Jóvenes y Cachondas. Joaquín se quitó las calzonas dejando su polla a la vista de la muchacha la cual en cuanto Joaquín se sentó se puso a lamer, Joaquín siguió a haciéndole un dedo a la muchacha la cual lo agradece lamiendo con más intensidad la polla del muchacho.
Helena se pasó por la casa de su amiga para recoger su móvil, la noche anterior habían estado juntas y se lo dejó olvidado. El único que estaba allí era su hermano Joaquín, quien no podía quitar la mirada del delicioso culito de la pelirroja. Pero Helena tenía una curiosidad, en su escuela corría un rumor sobre la enorme tranca de Joaquín, y no quiso esperar mucho para averiguarlo. Pronto descubrió que era verdad, y antes de que llegara su amiga decidió jugar un ratito con él.
Todo ocurrió la semana pasada, Helena pasó por casa de su amiga para recoger su móvil el cual se había olvidado la noche anterior. Cuando llamaron a la puerta el único que estaba era el hermano de su amiga, Joaquín, él le abrió la puerta. Tras saludarse, Helena y Joaquín y darse dos besos entró en la casa luciendo su camiseta corta amarilla y su pantaloncito vaquero blanco y le explicó al muchacho que se venía a recoger su móvil el cual se había olvidado. Ambos estuvieron buscando el movil por el salón quitando cojines y mirando en los huecos del sofá, mientras que Helena miraba entre los cojines Joaquín miraba con ojos lascivos el cuerpo delgado de la chica, podía ver como la chica bajo esa camiseta ajuntaba no llevaba sujetador y como bajo ese pantalón llevaba un tanga de hilo dental negro, aunque era una chica muy guapa con un cuerpo muy bien formado ella era Helena, la mejor amiga de su hermanita y la conocía desde que era pequeña, por lo que se quitó de la mente cualquier idea sexual sobre ella. Debajo de sofá encontró el móvil.
– Joaquín ¿te importa que cargue el móvil?
– No en absoluto.
– Será solo un momento.
– No hay prisa.
Helena conectó el móvil al enchufe mientras que lo encendía para ver los mensajes. Joaquín aunque había encendido la tele para verla tenía enfrente a la chica con la piernas cruzadas mirando el móvil balanceándose haciendo que su pechos se movieran junto con su cuerpo. Joaquín que no era de piedra empezó a sentir como su polla se hinchaba y con las calzonas que llevaba pronto se notaría su polla. Joaquín era conocido como “El Morcón” su polla era como una gran tira de carne hinchada, así que dobló las piernas y cubrió su polla.
Al rato de ver todos los mensajes Helena se sentó en el sofá a un cojín de Joaquín y le preguntó.
– ¿qué ves?
– Walking dead, una serie muy buena.
– Esa que es ¿de zombies y esas cosas?
– Si.
– eh… esto… .- Helena se había fijado en el bulto de las calzonas de Joaquín.
– ¿Qué pasa?.- preguntó Joaquín sin dar importancia de que ella le estaba mirando la polla.
– nada
– Cuenta, ¿ qué ocurre?
– ¿te puedo hacer una pregunta?
– Claro, pregunta. ¿Es verdad que te llaman morcón por tu polla?
– je je je je, si por eso y algo más.
– ¿puedo verla?
– ¿quieres que te enseñe mi polla?.- dijo él abriendo las piernas y dejando que sobresaliera el bulto que hacía su polla en su calzonas.
– Bueno yo te enseño mi polla ¿ y que gano yo?
– No tengo nada que darte.
– Bueno te ves hermosa, con esa camiseta y ese pantaloncito.
– Gracias.
– Yo te enseño mi polla, y tu me enseñas tu cuerpecito.- dijo metiendo un dedo detrás del botón de su pantalón corto.
– Bueno puede ser un buen trato.
– entonces ven acércate.
Helena se acercó a Joaquín en el asiento de enmedio, él la rodeo con el brazo posando su mano derecha en el culo de la muchacha.
– Ven acariciala.- le dijo dirigiendo la mano de la chica a su polla.
– Si se ve grande.
– sigue, no te cortes.- dijo el muchacho abriendo su calzonas dejándole ver a la muchacha cuán grande era su polla.
Mientras la chica acariciaba la polla de Joaquín, él acariciaba los pechos de la amiga de su hermana por encima de su short. abriendole el escote y dejándole ver su rojo sujetador. La chica excitada por la situación comenzó a besar al chico, y este a ella fundiéndose en un beso muy húmedo. Las manos de Joaquín abrían el pantalón de Helena, ella agarraba con su dos manos como si fuera un mástil la polla de Joaquín, casi asfixiandola no se le podía escapar aquel cacho de carne. Las hábiles manos de Joaquín abrieron su pantaloncillo vaquero y lo bajaron ella se terminó de quitar el pantalón dejando su tanga a la vista, Helena comenzó a mover la polla de arriba a abajo con si estuviera haciendo mantequilla. Los dedos de él se metieron dentro del coñito de Helena la cual suspiró cuando los sintió, Joaquín siguió haciendo vibrar a la muchacha de placer
Helena dejó de besar a Joaquín y miró fijamente a Joaquín.
– ¿ te la puedo chupar? .- le preguntó.
– ¿me la quieres chupar? – le preguntó Joaquín a Helena
– Si, por favor.
– Claro
Joaquín se quitó las calzonas dejando su polla a la vista de la muchacha la cual en cuanto Joaquín se sentó se puso a lamer, Joaquín siguió a haciéndole un dedo a la muchacha la cual lo agradece lamiendo con más intensidad la polla del muchacho.
Tras un largo rato Helena había pasado de lamer a comer, de meterse la punta de la polla en la boca a metersela entera, la polla de Joaquín iba a estallar de excitación. Joaquín retiró la cabeza de la chica y ante la mirada de sorpresa de Helena le quitó el tanga y dirigió su polla al coño de Helena.
– No, que es demasiado grande para mi coñito – dijo al chica.
– Tranquila lo haré muy despacio.
Con esa sensación de miedo y deseo la chica no pudo decir que no.
La gran polla de Joaquín como si fuera una tren de mercancías enorme intentando entrar en un túnel muy estrecho, gracias a la lubricación comenzó a entrar en el coño de Helana, ante la mirada absorta de la chica la cual únicamente miraba la cara del chico mientras él procedía a metersela con cuidado dentro de este. Una vez dentro ambos soltaron un suspiro, ambos por la tensión de la maniobra, uno por la contención y la otra por la sensación de ocupación máxima de su coño.
Joaquín comenzó a sacarla polla y a metersela a la chica , cada vez más rápido a petición de Helena la cual sentí como la enorme polla entraba en su coñito prieto. La boca de Joaquín daba cuenta de la boca de Helena y de los pechos de esta, Helena lo único que hacía era gemir de placer ante la entradas de la polla de su amante, gemidos que cada vez eran más fuerte y más sonoros soltando alguna que otra maldición, finalmente de la polla salieron litros de líquido blanco que desbordaron el coño de Helena.
Helena se incorporó cuando recuperó el aliento y Joaquín igual, Helana se limpio y cogió su móvil que ya se había cargado lo suficiente para no necesitar estar enchufado y con un pico al hermano de su amiga se fue.
Joaquín se quedó todo el día oliendo sus dedos los cuales habían estado en el chochito de la amiga de su hermana.