La Directora de la Escuela de Música
El café es un lugar discreto, elegí una mesa que también lo era y después de un rato empezamos a hablar acerca del sexo, del novio y de ese tipo de cosas, ella me decía que no tenía novio y que le hacía falta de vez en cuando tener algo de sexo, para ese momento yo acariciaba su rostro sintiendo su suavidad, jugando con su cabello y su cuello, se notaba que eso le agradaba porque jugaba con sus dedos y sus piernas de manera recurrente, finalmente me decidí a besarla y fue maravilloso, al principio fue muy suave, sentí sus labios y su lengua caliente, los besos progresivamente se fueron haciendo más intensos, nuestras manos acariciaban nuestros rostros mientras lo hacíamos hasta que decidí, mientras la besaba, poner una de mis manos sobre sus piernas… al principio note su sobre salto, me miro de manera provocadora y siguió besándome… por mi parte, seguí jugando con mi mano por encima de su falda hasta llegar a la entrepierna y presionar muy suavemente su clítoris… mmm, dio un pequeño gemido que me hizo saber que le encantaba lo que estaba pasando…