Por debajo se le notaba una diminuta braguita, pues eso era lo que yo siempre le exigía q se pusiera. Carlos al ver esa figura de diosa se sonrió con cara de malicia y yo me quede con la boca abierta al ver a mi esposa de esa forma e inmediatamente le reclamé, pero Vero se interpuso de inmediato y dijo que era normal que anduviera así pues al fin era su casa y los extraños eran ella y Carlos.
Cierto día me encontraba en mi casa divirtiéndome con Ailin, mi esposa, tomando algunas cervezas. Ella es bastante cachonda y con un cuerpo muy bonito, unas piernas muy bien torneadas, es morena y posee unas tetas y una cintura hechas a la medida, es apenas una chica de 25 años mientras yo le llevo 5.
Bueno como os decía estábamos tomando algunas cervezas y ya caía la noche. Eran alrededor de las 8.00 de la noche cuando vimos que hacia nuestra casa llegaba una pareja, era mi amigo Carlos y su novia que venían a pasar un rato con nosotros. Ninguno de los cuatro imaginaba lo que en esa primera mitad de la noche nos esperaría.
Después de los habituales saludos Carlos y yo nos sentamos en la sala y tomando algunos tragos comenzamos a conversar de nuestros temas, mientras Ailin y Vero, q es así como le decimos a la novia de Carlos, salieron para la cocina a preparar un saladito (que es algo así como un entremés).
Al rato Vero regresó con aquel delicioso plato, y mientras lo hacía, les digo que aquella figura que venia caminando desde la cocina hacia nosotros, me deslumbró, pues ella tiene el caminar muy sexy y un cuerpo espectacular y aunque nunca habíamos tenido nada entra ella y yo, por mi mente pasaban fantasías con ella pues no era la primera vez que compartíamos juntos. Ella siempre que bebe unos tragos quiere tirarse a Carlos y
a todo el que esté en frente.
Carlos notó mi forma de mirar a Vero pero todo quedó ahí. Mientras conversamos temas que nos iban subiendo el tono, le pregunté a Vero por Ailin y me dijo q había ido a darse una ducha.
Nosotros seguimos tomando y comiendo los tres por unos minutos hasta que de mi habitación vimos salir a Ailin. Toda una diosa, pues parece q el alcohol la había desinhibido bastante y se sentía lo bastante suelta para salir del baño con una bata muy transparente que solo usaba cuando íbamos a dormir.
Por debajo se le notaba una diminuta braguita, pues eso era lo que yo siempre le exigía q se pusiera. Carlos al ver esa figura de diosa se sonrió con cara de malicia y yo me quede con la boca abierta al ver a mi esposa de esa forma e inmediatamente le reclamé, pero Vero se interpuso de inmediato y dijo que era normal que anduviera así pues al fin era su casa y los extraños eran ella y Carlos.
El hecho de que Carlos estuviera viendo a mi mujer prácticamente desnuda y con las ideas q me pasaban por la cabeza con respecto a Vero, se me ocurrió decir que se podía quedar así siempre y cuando otra mujer se pusiera en igualdad de condiciones con ella y como Vero era la única que estaba, le tocaría a ella, esta ni lerda ni perezosa se quitó la blusa y una mini que traía y se quedó solo con el sostén y otra diminuta braga que llevaba. Al ver esto Carlos me dijo:
– Ya ves, mi amigo, ahora también estas vacilando a la mía y no solo eso, que si quieres la puedes desnudar completamente tu mismo…..
Lo que siguió después también se lo voy a contar pero será mi segunda historia, espero les haya gustado
Chao