Regresamos a casa como a las 6 de tarde, apenas entramos la desvestí, comencé a comerle ese coño tan deseado en la ciudad, la follé en la sala, luego la llevé a la cocina, ahí en la mesa me la volví a follar, lo hicimos en toda la casa, en su cuarto, en el comedor, incluso ella quiso hacerlo en el cuarto de su hermana, estuvimos follando hasta las 11, fuimos a nuestro cuarto, quedamos dormidos.
Bueno como les había contado de cómo fue mi primera vez con mi hija Claudia aprovechando que su hermana marianita estaba de viaje ese domingo en la noche, fue la noche de sexo más increíble que tuve después de haber tenido sexo en la sala, ducha, y mi cuarto, al despertar eran las nueve, la vi a ella seguía dormida en mis brazos ambos desnudos, me decidí a hacer que mi hija no se arrepienta de lo sucedido, me levanté sin hacer ruido me puse una bata y me fui a la cocina, llamé a la señora que hace las labores de la casa le di la semana libre.
Me puse a preparar el desayuno para mi hija, cuando estaba terminando siento un abrazo desde atrás, era ella mi niña, mi hija, mi mujer estaba también con una bata. Ella me dio un beso en la boca.
Hija: Buenos días, ¿como amaneció mi maridito?
Con esas palabras sabía que mi hija no se desanimaría de lo ocurrido.
Yo: Bien estoy aquí preparando el desayuno a mi mujercita.
Ella se rió y me dijo, eso es mi labor ahora tengo que recompensarte.
Me abrió la bata y me comenzó a pajearme.
Yo: Ahhhhhhhhh, nenita eres la mejor, pero primero tenemos que comer para recuperar fuerzas.
Luego desayunamos bien un rato nos estuvimos mirando, conversando.
-Papito a que hora llega la Sr. Delia (es la señora que esa las labores de la casa) – No vendrá esta semana libre. – ¿Si papito?, que bueno. – Si mi nena, luego de que nos metamos a la piscina como antes.
Ella solo me miraba con lujuria. Al terminar de desayunar se fue corriendo a su cuarto yo me puse a limpiar las cosas. Al rato ella me llamó, dijo que suba a su cuarto a ayudarla.
Yo: (entendía lo que ella quería) ¿que pasa hijita?
Ella está ahí con un bikini negro mirándose en el espejo.
Hija: Mira papi no se cual ponerme ayúdame ya tú me dices cual te gusta.
Estaba precioso ese bikini apenas cubría sus senos.
Yo: Claudia ese se te ve muy bien, te ves hermosa, cualquiera te va quedar bien, tienes un cuerpazo de modelo. Hija: Papi es que este día tiene que ser especial, recuerda que tú dijiste que es nuestra luna de miel y quiero que mi marido me vea mi muy linda. Yo: Mi niña tú siempre estás muy linda. Hija: Gracias papi, espera que me pruebe otro.
Se quitó el bikini negro frente a mi sin ningún tapujo, eso hizo que casi me lanzara sobre ella pero me contuve. Se puso uno blanco le quedaba grandioso parecía un ángel.
Yo: Ese te queda muy hermoso Claudia, ese me gusta más. Hija: Si papito, espera que aún tengo más para mostrarte.
Se probó como diez…
Hija: ¿Y papi cual te gustó más? Yo: Ay nena, es el blanco, ese te hace ver como un ángel. Hija: Si papi como un ángel, que lindo eres.
Se volvió a poner el bikini blanco, puede volver a verles las tetas grandes que tiene y ese coñito rosadito. Luego ella se me acerca me aprieto mi pene que estaba ya muy durísimo y me dijo:
Hija: te espero abajo papito…
Yo rápidamente me fui a mi cuarto, me tomé el primer short que encontré y me fui corriendo a la piscina. Allí estaba ella dentro de la piscina nadando como si supiera que nada va a pasar, yo me acerco lentamente.
Hija: Ven papito, está rica el agua.
Yo no lo pensé dos veces me metí a la piscina, fui donde ella y comencé a besarla y tocarla por encima de ese bikini, ella se dejó hacer, solo gemía, allí mismo, sin decirle nada, la penetré en el agua un mete saca rápido.
Yo: ¿Esto querías no?, me has calentado, ¿mira como me has puesto? Hija: Ahh, si papito, si, Ahhhhhhhhhhhh…
Así estuvimos unos 5 minutos me corrí en ella, luego de eso nos pusimos a nadar, nos besábamos, estuvimos jugueteando así hasta el medio día, salimos de la piscina, me recosté en el piso, le pedí que se sentara sobre mí, ella lo hizo sin ningún reproche.
Yo: Siiiiiiiiii me encantas Claudia, sigue, Siiiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhhhhh… Hija: Si papito, a mi también me encanta tener tu verga en mi conchita, ¿Te gusta que te monte verdad ahhhhhhhhh, papaíto?
Yo sentía que ya me venía pero la hice retirar y que se ponga como perrito y un solo golpe se lo ensarté en su culo. Ella solo dijo aaaauuuu, gritó de dolor. Yo comencé a bombear, sabía que a mi hija le gustaba así que empecé con un mete saca rápido y constante.
Hija: Ahhhhhhh papito rompeme el culo de nuevo, sigue, ahhhhhhh…
Yo me vine en su culo, todo su culo estaba repleto de mi semen.
Hija: papito otra vez me ensuciaste toda. Yo: anda límpiate que vamos a salir a almorzar.
Ella se fue moviendo ese culo lleno de semen que acababa de romper.
Luego de eso salimos en el coche a un restaurante a comer, mi hija se había puesto una minifalda jeans azul y un top negro pequeñito que apenas cubría sus pechos.
Después de almorzar fuimos a las centro de la ciudad abrazados, besándonos, la gente nos veía, hasta algún tíos se tocaban el miembro cuando mi hija me besaba, la llevé de compras, le dije que tenía que comprarle ropa nueva a mi mujercita, ella feliz.
Recorrimos muchas tiendas, mejor dicho, limpiamos muchas tiendas pero no importaba.
Regresamos a casa como a las seis de tarde, apenas entramos la desvestí, comencé a comerle ese coño tan deseado en la ciudad…
La follé en la sala, luego la llevé a la cocina, ahí en la mesa me la volví a follar, lo hicimos en toda la casa, en su cuarto, en el comedor, incluso ella quiso hacerlo en el cuarto de su hermana, así terminamos…
Estuvimos follando hasta las 11 donde cansados fuimos a mi cuarto o mejor dicho nuestro, quedamos dormidos, cansados, luego les contaré todo lo que hicimos el resto de la semana y las fantasías que teníamos y que nos propusimos cumplir.
Espero sus comentarios y consejos.
Autor: Iván