Tragando en el parque
Mientras yo chupaba, el me empujaba hacia abajo, haciendo que su verga enorme ocupara toda mi boca, la sentía en la garganta, de cuando en cuando me daban arcadas. El profería toda clase de vulgaridades, decía, mama puta, trágatelo marico, chupa mama pipe. En tanto yo lamía, chupaba y pulía esa pinga.