Hola quiero continuar contando lo que me ocurrió recientemente, mi nombre es Bob Saget y estuve trabajando de profesor en una escuela universitaria de chicas.
En anterior relato conté como estando en la biblioteca una tarde apareció Joan una chica morena muy bien desarrollada con su uniforme de la escuela.Como me la había follado encima de la mesa de la biblioteca. Pues aquí va lo que pasó al día siguiente.
Al día siguiente a la misma hora pareció Joan vestida con su uniforme de la escuela, venía a verme con aquella falda de tablas, su camisa blanca ceñida a su cuerpo con su corbata roja y verde, sus zapatos negros brillantes y sus calcetines blancos con una franja roja.
No pude evitar sentirse sexualmente atraído de nuevo, me había masturbado toda la noche pensando en el polvo que le había echado. Ella también había tenido que masturbarse en su habitación recordando mis dedos en su coño y como mi polla la desvirgó.
Fui a levantarse para recibirla y mirar si había alguna alumna, no había nadie.
— Tranquilo profesor, hoy no vengo a que me ayude con el ingles, solo a devolverle el favor de ayer.
Puse una cara de no comprender pero en cuanto pasó al otro lado de la mesa y me dio un suave beso en los labios comencé a entender.
Nos dimos un beso húmedo en el nuestros labios, nuestras lenguas se rozaron con dulzura. Pude sentir la punta de su lengua humedecerme la boca y por último con su pasión juvenil besarme tan intensamente que buscaba entrelazar nuestras lenguas. Fue un beso tan intenso y pasional que no puedo evitar excitarme, y mi polla empezó a deformara la cremallera de mi pantalón. Aunque en ese momento no podía saberlo aquel beso le había humedecido la ropa interior a mi alumna.
Dispuesta a compensar a su profesor se arrodilló entre la silla y la mesa, con algo de dulzura, malicia y de deseo reflejados en sus ojos fue soltando el cinturón, que ayer le costó tanto y luego la cremallera del pantalón.
El bóxer negro ajustado que llevaba se veía deformado por la tensión de mi verga. Desde tan cerca podía sentir su aliento sobre mi polla. Sin pensarse lo dos veces le dio un beso. Mi cuerpo se convulsionó en la silla quedándome sentado en ella. Joan por encima de la tela fue recorriendo aquella polla con la que seguro que había soñado la noche anterior, lamía desde la base hasta los huevos.
Estaba excitado con sus suaves besos a mi miembro erecto, me fijé que estaba metiendo su mano bajo su falda y con sus dedos estaba tocando la humedad de sus braguitas.
Sonó la puerta. Me puse nervioso y la empujé debajo de la mesa. Ella se quedó quieta allí abajo hasta nueva orden, con una mano dentro de su bragas y otra sobre mi polla y con el olor de mi polla a escasos centímetros de su cara.
Era Belén otra alumna mía, la cual saludé con la vista, ella dejó su cosas en una mesa y luego vino a donde estaba yo sentado.
Belén era una chica tan guapa como Joan ambas no se llevaban nada bien.
La joven estaba tonteando conmigo y entre risitas y preguntándome cosas. Estaba nervioso ya que tenía escondida bajo la mesa, con sus bragas empapadas y con mi polla a escasos metro a Joan.
Joan no se estuvo quieta y bajó mi bóxer y extrajo mi pene el cual se quedó totalmente erguido. Tenía las venas marcadas, el capullo sonrosado se mostraba en pleno esplendor, de su punta brotaban pequeñas gotas de flujos que delataban mi excitación. Ella recogió aquellas gotas con la punta de su lengua. Algo que me se estremeció.
– Belén, deberías ponerte a estudiar en tu sitio.- le dije para alejarla de mí.
– No, es que tengo dudas, ¿Esta Usted bien profesor? —preguntó la inoportuna compañera de clase.
– Si, si muy bien —contesté mientras Joan se iba introduciendo mi polla hasta el fondo de su boca.
Pese a lo comprometido de la situación ella no podía parar. Si seguía así estallaría en breve mis gemidos de placer por el roce de su boca sobre mi polla y aquello terminaría por delatarnos.
Ella seguía y por cada lamida, me dada una succión algo que me daba placer y notaba como en su boca se agrandaba mi polla. Su boca se hacía más estrecha y con ella mi excitación aumentaba y se me acercaba más mi orgasmo.
Yo apenas conseguía mantener una conversación coherente con Belén mientras Joan disfrutaba para ella sola de mi polla bajo la mesa.
Me estaba llevando al orgasmo delante de aquella alumna. Aceleró el ritmo de su boca. Mamaba, succionaba, chupaba, lamía, besaba, con sus labios se follaba a mi verga cada vez más erecta y excitada. Intentaba mantener la cabeza fría mientras miraba a Belén la cual estaba buscando dudas en sus apuntes para que yo se las resolviera.
Estaba sintiendo que me iba a correr y le pedí a Belén que trajera un libro de consulta que estaba al final de la sala, Belén se levantó y se fue caminando mientras que yo contenía mi orgasmo cuando la perdí de vista un instante sentía brotar de mi polla en un intenso orgasmo todo mi semen estaba saliendo y noté como se llenaba la boca de mi alumna de mi semen, no pude evitar un jadeo antes de correrme. Que disimulé con una tos.
Miré abajo de la mesa a Joan sonreír mientras se relamía de gusto mi semen en su boca.
Cuando Belén se fue saqué a Joan de debajo de la mesa y nos vestimos prometimos no más encuentros en la biblioteca… no os voy a decir si lo cumplimos o no.