Hola gente, buenas tardes…voy a contar la linda historia que viví hace un par de semanas en el lugar donde radico, para no dejar al desnudo a mi acompañante cambiaré su nombre (la llamaré Irma) y yo seré su amor.
Irma es una señora muy guapa que desde el momento que la vi llamó mi atención, ella tiene 24 años, tiene un cuerpo muy deseable, unas nalgas preciosas que a más de uno roba miradas, y una sonrisa muy coqueta que me flechó. Al principio Irma no estaba en mis prioridades ya que yo tengo novia, sólo sabía que era atractiva y ya, cabe mencionar que en el trabajo no hay chicas así de guapas como ella, apenas llevaba una semana cuando mi compañero de habitación hizo un comentario que ella dijo, “el que a mí me gusta anda por ahí y ni cuenta se dá que lo miro” o algo así recuerdo…sopas, ese fue el comentario para ahora sí interesarme por ella. Al siguiente día la comencé a buscar con la mirada, pasaba por donde ella estaba y chocábamos miradas y pequeñas sonrisas de complicidad, mis ojos no sabían hacia dónde dirigirse para no ver ese tremendo trasero, algo entre nosotros se avecinaba,…así fueron pasando los días y las miradas y pequeñas platicas se hacían llegar sin importar que los demás dijeran cosas de nosotros.
Quedamos en repetidas ocasiones en irnos del trabajo hacia nuestras casas pero nunca podíamos concretar algo, incluso yo llegué a dejar mi motocicleta en el trabajo para pasar un poco más de tiempo con ella, todo parecía alguna historia de manitas sudadas hasta ahí, hasta que por fin decidí poner fin después que en repetidas ocasiones me había quedado mal, comencé con “un castigo” y este constaba de un día escaparnos del trabajo para poder pasar rato dándole esos besos que moría de ganas por darle…cabe mencionar que hasta aquí sólo le había podido dar un beso mientras nadie nos veía.
Por fin llegó el viernes, el día tan anhelado para vernos, yo según iría a la ciudad cercana para hacer trámites y ella tenía que pedir permiso para hacer X cosas en su casa, y ¿qué creen?, me volvió a quedar mal, yo ya esperaba para llevarla en donde habíamos acordado y ella jamás que aparecía, ya comenzaba a echar humos por estar molesto cuando la vi pasar mientras su esposo la llevaba al trabajo, ella muy astuta reconoció la moto fuera del local donde estaba yo y volteo mostrando una cara de niña traviesa, hasta ahí parecía todo arruinado por el esposo celoso…no conforme por lo ocurrido seguí llamándola y enviándole mensajes para poder llevar a cabo nuestro plan, fue realmente de angustia este día porque tenía ganas de tenerla y hacerla mía y no lograba mucho…al fin ella pudo salir del trabajo, fui por ella y la esperé unos metros antes de donde el guardia no nos pudiera ver huir. Ya para este tiempo disponíamos de pocas horas, yo planeaba algo más romántico para ella en nuestro primer encuentro pero al parecer teníamos que ir directo a los hechos, le comenté esta situación y le propuse ir directo a un motel a lo que ella no opuso mucha resistencia, me abrazó con sus manitas todas sudorosas por tanto nervio y adrenalina por la infidelidad que se avecinaba. Ambos nerviosos salimos disparados a buscar el motel más cercano, llegamos y entramos a la habitación (nada cómoda por cierto) y comenzamos con un tímido abrazo y beso, yo estaba a mil ya, ella temblaba y me decía que no podía creer que estuviera ahí conmigo, seguimos abrazados y dándonos pequeñas caricias, sugerí que nos bañáramos (hace un calor del demonio donde vivimos) para estar más cómodos, pasé yo primero y salí sólo con bóxer, enseguida pasó ella y salió con la diminuta toalla que apenas cubría su lindo trasero y pechos paraditos, se tendió en la cama donde ya la esperaba y comenzamos tímidamente los hechos, tocaba sus pechos, ella no me dejaba avanzar mucho, recorría su cuello y lograba escuchar sus primeros pequeños gemidos de placer, confieso que también yo sentía un poco de nervios porque no me considero muy hábil en estas cosas, seguí intentando comer sus ricos pezones paraditos sin que lograra mucho, las cosas se complicaban por los nervios que inundaban su cuerpo y mente, después de repetidas ocasiones logré ponerla un poco caliente y bajé mis manos hasta llegar a su trasero y me llevé tremenda sorpresa, ella no traía ropa interior ya y eso me puso a mil, tenía a mi hembra en la cama ahora sí con ganas de coger y no podía perder más tiempo, busqué el condón que estaba ya listo al borde el buró y me lo puse, ahora pude sentir su lindo coñito bien mojadito, ese olor inundó mi cerebro y sentí lo caliente que estaba mi mujer ahí recibiendo por primera vez mi verga poco a poco, en ese momento noté que mi hembra a pesar de estar casada no recibía su dosis de pene como debería porque estaba muy apretadita, al cabo de unas penetradas me pidió coger sin protección y en par de milésimas de segundos salió disparado el condón, después de eso seguí y cada vez que entraba y salía sentía tanto placer que no podía contener mis gemidos también, mi Irma comenzaba a gemir un tanto involuntario porque podía ver su cara de placer, la penetré en repetidas ocasiones de misionero hasta que ella quiso probar mi pene desde otra posición, se subió a mí, ahora ya con menos pudor y preocupación y de un sentón se dejó caer sobre mí, eso hizo que casi se me escapara un grito, era tan delicioso lo que estaba viviendo y el olor a sexo inundaba toda la habitación, debo admitir que ese olor me embriaga y pensar que su coñito estaba súper mojado me ponía más que lujurioso. Pasamos aproximadamente 10 minutos cogiendo y cambiando de posición, noté que ella no estaba al 100 en los hechos y eso no me agradó mucho, dejé de penetrarla y decidí acostarme al lado suyo y simplemente besarla y abrazarla, platicamos un momento, perdí la erección y seguimos en plática…luego de estar así ella me dijo que quería coger de nuevo y me puse en marcha, no quería dejar pasar la oportunidad y terminar sobre ella, ahora sí la tomé como mi hembra y la dominé, la penetraba como mi amante y ella ahora sí gemía sin importar nada, luego de darle y darle con todas mis fuerzas ella dijo que se notaba que me la quería coger, esas palabras me pusieron como su domador, le di duro hasta casi quedarme sin respiración, pausé para agarra aire, ella me pidió que me corriera dentro de ella y yo sin pensarlo acepté, seguí cogiéndola como a mi hembra le gustaba y terminé dejándole toda mi lechita en su coñito tan mojado. Terminamos y me abrazó con una cara de satisfacción y culpa, era tan linda esa cara que me cuesta trabajo olvidar, nos bañamos y salimos para dejarla nuevamente al trabajo, yo seguí para mi reunión ya que llevaba rato de haber comenzado.
Después de 3 horas de haber estado con ella salí de la ciudad para tomar unos días de vacaciones y espero que a mi regreso pueda seguir escribiendo este tipo de aventuras que he tenido con mi linda hembra, mi Irma.
Continuará…