Andres El Gordo y Yo
Yo tomado por sorpresa no reaccioné de inmediato y me ví de pronto en cuatro patitas y con el gordo pegado a mi trasero hundiendo su lengua entre mis nalgas metiéndola en mi orificio casi completamente, solo atiné a lanzar un ¡Haaaa que rico! y me fuí totalmente a las nubes sintiendo la barbilla del gordo rozándome el cordón de mis testículos y su lengua jugueteando en mi orificio