La noche empezó como una noche normal de reunión de amigas del colegio, nos reunimos en la casa de Margarita a tomarnos unos tragos y recordar viejos tiempos. Nos graduamos hace 7 años, ya todas somos profesionales y nos reunimos de vez en cuando a emborracharnos y pasar una buena noche.
Esa noche todo comenzó como siempre, unas cuantas botellas de ron, buena música, en fin, lo normal. A las 12:30 de la noche Antonia , 23 años, 55 kilos, pelo castaño, ojos castaño claro, un culo espectacular y unas tetas que sin ser muy grandes están muy bien puestas; Marcela, 24 años, morena, delgada, pelo negro, unas piernas firmes y bronceadas, un culito parado y unas tetas morenas y respingonas; y yo Rebeca, 23 años también, pelirroja, ojos azules, alta, con un culo delicioso, unas tetas redondas y grandes, las mas grandes de este trio y la verdad buenísima, en realidad un trío que cualquier hombre se moriría por llevar a la cama ya fuera juntas o cada una por separado; nos fuimos de la casa de margarita un poco aburridas, borrachas y con ganas de acción, he de decir que queríamos acción completamente heterosexual….pero la noche dispuso otra cosa.
Nos subimos al auto de Antonia y decidimos ir a una fiesta que se realizaba a las afueras de la ciudad, sin embargo, cuando llegamos el ambiente no era lo que nosotras deseábamos así que decidimos gastar nuestro dinero en mas alcohol y no desperdiciarlo. Durante el viaje de vuelta a la ciudad la conversación se fue tornando un poco mas caliente, yo fui la que propicio todo lo que pasó un tiempo después, empecé a decirle a Antonia y a Marcela que ellas no serían capaces de tener una experiencia sexual la una con la otra, lo cual se convirtió mas que en una charla en un reto. Nos decíamos la una a la otra que ninguna era capaz y la verdad, la conversación y el alcohol nos dieron todo el valor que necesitábamos, durante el viaje decidimos que iríamos a mi casa a resolver la duda… pero decidimos que nos hacia falta algo para que todo fuera perfecto.
Nos hacia falta un espectador, alguien que se diera cuenta de hasta donde podíamos llegar sin tener la posibilidad de tocarnos ni un pelo por mas caliente que estuviera.
Así que nos fuimos a una licorera cerca de mi casa a comprar mas trago (más de todo el que nos habíamos tomado ya), en el parqueadero había una auto estacionado y varios chicos bebiendo, uno de ellos llamo nuestra atención y obviamente nosotras llamamos su atención también, así que sin ningún temor Antonia lo llamo y le pidió fuego para encender un cigarro. Ya lo habíamos visto de cerca y definitivamente alcanzaba las expectativas del espectador que estábamos buscando. Cinco minutos después Marcela llamó nuevamente a este personaje del cual nunca supimos el nombre y por decisión unánime lo nombramos «Pipe», pipe tenía aproximadamente 20 años. Cuando se acercó, vino con unos amigos y Marcela lo invito a subirse al auto, el dudo la primera vez pero al oír la frase de Marcela que fue «creeme que contigo estamos completos» se decidió y se montó al auto con nosotras.
Nos alejamos del lugar y nos parqueamos en una calle oscura y solitaria, allí le contamos a «Pipe» la intención de haberlo llevado con nosotras, cuando oyó todo el plan se aterró pero la verdad creo que eso lo puso a mil y pidió enseguida que comenzáramos con lo nuestro.
Para romper el hielo jugamos el típico juego de la botella, haciendo que todas tuviéramos una ronda de buenos besos con nuestro apreciado «Pipe», después comenzó toda nuestra experiencia bisexual, iniciamos Marcela y yo, tímidamente nos dimos un beso en la boca, que me permitió sentir el piercing que tiene Marcela en su lengua, la experiencia fue monumental, mientras Antonia nos miraba ansiosa esperando su turno y «Pipe» se notaba completamente excitado. Antonia no quiso esperar más y se lanzó hacia Marcela la cual correspondió con un enorme beso, finalmente nos llego el turno a Antonia y a mí y en ese momento ya no aguantamos mas las ganas de ir a comernos.
Antonia y yo terminábamos nuestro beso y nos dimos cuenta de que Marcela tenía la verga de Pipe en su mano y le estaba haciendo una paja de aquellas, subía y bajaba su mano por todo el tallo de pipe, se detenía un poco en la cabeza y embadurnaba los líquidos que salían de la verga de pipe por todo su tallo, la movía en círculos muy lentamente, el lucia extasiado y gemía como un idiota, sin saber lo que le faltaba por ver.
Así que viendo la inmensa excitación de los cuatro decidimos no perder más tiempo e irnos a mi casa que no estaba muy lejos de allí. «Pipe» dijo, que debía llamar a su hermanita a avisarle que estaba bien… así lo hizo y nos marchamos.
Llegamos a mi casa, prendimos velas y trajimos unos vasos para seguir con nuestros tragos, pusimos música y a lo nuestro! Comenzamos a jugar «prendas» evidentemente la condición era que Pipe era solo un espectador así que él, por el momento tuvo que aguantarse las ganas de tocarnos y disfrutar de nosotras. Una vez estuvimos todas en ropa interior Marcela no aguanto más y decidió hacer conmigo y con Antonia lo que su instinto le dictaba.
Marcela se dirigió a mi boca y se la comió de un solo beso el cual yo correspondí haciendo un juego de lengua mientras Marcela buscaba con ansia el coño de Antonia para darle una buena sesión de dedo, yo noté cuando lo encontró por que comencé a sentir como el cuerpo de Antonia se estremecía y ella empezó a gemir muy lenta y suavemente, al verla tan excitada por la maestría de los dedos de Marcela yo busque sus tetas y comencé a sobarlas, pellizcaba sus pezones haciéndolos crecer, era una imagen deliciosa que si volteaba un poco podía ver en el espejo, tres bellas mujeres enredadas de manos y lenguas en una sesión de sexo que hasta ahora empezaba. Entretanto Pipe se hacia una paja increíble sentado en la silla donde lo habíamos dejado, no podía parar de mirarnos y desearnos, y eso que lo mejor no había empezado.
Yo (Rebeca) decidí ir un poco más allá así que dejé a Antonia y a Marcela enredadas de lengua y manos, no se sabia quien tocaba a quien ni de quien era aquella mano que te acariciaba y te hacia llegar al mejor orgasmo de tu vida, voltee a Antonia y abrí muy lentamente sus piernas y comencé a besarlas muy suavemente hasta que llegue a su coño el cual estaba muy mojado por todo lo que hacia Marcela en su boca y sus tetas.
Muy lentamente comencé a chuparle el clítoris, me bebía todos los jugos que salían de su coño con un sabor amargo pero delicioso, con mi lengua rozaba su clítoris, lo mordía un poco y continuaba besando su coño, chupándolo, saboreándolo y lentamente metí dos dedos en su coño, Antonia comenzó a gemir de placer, muy pronto sus gemidos se convirtieron en pequeños gritos y ella comenzó a tener el primer orgasmo de la noche uno largo, y muy placentero.
En su silla Pipe terminaba su paja y se venía a chorros. Nos hablaba a todas de manera muy sucia nos decía que éramos unas putas, que estábamos locas y que nunca en su vida había experimentado algo tan delicioso.
El sexo lésbico continuó por una hora más, todas sentimos los dedos y las lenguas de las otras dos en nuestro interior, Marcela me dio una sesión de lengua espectacular, ni mi novio de muchos años me había hecho tan rico sexo oral, la lengua de Marcela se metía en todos mis rincones, yo sentía como mi coño se inundaba debido a los mordiscos que Marcela daba a mi clítoris tres de sus dedos se pedieron en mi hoyo profundo y mojado, los movía en círculos, los metía para luego sacarlos completamente y arrancarme pequeños gritos de placer cuando los metía por completo con fuerza. Marcela bajo un poco su lengua y alzo mis piernas y comenzó a lamer mi ano con una sensualidad increíble, mi culo se dilataba y ella pudo meter uno de sus dedos en mi culo mientras con su otra mano se preocupaba por mi coño.
Durante la chupada que me dio Marcela, Antonia se apoderó de su sexo, con su lengua y sus manos, Marcela debía para de vez en cuando de darme lengua para poder gemir y gritar. Lo único que se oía eran gemidos y gritos de placer, todo el cuarto olía a sexo y la verdad, siendo heterosexuales toda la vida, decidimos no hacer a Pipe aguantar más y darnos unas buena ración de verga para acabar la noche como Dios manda.
Así que las tres nos abalanzamos sobre nuestro pipe y comenzamos a desnudarlo muy rápidamente, en ese mismo instante la verga de Pipe volvió a su estado anterior y tuvo una erección maravillosa, ni siquiera lo pensamos y literalmente tiramos a pipe, ya completamente desnudo sobre la cama, el simplemente gritaba » Putas. Hagan conmigo lo que quieran» y efectivamente así lo hicimos….
Marcela bajó y se dedicó a hacerle una mamada monumental solo con la intención de que la verga de pipe llegara a su máxima expresión, jugaba con su glande y lamía toda su verga hasta los huevos dándole unos lametazos que lo enloquecieron, yo veía como Marcela se la tragaba toda y lo disfrutaba, eso me dio un poco de envidia pues la verdad me encanta mamar vergas, así que decidí unirme a los esfuerzos de Marcela y dirigí mi boca a la verga de pipe mientras Antonia se sentaba sobre su cara para que el le lamiera su coño!!!, yo oía a Antonia gritar de placer, le decía «cómemela toda, delicioso, así, más».
Durante la espectacular mamada que Marcela y yo le dábamos a Pipe intercambiamos besos y roces de lengua y Antonia volvía a gritar de placer debido a los lametazos que pipe le daba en su coño, ella solo podía pedirle a pipe que se la siguiera comiendo así.
Mientras tanto pipe estaba a punto de correrse gracias a la impresionante mamada que le dábamos Marcela y yo, al ver esto Marcela y yo intercambiamos una mirada y comenzamos a mamar mas rápido, ella se metía la verga de pipe y luego yo hacia lo mismo, lamíamos su huevos, los mordíamos de forma deliciosa, y así pipe se corrió y Marcela y yo comenzamos una pelea por su leche caliente y deliciosa, nos la tragamos toda y la que se chorreaba por su verga la lamíamos golosas, le limpiamos toda su verga, desafortunadamente pipe en ese momento no nos podía dar mas placer su verga estaba quieta y flácida, por las tres corridas que había tenido durante la noche, decidimos darle tiempo para que se recuperara.
Así que para volver a encenderlo y para calmar un poco todas las ganas que teníamos las tres, comenzamos nuevamente una sesión de sexo lésbico del bueno, Antonia y Rebeca se encargaron de mi coño, Marcela con su coño en mi boca, mientras yo con mis pies rozaba lentamente el coño húmedo de Antonia, no podíamos ni gemir todas nuestras bocas estaban ocupadas. Pipe se acercó a mí, y con una de mis manos comencé a menear su verga para que se pusiera dura otra vez, él me hablaba, me decía lo deliciosa que estaba y lo rica que me veía lamiendo ese coño, me pedía que se la mamara, que me la metiera en mi boca nuevamente, por que la mamaba delicioso, yo quería hacerlo esperar, así que seguía con mi lengua y con mi única mano libre dándole a Marcela una buena chupada de coño, me lamía sus jugos, me chorreaban por la cara, en un instante solté el coño de mi amiga a punto de correrse para gemir un rato y tomar aire, esas dos mujeres me hacían enloquecer y la verga de pipe crecía en mi mano. Aprovechando los jugos de Marcela en mi boca bese a pipe para que los sintiera.
Antonia estaba a punto de venirse gracias a mis pies que sobaban su coño pero yo viendo el estado en que se encontraba Pipe y aprovechando que su verga estaba en su esplendor no aguante más y decidí clavarme su verga hasta el fondo, comencé a cabalgar sobre pipe como una puta mientras veía que Antonia se ponía sobre pipe para que el pudiera darle ahora a ella una buena sesión de sexo oral.
Cuando Marcela vio que su turno con la Verga de pipe iba a demorarse un poco decidió ir a jugar con el culo de nuestro adorado acompañante… aprovechando que yo estaba sobre el abrió un poco mas sus piernas provocando que su penetración en mi se hiciera mas profunda y yo gritara un poco mas fuerte…. Antonia se apoderó del ano de pipe y comenzó a besarlo y a meterle su lengua con el único fin de dilatarlo y así meterle uno o dos dedos que hicieron que pipe después de unos segundos más no aguantara más y se corriera de forma espectacular dentro de mi coño… yo sentía su leche y su verga dura dentro de mi interior, me saqué su verga y me dispuse a lamer su leche, así la verga de pipe no desfalleció y estuvo erecta entre nosotras por otros gloriosos minutos que aprovechó Marcela para clavársela en su coño, cabalgó sobre pipe durante unos minutos mientras Antonia y yo disfrutábamos nuevamente de nuestros cuerpos, yo le metía unos dedos en su coño y ella hacia lo mismo conmigo, la besaba chupaba sus tetas y me las comía, mientras ella pellizcaba mis pezones y con nuestros dedos nos hacíamos disfrutar un poco mas y nos veníamos en un orgasmo de gritos, gemidos y muchos jugos chorreando por nuestro coñitos enrojecidos por tanta verga, lengua y dedos, al unísono Marcela llegaba a su orgasmo y así nos vinimos todos en medio de esta orgía espectacular!. Ojalá les guste.