámetro es relativamente pequeño, pero generalmente se requiere la ayuda de los dedos para insertarlas en el ano, por eso tal vez no sean lo más apropiado para iniciarse. La idea consiste en introducir todas o la mayoría de las bolas, y luego sacarlas de una en una, o todas de una vez, en el momento en que él está llegando al orgasmo. He escuchado la opinión entusiasta de bastantes amigos acerca de esa técnica, aunque perfectamente se pueden intentar otras variantes. Para esto se necesita lubricante en grandes cantidades, de lo contrario puede ser muy desagradable sacarlas.
Consoladores (dildos).
Como en todos los casos anteriores es buena idea comenzar con algo pequeño. Esto no quiere decir que a ellos no les guste que le metas algo grande en su ano, en realidad a muchos les gustará más grande de lo que crees. Pero con alguien que se está iniciando en la penetración anal es mejor que seas conservadora. Es mucho más sexy que te diga: «¡…me gusta… quiero más! en vez de: ¡…aaay, aléjate de mi con esa cosa! Repito, debes garantizar que cualquier dildo que le metas ahí tenga una base considerablemente más ancha que su tronco. No es nada divertido ponerse a hurgar para intentar sacar de su recto algo que se te ha escapado de las manos, y si se quedara ahí metido significa una visita a urgencias.
Los dildos de silicona son algo más rígidos que los demás, algunos opinan de esa forma facilitan la penetración anal. Los de jelly por otra parte, son más baratos, dando la posibilidad de probar con distintos tamaños sin incurrir en un gasto exagerado. Los juguetes de látex no se pueden hervir, pero los puedes mantener limpios si los proteges con condones, o simpemente lavándolos bien con jabón bactericida despu&ea
cute;s de usarlos. También necesitarás enjuagarlos antes de su uso pues tienden a recolectar pelusas.
Muchos consoladores tienen forma de penes. Si tu chico por alguna razón rechaza la idea de ser penetrado con una imitación del órgano masculino, puedes encontrar también algunos excelentes modelos de consoladores que no tienen una forma tan representativa.
Ve lentamente. A él puede ser que le guste el movimiento de entrada-salida de forma repetida o que prefiera simplemente la sensación de plenitud que produce tener un dildo en su interior. De cualquier forma, le encantará que acaricies o beses su pene y el resto de su cuerpo, mantén el contacto visual, y dile cuánto te excita verlo con sus piernas separadas y un dildo en su ano.
Si esto realmente le gusta, te pedirá más y más. El próximo artículo tratará acerca de los consoladores con arnés (strap-on).
Autor: E2
e2uar2 ( arroba ) mixmail.com