Amor filial Hetero, Trío, Madre e Hijo, Tía, BDSM. Mi madre y yo nos fuimos de vacaciones a una casita en el campo, a las afuera de un pueblecito que quedaba a unos treinta kilómetros. Normalmente mi madre iba con uno de sus novios, pero esta vez quiso ir conmigo.
Cuando llegamos la casa era de madera por fuera. Cuando entramos había un gran salón con tres sillones, una mesita, una mesa grande con seis sillas, la barra que separaba el salón de la cocina, un mini bar, y un televisor.
Tenía unos grandes ventanales que iluminaba todo el interior. La casa tenia tres habitaciones, dos servicios, un garaje y una sauna.
Dejamos todas las cosas en las habitaciones, y mientras yo me fui a ver la televisión mi madre empezó a preparar la cena.
Cenamos muy bien esa noche y tras comer el postre, note como mis fuerzas desaparecían, y me entraba mucho sueño. Recuero a mi madre que se acerco a mí y cociéndome de la nuca me dijo:
-Te vas a divertir como nunca-
Cuando desperté, mis manos estaban en alto, atadas a una cuerda que iba hasta el techo. Estaba de pie y desnudo. No savia por que estaba allí, pero cuando vi a mi madre entrar en el garaje donde estaba, más o menos comprendí.
Mi madre estaba con un pantalón de latex negro que le ajustaba todo su cuerpo, sus muslos, sus piernas, sus caderas, su entre pierna en la que se le notaba los dos labios del coño y su culo grande, redondo, y prieto. Además llevaba una especie de cazadora también ajustada y de latex negro.
Se coloco delante de mí y mi madre cociéndome la polla me dijo:
-Ahora nos vamos a divertir los tres- y se agacho para comerme la polla lentamente.
Yo no me podía soltar, estaba muy bien atado. No sabía porque mi madre había dicho los tres. Y cuando se abrió la puerta del garaje lo entendí todo.
Dentro de un pantalón largo de latex rojo y ceñido, que le ajustaba sus piernas largas, sus muslos contundentes, y su culo pequeño, redondo y prieto; y una camiseta blanca más pequeña que su talla que hacia que sus pechos pequeños y puntiagudos se le notasen, apareció mi tía.
Mi tía era la hermana de mi madre, de pelo negro a media melena, una tremenda cara morbosa, un cuello largo y terso, y que siempre me había puesto a mil.
-Vaya, no pensé que mi hermana dijera la verdad. Siempre supe que era un poco guarra, pero no tanto como para follarse a su propio hijo-
Mi tía se coloco detrás de mi madre frotándole la cabeza y llevándole el ritmo de mi mamada.
-Pero ahora no solo será tu madre quien te folle. También te follara tu tía- dijo mi tía acercándose hacia a mí, haciendo que mi madre se tragase toda mi polla aguantándola dentro de su boca, para decirme susurrante:
-Esta noche serás nuestro esclavo sexual- y luego me beso como nunca me habían besado, con ganas de sexo prohibido entrelazando nuestras lenguas.
Mi tía se coloco detrás de mí acariciándome las nalgas, mientras me apretaba el ano, humedeciéndomelo. De repente note la cara de mi tía en mi culo, comiéndomelo entero.
Al sentir la presión de la boca de mi madre comiéndome la polla, y la presión de la cara de mi tía comiéndome el culo, me ruborice moviéndome adelante y atrás.
Luego ellas dos cambiaron de lado, mi tía se coloco delante y mi madre detrás. Mi tía comía la polla de forma distinta, masturbándome rápido igual que me la comía. Su boca era más pequeña que la de mi madre y se centraba más en comerme el capullo.
De repente mi madre le coloco sus dos manos en la cabeza de mi tía apretando hacia mi polla, mientras que mi tía puso sus manos en la cabeza de mi madre tirando hacia mi culo.
Me estaban comiendo entero.
Me desataron del techo sin quitarme las ataduras de las manos y me llevaron al salón. Allí me sentaron en una silla, y mientras mi tía seguía meneándomela, mi madre se fue a una habitación.
-¿Te sientes bien después de follarte a tu madre?- me pregunto mi tía.
Yo no conteste y ella levantándose me abofeteo.
-Contéstame cuando te hablo. Soy tu ama- dijo mi tía – ¿Te sientes bien después de follarte a tu madre?-
-No mucho- conteste.
-¿Y porque te la follas?-
-Por qué da morbo hacer algo prohibido, y porque los dos nos ponemos cachondos haciéndolo-
-Entonces también te dará morbo que tu tía te folle- y mi tía se sentó encima de mi penetrándose el coño y gritando.
Mi tía tenia un agujero en la entre pierna de su pantalón para poder penetrarla. Me agarro de la nuca y sin dejar de mirarme a los ojos empezó a saltar follándome.
-¿Te gusta? ¿Te gusta sentir tu polla dentro de tu tía?-
-Si- conteste sin poder mover mis manos.
Mi tía había dejado mis piernas entre las suyas y con sus pies apoyados en el suelo se levantaba para dejar caer su cuerpo. Notaba en mi polla la presión que hacia el pantalón de latex sobre el cuerpo de mi tía.
Mi tía me beso y empezó a comerme la boca con deseo mientras aceleraba el ritmo.
Poco después llego mi madre con algo en la mano. Mi tía se levanto y me levanto a mí para ponerme una especie de arnés. Me inclinaron un poco y sentí como me metían en el culo una vibrador de unos 10 x 3 centímetros, ajustándome el arnés para que no se me cayera.
Al colocarme de pie lo note dentro de mi culo. Luego me pusieron otro el la cabeza metiéndome en la boca un vibra de 5 x 3 centímetros, para que no pudiera hablar.
Mi madre se tumbo en el suelo abriendo sus piernas, y dejándonos ver su coño rasurado, hinchado y húmedo. Sus pantalones tenían dos agujeros para poder penetrarlas, uno delante justo frete al coño y otro detrás, justo frente el culo.
-Follaté a tu madre, cabrón- me dijo mi tía, desatándome las manos.
Yo apoye mis manos al lado de mi madre, yo colocándome entre sus piernas la penetre. Mi madre grito fuertemente y cogiéndome de la nuca me gritaba que me la follara.
Mi tía se coloco a cuatro patas delante de mi madre colocándole su coño en la boca. Mi madre se lo comió sin rechistar, tirando de mi cabeza con sus manos hasta que mi boca llego al culo de mi tía, y me obligo a comérselo.
No me podía creer que estuviera follándome así a mi madre, y menos que mi madre le comiera el coño a su hermana, mientras su hijo le comía el culo.
Yo cada vez que se la metía a mi madre, y apretaba mis nalgas, sentía en el interior de mi culo el vibrador que se me metía hasta el fondo del culo.
Poco después, mi madre y mi tía me tumbaron en una especie de cama. Me ataron las manos al cabecero de la misma. Esparcieron aceite por todo mi cuerpo y por los suyos frotándose la una a la otra.
Me dieron de beber algo, que era para que se me quedara la polla dura, y me colocaron en la base de la polla una especie de arandela para retardar el orgasmo y la corrida.
Y luego colocándose a caballito sobre mi, mi tía empezó a follarme lentamente. Estuvieron intercambiándose todo el rato, fallándome así las dos durante más de tres horas.
Las dos se corrieron varias veces sobre mi cuerpo, y aun así continuaron follándome.
Luego se arrodillaron las dos, me quitaron el retardante y empezaron a chupármela. Mientras mi tía me comía la polla, mi madre me chupaba los huevos, y después se cambiaron, hasta que de repente estalle con un fuerte orgasmo que me hizo arquear la espalda penetrándole la boca a mi tía totalmente, a la vez que deje escapar un río de semen.
Sus caras, sus labios, y sus cuellos se empaparon de mi leche, y las dos se lo tragaron chupando.
Descansaron un poco comiendo algo y fumándose un cigarrillo. Mi madre me desato la mordaza de la boca.
-Queremos que nos des por el culo- dijo mi madre ayudándome a colocarme de pie. Mi tía me quito la cuerda de las manos, para colocarse a cuatro patas al lado de mi madre.
Las dos estaban a cuatro patas una al lado de la otra. Separe aun más sus piernas, eche hacia atrás sus culos dejándolos en pompa en cuanto las dos inclinaron sus espaldas hacia abajo.
Mire sus dos culos. El de mi madre grande, redondo y prieto; mientras que el de mi tía era pequeño, redondo y muy prieto. Eche aceite en mis dos manos, y colocándolas con los dedos hacia la cama, presione mis dos manos a la vez en sus respectivos coño y culos. Las dos gimieron levemente.
Frote sus coño fuertemente metiendo mis dedos pulgares en sus culos. Luego metí mis dedos corazón en sus culos a
la vez, luego fueron dos y hasta tres metí en sus culos haciendo que estos dilatasen.
El ver esos dos culos ajustados con los pantalones de latex negro y rojo, y sus anos húmedos y deseosos de ser follados me excite aun más.
Me coloque detrás de mi madre amarrándola de la cintura, y de un solo golpe la penetre hasta la mitad de mi polla. Ella grito, y luego tirando fuertemente de ella, seguí empujando, mientras mi polla entraba en su culo lentamente.
Cuando la tuve totalmente en su interior apreté mi cuerpo contra el suyo, para empezar a bombear lentamente.
-Ah, ah, siiii, follame, follate a tu mama- decía mi madre entre jadeos y con la respiración entre cortada.
Cuando se la saque, mi madre gimió. Me coloque detrás de mi tía, sabiendo que ese culo se me resistiría un poco más. Agarre a mi tía de la cintura y colocando mi capullo en su ano apreté un poco. Mi tía se quejo de que le hacia daño.
Saque mi polla, coloque el bote de aceite en la entrada de su culo y apreté llenándoselo todo de aceite. Coloque otra vez mi polla en su culo, apoye mis manos al lado de su cara, y dejándome caer sobre mi tía, le penetre el culo totalmente.
Mi tía grito fuerte –Hijo de puta, me has abierto el culo, ah-
-Que puta eres, tía- le dije yo empezando a follármela lentamente. Mi polla estaba totalmente presionada por sus nalgas que a su vez estaban presionadas por el pantalón de látex rojo.
-Aprovecha ahora, que somos solo tuyas- dijo mi madre mirándome de reojo.
Coloque entonces a mi madre boca arriba y a mi tía boca abajo a cuatro patas sobre mi madre para que las dos se comieran el coño mutuamente.
Yo me coloque delante de las piernas de mi madre y delante de la cara de mi tía. Sujete la cara de mi tía y la penetre la boca fallándosela. Mi tía gemía y jadeaba con mi polla dentro de su boca.
Luego se la saque a mi tía para penetrarle el culo a mi madre quien jadeo fuertemente al sentir como la polla de su hijo la penetraba sin cuartel.
Me encantaba follarle el culo a mi madre, porque a cada centrada, sentía como el culo de mi madre se abría.
Luego me coloque detrás de mi tía, amarrándola de la cintura, para penetrarla de golpe. Mi tía grito de dolor.
Me la folle sin parar, presionando su coño contra la boca de mi madre. Agarre del pelo a mi tía tirando de ella hacia atrás. Mi tía empezó a jadear sin parar.
Rompí de un tirón la camiseta que llegaba mi tía, agarre sus dos pechos y la levante quedándonos los dos de rodillas. Yo no pare de follármela, esta vez lentamente y le susurre al oído:
-Nunca pensé que mi tía era tan puta. ¿Te gusta sentir como tu sobrino te abre el culo, verdad? Estas cachondísima, y aunque quisieras parar, no puedes…- le chupaba el cuello y le comía la boca de vez en cuando-… ¿Te gusta que te violen así verdad?-
Mi tía se excito sobre manera. –Follame cabrón. Ábreme todo el culito, quiero sentir tu polla. Quiero que me abras tanto el culo que no pueda andar por el escozor-
Lleve mis manos hasta su coño y se lo frote tan rápidamente hasta que mi tía se corrió en mi mano, apretándome la polla con su culo. Mi tía cayó sobre el coño de mi madre que chupo aun estremeciéndose.
Yo acelere el ritmo tanto que se la saque del culo corriéndome en sus nalgas. El semen resbalo hasta la boca de mi madre quien se comió entrego.
-Aun falto yo- dijo mi madre.
-Espera que nos la vamos a follar los dos- dijo mi tía levantadote sin prisa ya que tenia el culo dolorido.
Vino con un arnés puesto en el que se sujetaba un gran falo. Colocamos a mi madre a cuatro patas. El vibrador mediría unos 18 x 6 centímetros, y mi tía colocándose detrás de mi madre le dentro el culo de un solo golpe. Mi madre grito fuerte al sentir esos seis centímetros abrirle aun mas el culo.
Yo me coloque delante de ella, y sujetándole la cabeza a mi madre le penetre la boca follándosela. Mi tía y yo nos follamos a mi madre salvajemente, hasta que me corrí totalmente dentro de la boca de mi madre. Aunque mi madre intento tragarse toda mi leche le cayo por la comisura de los labios. Mi tía se la jodió tan rápido, fuerte y profundamente que mi madre estallo en un fuerte orgasmo, quedándose empapada en sus propios jugos sobre la cama.
Mientras mi madre se reponía, mi tía y yo nos duchamos juntos enjabonándonos.
-Tu madre me contó que os follabais por la noche, mientras uno de vosotros se hacia el dormido. También me contó como al final follasteis como dos locos un día que te levantaste desnudo. En ese momento decidí que si mi hermana disfrutaba de la polla de su hijo, yo también quería sentirla dentro de mí-
Me di la vuelta mirando a mi tía, el agarre de las nalgas presionándola contra mí.
-Ah, ten cuidado, me has reventado el culo- dijo ella.
-Eso te pasa por puta- respondí yo cogiéndola del pelo de la nuca.
-Bueno ya has conseguido follarte a tu sobrino. Ahora estas dentro de un circulo de sexo prohibido-
-No. Solo quería probar como era. Ya no deseo follar mas contigo ni con mi hermana- respondió ella.
-Me parece que no lo has entendido. Ahora los tres nos follaremos cuando queramos uno de los tres- baje a mi tía hasta que se coloco en cuclillas y le metí mi polla en la boca.
Con el agua cayéndonos encima, mi tía coloco sus manos en mi culo presionándomelo, y dejándose follar la boca. Se la folle tan salvajemente que me corrí dentro de ella, y mi tía dejar caer toda mi leche por su cara, pechos, barriga y coño.
Cuando se la saque de la boca, mi tía se levanto comiéndonos la boca agresivamente.
-Me encanta sentirme tan guarra y puta con mi sobrino…- me agarro la polla-…pero también me encanta sentirme dominante y poderosa con mi sobrino-
Salio de la ducha y secándose salio del baño.