GLINYS (XX).
Aquella noche las cosas se desarrollaron con cierta tranquilidad. Cenamos como de costumbre en un sitio elegante y cuando dijeron de pasar la noche fuera les comentamos lo de la invitación, que aceptaron entusiasmados. Nos llevaron al hotel y subieron a nuestra habitación; algo después de las doce se marcharon. Me extrañó que Glinys no […]