Esta es mi historia cuando entre a un equipo de fútbol y tuve una aventura con mi entrenador un tipo con un gran cuerpo y un gran pene.
La historia comenzó cuando estaba en un colegio de preparatoria, yo tenía 17 años era un tipo de unos 1.70 cm., de contextura delgada, pero muy deseado por las chicas, ya había culminado las clases y empezaba las vacaciones de verano, en donde tenía que elegir que hacer si meterme a estudiar algo o hacer algún deporte. Ese verano elegí entrar al equipo de fútbol de mi colegio, ya que sabía que ellos competían en el verano, yo era bueno jugando fútbol; pero lo que más me motivó para entrar al equipo no fue el deporte sino que sabía que ahí estaban los chicos más guapos y de mejores cuerpos de la escuela. Y sobre todo saber que estando en el equipo los vería desnudos al bañarnos juntos en las duchas.
Bueno decidí entrar y no me arrepentí, aunque el ejercicio que nos ponía el entrenador, un tipo alto de tez morena y musculoso, era duro todo se recompensaba al entrar a las duchas, ya que veía a todos desnudos, les veía la pinga, el culo, las piernas, todo. Yo trataba de bañarme en el último grupo, ya que no había muchas duchas, para así poder verlos a todos. Intentaba no excitarme mucho, pero lo que más me hacía parar la pinga era los juegos que entre ellos se hacían, por ejemplo si alguno se le paraba la pija, este iba por detrás y punteaba el culo a cualquiera que se estuviera bañando, pero este no se quedaba atrás, lo correteaba y lo agarrábamos entre todos, entonces el punteado le ponía la pinga, no tan erecta, en la boca sobándola lentamente, eran solo juegos, pero yo no me atrevía a participar en ellos ya que si lo hacía mi pene se quedaría erecto mucho tiempo y quizás se darían cuenta que era gay.
La parte emocionante de esta historia empieza cuando el entrenador castigó a uno de mis compañeros a quedarse entrenando horas extras porque éste había echo una broma en pleno entrenamiento. Yo sabía que si se quedaba a entrenar hasta tarde, se bañaría más tarde, solo y quizás se corra la paja. Así que dejé olvidado mi casaca a propósito para tener una excusa con que volver. Cuando estaba de salida con mis amigos y estaba a punto de subir al carro dije que iba a volver por mi casaca, así lo hice y eso le dije al tipo de la puerta para que me dejara pasar, después de recoger mi casaca me dirigí a una ventana que estaba por las duchas y de ahí pude observar que Juan, como se llamaba mi compañero, recién estaba entrando a bañarse, que suerte, este tipo tenía un cuerpo increíble para su edad, pero más grande fue mi suerte cuando este al ver que estaba solo se empezó a masturbar, tenía un pe preocupación mi mamá me dijo que fuera a entrenar que talvez estaban preocupados. Me obligó a ir. Al entrar al campo de entrenamiento todo estuvo muy normal nadie notó mi falta y menos el miedo que sentía. El entrenador solo me miró un par de veces hasta que se acercó y me preguntó porque había faltado ayer, yo le dije que por que me sentía un poco mal. El escuchó eso y el entrenamiento siguió de lo más normal.
Hasta que casi al culminar, el entrenador se dirigió a todos: – Miren el señorito Fernández faltó ayer al entrenamiento por que se sentía mal, no les parece justo que ahora haga doble entrenamiento quedándose horas extras todos corearon que si que era justo. Así que decidido me quedaría hasta la tarde.
Al culminar de entrenar me dirigí a las duchas para largarme de ahí y no volver nunca más, por que estaba seguro que el entrenador me iba a seguir jodiendo la vida por que sabía que era gay, ya estaba completamente desnudo cuando de pronto se abrió la puerta era él, entró solo con su short, se había sacado la camiseta y estaba descalzo, me miró y me dijo que siguiera con lo mío que el se iba a bañar, eso era muy raro ya que el entrenador tenía su propia ducha, pero todas mis preguntas se esfumaron cuando el entrenador se empezó a sacar todo, quedándose desnudo y con su pene al aire. Su pene era muy grande y él ten&iacut
e;a un cuerpo hermoso, cosa que nunca me había dado cuenta de eso, pero al sentir que mi pene se erectaba solo con verlo me voltee y abrí la ducha solo de agua fría para que mi erección bajara y él no lo notara, pero creo que ya era tarde por que él se dio cuenta de todo.
De pronto sentí que una mano pasaba sobre mi hombro y sentí el pene erecto del entrenador tocando mis nalgas.
– ¿no te querrás enfermar no? me dijo mientras abría la llave de agua caliente.
Yo sentía su pene en mi culo y su pecho velludo en mi espalda, de pronto su mano resbaló por mi cintura y me quitó el jabón de las manos, para luego posar sus manos sobre mi cadera, bruscamente me volteó y sentí su pene contra el mío, era de unos 20 a 21 cm., grande, morena, gruesa y velluda.
-por que no me enjabonas la espalda me dijo yo accedí y empecé a hacerlo, cuando bajé por su culo el lanzó un gemido muy despacio, pero excitante, agarró mi mano e hizo que le enjabonara todo el culo hasta el esfínter. Después de eso se volteó y me dijo que le enjabonara la pinga, yo me agaché y empecé a hacerlo viendo como su pene crecía por la excitación, después de enjuagarlo me dijo que se lo chupara, yo ya sin nada de temor se lo empecé a mamar como nunca mientras el agua nos caía encima.
El me levantó y me echó sobre las losetas y me comenzó a besar los labios, el cuello, hasta que bajó a mi pene y me lo chupó muy bien, después se movió poniendo su pene sobre mi cara, haciendo un genial 69. le chupé todo el glande, bajé hasta sus huevos que eran enormes y me los metí a la boca jugando dentro con mi lengua, luego de eso él me agarró e intentó meterme la pinga, pero me dolía mucho así que tomó el jabón y lo untó sobre su pene y sobre mi ano, después de una manera brusca tomó mi manos con fuerza y las pegó al suelo como para que no hiciera ningún movimiento, luego puso su boca contra la mía y me dijo que esto me iba a doler, pero a él le iba a encantar entonces empezó a meterme su pinga la cual se sentía caliente, eso me empezó a doler y quise poner mi m equipo ya no existía, al contrario ahora procuraba hacer menos ejercicio para que Carlos, así se llamaba mi entrenador, tuviera motivos para castigarme. Al principio nuestras relaciones eran algo bruscas, pero después él se volvió más paciente y cariñoso conmigo. Al acabar el verano tenía que ingresar al colegio así que decidí salir del equipo, él me despidió como se debía y después de eso nunca más lo vi ya que el equipo cambió de entrenador.
Yo ingresé al año siguiente al equipo y tuve un encuentro muy bello con Juan, pero eso será otra historia.
Autor: Asturis_29 asturis_29 ( arroba ) hotmail.com