Amor Filial Gay, Sobrino y Tío. Gay. En el verano del año 2003, decidí ir a la hacienda de mis abuelos a pasar unas breves vacaciones y alejarme un poco de la ciudad. En la hacienda solo viven mis abuelos y algunos trabajadores, que se encargan de las labores del campo. Preferí no llamar para informar mi llegada, sino que quise darles una sorpresa.
Al llegar la sorpresa fue mía cuando encontré allí a mi tío Gerardo, quien estaba en la hacienda por petición de mi abuelo, pues él le encargo el diseño y construcción de una cabaña.
Digo que me llevé una gran sorpresa porque hacía 5 años que no veía a mi tío, el cuál se encontraba mejor que la última vez que lo vi. Ahora él estaba más atractivo que antes. Él mide 1.82 mt, es de piel blanca, tiene unos brazos y piernas musculosas, su pecho es lampiño y sus tetillas son paraditas y su culo es redondo y duro, pude apreciar que ha trabajado duro en el gimnasio.
Después de saludar a mis abuelos, pasé a platicar con mi tío, quién me dijo que estaba sorprendido de verme, pues me veía convertido en todo un hombre, púes la última vez que me vio yo tenía tan solo 14 años. Mi tío me dijo que si practicaba algún deporte, porque veía que tenía unos brazos bien formados, yo le dije que estaba practicando natación desde hacía varios años y que participaba en competencias nacionales. Después de la conversación saqué algunas conclusiones acerca de mi tío, yo podía asegurar que a él le gustaban los chicos, ya que no estaba casado, a pesar de que tenía 33 años, no tenía novia y se había dedicado a hablar acerca de mi cuerpo, claro está que yo también había dicho algo acerca de su cuerpo pero fui mas moderado en mis apreciaciones.
Llegada la noche mis abuelos se fueron a su habitación a dormir, mientras que mi tío y yo no teníamos sueño aún, nos quedamos en el mirador contemplando la noche iluminada por la luna llena, mientras hablábamos de todo un poco, mi tío me brindó un poco de whisky, y sirvió para ambos dos vasos. Ya entramos en más confianza, y al calor del licor comenzamos a hablar de temas más calientes, él me preguntó si tenía novia, y yo le respondí que no, me preguntó si me gustaban las mujeres, en ese instante me quedé callado y preferí tomar un trago para disimular, él insistió con la pregunta y yo le dije que sí, pero él no quedó muy convencido, fue entonces cuando deslizó su mano hacia mi pierna y me dijo que ahora que estábamos solos podríamos compartir otras cosas, a mí me subió un escalofrío por todo el cuerpo y bebí otro trago, no sabía que hacer, entonces me paré con la excusa de traer más hielo, y mientras caminaba hacia la cocina pensaba en la oportunidad de tener un encuentro sexual con mi tío.
Cuando llegué a la cocina abrí el refrigerador y me quedé pensativo y frío, mientras esto ocurría mi tío entró en la cocina y estando yo de espalda me abrazó fuertemente, yo ya no podía aguantar más y decidí voltearme para estrecharlo también entre mis brazos, nos dimos un fuete apretón, mi tío me acariciaba la espalda y lentamente fue deslizando sus manos hasta mi culo, yo ya estaba con mi verga erecta, está deseoso de poseerlo. Yo conduje mis manos hasta el pecho de mi tío, empecé a acariciarlo con fuerza y deseando verle las tetillas, le quité la camisa que llevaba puesta, entonces quedó al descubierto sus lindos pectorales, era un pecho grande, musculoso y sus tetillas paradas, me incitaban a lamerlas, acerqué mi lengua hasta su pecho y comencé a lamerlas, mientras él me acariciaba el culo, era un momento de gran placer.
Mi tío quería conocer mi verga entonces comenzó a quitarme los pantalones, yo estaba sumamente excitado, pero quería estar en un lugar más cómodo, entonces le pedí a mi tío nos trasladáramos al mirador nuevamente, ya que allí había un sillón en el que podíamos estar cómodamente y no había peligro de que alguien nos viera. En seguida nos dirigimos para ese lugar y al llegar allí mi tío me desnudó completamente, yo tenía mi verga a mil, estaba erecta, y el prepucio se corrió completamente hacia atrás, dejando al descubierto el glande de mi gran polla, él me observó por un instante y me dijo que yo estaba muy lindo y que esa noche me haría todo suyo, por mi parte yo comencé a quitarle el pantalón y antes de quitar su pantaloncillo, pude observar el bulto que tenía, pude imaginar brevemente sus huevos y su verga, porque no aguanté y lo dejé desnudo, y pude apreciar esa herramienta que cuelga entre sus piernas, su polla mide 20 cm., y es gruesa, luego retiré su prepucio y comencé a frotarla con fuerza, mientras él gemía de placer.
Estando sumamente erotizados decidimos hacer un 69, para disfrutar simultáneamente del placer de tener una polla en la boca, yo disfrutaba la gran mamada que hacía mi tío a mi verga, me sentía extasiado y procuraba hacer lo mismo yo, pues sentía su verga en mi boca entrar y salir, le lamía su glande, su polla y también sus huevos.
A todo esto mi tío gemía de placer y de igual forma lo hacía yo, después de esto le dije a mi tío que quería lamer su culo y él fascinado me dijo que sí, se colocó en cuatro y pude tener frente a mi ese culo redondo y duro, lo acaricié por un rato para después guiar mi lengua hasta el culo, empecé a lamer y lamer, ese culo estaba muy rico y mi tío gemía de placer, toqué su verga para masturbarlo y estaba completamente lubricado, situación que me excitó aún más y me indicaba que estaba realmente excitado. Después llevé mi mano hasta su culo y con uno de mis dedos comencé a hacer movimientos circulares en todo el ojete, después ensalivé mi dedo y comencé a meterlo en ese culo que deseaba ser penetrado. – Ohhh!!! -Que bien!, dijo mi tío.
Con esta expresión me animaba a seguir, entonces introduje otro dedo, esto lo excitó aún más. Decidí clavarlo con mi verga y le pedí a él que mamara mi verga para penetrarlo luego, él la mamó con placer y me dijo que quería sentir mi polla en su culo. Él continuó en cuatro y yo empecé a meter mi verga en su culo lentamente, mientras él gemía de placer. – Oh! Oh! Oh! -Métela toda, clávame. Entonces comencé a clavarlo con mayor fuerza y rapidez, mi polla estaba durísima, estaba completamente parada y gruesa, mientras la impulsaba hacia adentro y hacia fuera, me aferré al cuerpo de mi tío acariciando sus tetillas y clavándolo, era un placer indescriptible, solo mis huevos quedaban afuera.
Mi tío dijo que ahora era su turno de follarme, así que me coloqué en posición de pollo asado porque quería ver su cara de placer y también quería besarlo. Primero me lamió el culo, esta es una sensación de placer que me fascina, él me lamía suavemente y mi culo deseaba ser penetrado al instante, mi tío dilató un poco ese momento y mi ansiedad aumentaba, finalmente su tronco completamente erecto me generaba miedo, porque imaginaba el dolor posterior. Él apunto su gran verga hacia mi culo y comenzó a penetrarme, sentía ese palo atravesándome, luego lo sentí deslizándose con mayor facilidad porque la polla de mi tío lubrica muchísimo, que placer, sentía el vaivén de su cuerpo y su polla disfrutaba clavándome el culo.
Decidimos venirnos simultáneamente y para esto nos masturbamos mutuamente, mi polla estaba a punto de explotar al igual que la de mi tío, en ese momento sentí que se venía mi semen, yo estallé primero y al instante lo hizo mi tío que se excitó aún más al ver mi leche derramándose.
Esa noche terminamos agotados pero satisfechos de lo que había sucedido.
Con mi tío me la llevo muy bien y desde ese día nos vemos con mayor frecuencia.
Si les gustó mi relato, pueden escribirme.
Buen relato
Muy buen relato felicitaciones que ganas de una gran aventura