todo comenzó una aburrida tarde de domingo, cuando yo tenia 18 años, estaba sola en casa; no recuerdo exactamente las razones por las cuales me quede sola; puesto que carecen de importancia; me encontraba aburrida, me asome por la ventana de un cuarto que se encuentra en el segundo piso, y vi a mi vecino Alfonso lavando su automóvil, le grite para saludarlo y decirle, lo quiero bien lavado!, el volteo a verme con una sonrisa y me dijo ven a ayudarme no seas floja, asi q prácticamente salte a la calle, no sin antes agarrar la sección de caricaturas del periódico para tener de q platicar con el; estuvimos platicando cerca de 40 minutos, asi fue como se entero de q estaba sola en casa y que mis padres tardarían en llegar, el me dijo que también estaba solo, que en casa habían salido de viaje; me pidió ayuda para guardar los viveres que había comprado, asi que después de que termino de lavar su carro fuimos a su casa, y comenzó a portarse de una manera extraña, su mirada; la manera en que me hablaba era distinta