Disfruta aquí de la primera parte de «Sexo Interactivo»
Siguiente paso, ver películas porno, no es que nunca las hubiera visto, es de lo más normal, pero ahora yo las veo con otro sentido, va más allá de ver hacer lo mismo, me lleva a tocarme y solo con pensar que estoy delante de él como un libro abierto, dejando ver que aprenda adrede lo que me gusta y lo que quiero que me haga, a decírselo porque le gusta que yo le pida lo que quiero que me haga sentir, y a pedirle que me diga sus fantasías y querer volverlas realidad. Por lo general se asocia esta excitación a los hombres, pero creo que uno como mujer al ver que provoca una erección y el comportamiento posterior del hombre, con lo que te dice es para volverse loca, eso me pasa a mí, y lo más importante es saber que, esa sensación la estoy causando yo y que a la vez me excita, me pone a mil y es desear sentir y no me importa considerarla oportuna sino placentera.
No hay nada más emocionante que planear fantasías y hacerlas realidad, y es ahí donde veo que con solo pensarlas me enciende y me pone como una perra en celo, y quiero hacerle de todo y que él me lo haga, hasta lo que nunca me imaginé que fuera a experimentar, porque me parecía de prostitutas o de personas medio locas, que les gusta el masoquismo, pero no siendo ninguna de las anteriores, me encanta pensar en que me dará nalgadas o que me amarrara y me hará suya, o haber aprendido con las películas que besar y lamer el culo de ese hombre y oír sus gemidos de placer, y escuchar cómo me alienta a seguir haciéndolo y que lo disfruta, es una satisfacción que no se me quita del pensamiento, porque lo disfruto cada vez, y aquí la única condición es que no habrá dolor ni que me lastimará.
La recreación de las escenas más excitantes de “nuestro libro”, imitando posiciones, roles, situaciones, etc. O un texto erótico como preámbulo para encender ese deseo que tengo por él, es suficiente para que quiera sentirlo todo y a estar dispuesta a todo. Pues como he escrito, fantasear para hacer realidad circunstancias puede impulsar a otra experiencia y es ahí donde él me insinuó tener un acercamiento con otra mujer, a lo que me negué porque definitivamente no me gustan las niñas y porque no es mi forma de ser, y porque nunca me vi en una situación como esa, pero poco a poco me ha llevado a imaginarme escenas con niñas, a tocar sus tetas y sentir nuestros cuerpos rozando y que estemos untados de aceite, me imagino que él debe estar presente porque me excita ver que me vea si lo disfruto o no y aunque me moría de pánico en solo pensar que él le interesara la otra niña, solo veo en él, querer satisfacer mis fantasías más locas y querer ver mi cara de placer. Hace poco aprendí a imaginármelo teniendo sexo con la niña con la que yo fantaseaba, no fue fácil, pero ahora lo veo, lo puedo disfrutar y se lo dije, que quisiera verlo, pero sintiendo que soy su centro de atención y que todo su placer, su sudor y su orgasmo fuera solo para mi…. Y cuando se lo pedí, no dudó en hacerlo. Aunque aún no he tenido acercamientos con otra niña, si quiero experimentarlo, no solo porque tengo la curiosidad de tocar y rozar sus tetas con las mías, porque eso me emociona mucho, sino la curiosidad de sentir su lengua en mi vagina y experimentar eso que tanto le he oído a mi mentor. Y es que, para hacerse a una idea, creo que queremos dar un paso más allá de lo corriente con prácticas un poco más explosivas y extremas: hemos pensando en tener sexo en un lugar público, o en sentir sus manos acariciándome, o metiendo sus dedos en mi culo, solo porque él lo quiere y yo quiero complacerlo y a la vez él quiere que yo no me quede con algunas de mis ganas.
Dentro de mis tareas de aprendizaje, también aprendí a usar juguetes, no muchos porque realmente no sé usarlos sola, conocí una Sex Shop, y aunque no he comprado muchas cosas, he ido a curiosear para saber qué cosas hay para usar, me he vuelto fan de comprar lencería erótica, no sé si la luzca pero con solo pensar que es para mi hombre delicioso, con eso me basta, y solo me imagino su mirada en mí, devorándome, o que me esté tocando con sus manos suaves y delicadas porque tal vez ni me la quiera quitar por quererme penetrar y que no perdamos un segundo del poco tiempo en que podemos estar juntos. También hay castigos, pero me parece que la palabra más apropiada es penitencias, porque finalmente es tener más ganas de explotar una vez termine la penitencia, entonces la sensación de un super orgasmo y que el sudor de su cuerpo y el mío se mezclen en una forma tan placentera que nada ni nadie nos quitara ese momento de nuestras mentes. Los límites son personales, porque a pesar de que él calma mis fantasías, y mi ansiedad, también quiere que yo quiera más, que siempre esté deseándolo, y lo logra porque cada día me incita a buscar nuevas emociones y saber que él se sienta amado, excitado, deseado y poderoso me llena de placer y hace que espere con anhelo que él diga “quiero que”…..
¡Hoy, me despertó deseando tener una foto de mi culo, y aunque en teoría, debe tener varias, no dude en complacerlo, porque su respuesta apenas se la envié fue quiero tenerte en mi cama así para que sientas mi verga dentro… wao!!! Que les puedo decir, es sentirse deseada, que él tenga ganas de mí, que sea yo esa persona que él quiere tener, que tenga el privilegio de estar en sus pensamientos, y a la vez que mi ansiedad por verlo sea más grande. Como aún no hemos podido hacer realidad mi fantasía de que me penetre por el culo y me haga gritar de dolor y de placer, me ha pedido hacer algunas tareas preliminares, porque me dice que el único lugar en donde él puede tocar, besar y saber exactamente lo que siento es ahí… mi culo, así es que quiere que aprenda a descubrir que es lo que más me gusta, cómo me gusta y lo que quiero que me haga para cuando llegue ese día, que me concentre en acariciarme y buscar lo que más me excita y lo haga de tal forma que le pueda luego enseñar a hacérmelo y así el me enseñará como quiere que se lo haga… Si me lo preguntan hace apenas unos meses no contemplaba ni por un segundo un masaje anal, pero en este momento con todo lo que me ha dicho mi hombre siento que me permitirá disfrutar de una experiencia que hasta el momento nunca he vivido, y ahora que sé que él quiere que se lo haga y darle ese tipo de placer que, aunque lo desconozco, si tengo claro de experimentarlo y de que yo pueda hacerle sentir eso que tanto queremos. La tarea no ha sido fácil, por varios motivos, no sé cómo hacerlo, no consigo una posición que me relaje y que a la vez me estimule, porque soy demasiado estrecha, y siendo mi primera vez, consideré tener un poco de técnica para no lastimarme y para después enseñarle a mi hombre lo que quiero que me haga. Apenas resolví la posición, empecé por hacer masajes lentos y suaves en las nalgas y poco a poco fui bajando hacia el ano, la sensación no es tan excitante, preferiría que él estuviera haciéndomelo, pero bueno, ya falta poco para vivirlo, cuento los días…. para descubrir todo eso que me ha prometido.