UNA PIJA INCREIBLE
Estaba en la casa de mi amiga travesti y suena el teléfono, lo atiende y me dice,–Es para vos, un tal Javier… –¿Para mí…?— —y sí…¿no sos Aldana acaso?…—Hacía mucho, que no atendía a nadie, de hecho, en muy pocas oportunidades, actualmente, me transformo para estar con un tipo. Cuando atiendo el teléfono, me quedé […]