Soy la puta de mi propio hijo II
La tía soltó un grito y empezó a jadear de placer mientras mi hijo la follaba y me miraba a los ojos con lujuria; yo empecé a besarla y comerle las tetas, mientras mi hijo cambió de agujero y se la metió en el culo. La tía ya no podía controlarse, gritando salvajemente, y pidiéndole […]