Esas fueron las palabras con que se inició uno de los hechos más extraños en los que he participado. Pero para que tengan una idea clara de la situación, les relataré los hechos desde lo que considero fue el principio.
Por razones que actualmente no recuerdo, un día revisando mis libros de cuando era estudiante, encontré un artículo de psicología, sobre técnicas y ordenes subliminales, luego de echarles un vistazo, hubo un párrafo en particular que llamó mi atención, básicamente el artículo decía que a los seres humanos, les gusta o agrada ser sorprendidos o recibir sorpresas, algo así por el estilo, y que una persona que se le advierte o se le informa de que recibirá una sorpresa agradable, procurara de cualquier manera consciente o inconscientemente, de que se den las condiciones para recibir dicha sorpresa, y una ves que se presenta la conducta deseada, la persona buscará y hará uso de un gran repertorio de razones lógicas por la cual se comportó de la forma en que lo hizo supuestamente.
Al principio me entretuve un rato imaginando los alcances de esa teoría, sí la pusiera en practica, pero luego dejé de pensar en ello. Al día siguiente en mi bufete, hablando con mi secretaria me acorde del artículo, pero de inmediato lo deseché esa idea, ya que no necesitó de esa artimaña para mantener una relación con ella, de por sí era muy intima desde hace un año próximamente, y además pronto se casaría con un joven de su congregación. Una ves que me concentre en asuntos de mayor relevancia para esos momentos, recibí una llamada de una amiga mía, Lourdes a la cual la semana anterior, recomendé para que ocupara un cargo de Juez, el cual yo había declinado, ya que modestia aparte considero que al cerrar una contratación colectiva, o al representar ante los tribunales a un indigente, realmente hago más justicia que la que puedan administrar un Juez en un año. Yo había tenido mis ojos puestos en Lourdes desde hace varios años cuando la conocí al dar clases de Derecho Procesal y ella era estudiante de mi clase. Debido a la relación estudiante profesor, me abstuve de invitarla a la cama, ya que no me agrada que se confunda mi interés personal por una mujer, con cualquier otra cosa, o sea que se me acuse de aprovecharme de mi condición ya sea de catedrático, o de abogado por lo que tampoco mantengo relaciones sexuales con mis clientes, aun cuando la divorcie del peor de los maridos, y ella se me ofrezca ya que es cuestión de principios. Pero saliendo del ataque de ética por el que acabo de pasar, y regresando al tema principal, les diré que ya no habiendo ningún tipo de relación con Lourdes, entraba en la categoría de aptas para follar, siempre y cuando fuese voluntariamente, por lo que al recibir su llamada invitandome a cenar acepte de inmediato.
A la siguiente noche pasé por su hogar, ella se encontraba recién casada, con otro ex-estudiante mio de nombre Julián. Por lo que mi meta de acostarme con ella, era casi imposible. Lourdes me recibió en la puerta de su casa, hermosamente vestida con un traje blanco, el cual contrastaba con su color de piel morena, sus nalgas apretadas dentro de la blanca tela destacaban de manera especial, lo que mantenía mis ojos puestos en ellas cada ves que podía, ya que desde que llegué nuestras miradas se cruzaban continuamente, al principio ella no se dio por enterada, pero mi insistencia era evidente, por lo cual luego de cenar Lourdes procuró hablar a solas con migo, por lo que le pidió a Julián que buscara las fotos de su boda, ella sabía que iva a demorar algo de tiempo, por lo que al salir su marido, sin rodeos se dirigió a mí diciendome que se sentía agradecida y alagada, pero que entre nosotros nunca podría existir nada, ya que amaba a su marido, ante esa defensa tan clara, no me quedaba más remedio que aceptar la derrota, de esa batalla, pero no de la guerra, al ella escucharme se puso a reír a carcajadas por un rato, sus senos parecían que en cualquier momento iban a saltar de su escote, en eso abriendo sus piernas y señalando con su dedo hacia su sexo, mostrandomelo ligeramente oculto de tras de una pantaleta semi transparente, me dijo, de esta no vas a volver a ver ni un pelo, al decirlo cerró sus piernas y me preguntó, ¿que te parece? En esos instantes mi mente busco, alternativas para poder rebatir su ultima
afirmación, mi verga en cuestión de micro segundos se armó a su máxima expresión, el solo imaginarla tendida desnuda sobre cualquier superficie me mantenía excitado, y ella se dio cuenta de eso, por fastidiarme durante unos minutos se agarraba sus tetas de forma provocativa, con su lengua se humedecía sus labios de la manera más sensual que yo haya visto en mucho tiempo, de momento me acordé del artículo que lei sobre los mensajes u ordenes subliminales, y le dije en vista de lo honesta que has sido con migo, respondeme la siguiente pregunta. Tu te sorprenderías si antes de que finalice el mes te encuentras revolcandote con migo, por unos segundos ella se quedó perpleja, reaccionando de inmediato diciendo, que si, en efecto yo sería la primera en sorprenderme, pero negando cualquier posibilidad, volvió a enfatizar que se sorprendería y negó el que en un futuro ella y yo nos fuéramos a una cama juntos, por el solo hecho de hacerlo.
Justo cuando ella terminaba de hablar se presentó al otro extremo de la habitación Julián su esposo, él cual llegó cargando un manojo de fotografías de su boda, al principio fue algo aburrido, en el primer grupo, las clásicas fotos de una boda, los novios, las damas de compañía, el padrino y la madrina, los padres de los novios, el cura, en fin toda la familia, en el segundo grupo de fotos eran más artísticas, de hecho casi la mayoría de las fotos eran de Lourdes, al momento en que el padrino le retiraba el liguero, sus bellas piernas decoradas con medias negras y se podía observar su ropa intima de encaje negro, en el tercer grupo de fotos eran de ella y su marido, en el cuarto durante la luna de miel, por lo visto pusieron la camara en automático, mientras se desvestían, mientras ya desnudos se besaban, y luego mientras mantenían su primera sesión de amor ya casados, en este punto yo ya me encontraba muy excitado, en eso Lourdes me arrebató todas las fotos de mis manos, menos una en la que ella se encontraba de rodillas sobre la cama, y de tras de ella su marido, acariciandole sus senos mientras ella se introducía sus dedos dentro de su propio sexo, esa foto se la escamoté sin que se diera cuenta, ella cortésmente dijo estas son personales, solo para los ojos de mi marido y yo, yo asentí con la cabeza, mientras con mi mano introducía la foto en el bolsillo de mi chaqueta, al mismo tiempo Julián tomando el primer grupo de fotos se puso a realizar algunos comentarios sobre las personas que aparecían en las fotos, él se encontraba muy concentrado en sus fotos, tanto que no se percató del tercer grupo de fotos, luego de eso nos tomamos una copa y me retiré.
A la semana siguiente, el lunes al llegar a mi bufete de abogado, encontré que había recibido una llamada de la Juez Lourdes, citandome en su tribunal a las 4:30 de la tarde. Llegué puntualmente a la sala de la Juez, hay se encontraba un alguacil al cual yo conocía, la secretaria de sala, y un joven fiscal recién graduado, además de un hombre que supuse se encontraba acusado, al llegar luego de los saludos de rigor, el fiscal me notificó que esa persona se encontraba acusada de actos lascivos y exposiciones deshonestas, actos que había realizado en plena vía publica frente a un grupo de damas de sociedad, me supuse de inmediato que la Honorable Juez me había citado para ser defensor de oficio, pero cualquier otro abogado hubiera podido realizar esa función, por lo que me supuse que había algún otro motivo tras la invitación, previendo el que se me fuera a nombrar como defensor de oficio decidí entrevistar al acusado, al intercambiar las primeras palabras, de inmediato me dí cuenta que se trataba de una persona que presentaba un gran deterioro de sus facultades mentales y emocionales, su forma de hablar era similar a la de un niño de cuatro o cinco años, en todos los aspectos, la posición de sus dedos y la rigidez presentada era característica de una persona que ha estado consumiendo medicamentos anti psicóticos por muchos años, su falta de aseo en general me indicaba que se encontraba totalmente alienado, por lo que me dí cuenta que la mejor defensa era la aceptación de los cargos y buscar un archivo de caso por falta de sanidad mental, con el fin de que el pobre hombre pudiera ser referido a recibir tratamiento apropiado para su condición. Pasaron unos minutos y Lourdes entró a la sala envuelta en su toga de satín negra con unos encajes blancos en los puños, caminando de manera seductora hacia su silla, yo mi
entras tanto al quedarme viendola me imaginaba que debajo de la oscura toga iba completamente desnuda, el soló pensarlo me excitó de inmediato, mi pene latía dentro de mi pantalón, era tan evidente que me vi obligado a colocar mi portafolios frente a mi, con el fin de disimularlo, mientras Lourdes en su carácter de Juez llamó el caso, y al mismo tiempo entraron un grupo de señoras mayores, de inmediato la Juez continuo con la vista del caso, luego de escuchar la acusación proseguí con el plan que me había trazado, al final de mi alegato, me dirigí a la Juez, y pidiendole permiso para hablarle, el cual me concedió, me acerque a ella lo más que pude, y muy serio le pregunté, su señoría se encuentra desnuda debajo de la toga, a lo que ella respondió con un tono de vos meloso, tendrás que esperar a que termine el caso para saberlo. Al finalizar a mi cliente se le archivó el caso y se consiguió que fuera referido a un hospital psiquiátrico.
Posteriormente Lourdes en su calidad de Juez suspendió el resto de las vistas, y todo el personal de sala se retiró apagando la camara de video, cerrando las puertas y apagando las luces, una ves que los dos quedamos solos en sala, ella se dirigió a su oficina y me invitó a entrar para discutir el futuro de mí defendido, al llegar a su oficina despachó a su secretaria y luego de cerrar la puerta de su despacho, sin mediar palabra me plantó un beso de lengua en mi boca, de inmediato nos abrasamos, y continuamos besandonos, mis manos exploraron todo su cuerpo, y las de ella exploraron el mio, debajo de la toga de satín negro no se le sentía nada de ropa ni tan siquiera una pantaleta o un sostén, continuamos besandonos al tiempo que ella me retiraba mi ropa, cuando yo iba a ser lo mismo con ella me aguantó la mano, pero continuamos con ese grandioso beso de lengua, yo me encontraba completamente sin ropas y ella me hizo sentar en una de las sillas de su oficina, de inmediato me hizo sentar para luego de manera artística y al son del ambiente musical de su oficina, se fue retirando la toga de satín negro, la manera en que se deslizaba la toga entre sus brazos, era lo más excitante que hubiese visto, como poco a poco sus piernas se revelaban ante mi presencia, a medida que sus caderas aparecían cantoneándose frente a mi persona, yo por mi parte estaba tan excitado que me lleve la mano a mi pene y lentamente me fui masturbando, llegó el momento en que su vientre plano y firme, y luego sus senos aparecieron, para luego con un brusco movimiento tirar su toga de satín al sofá tapizado en cuero, que se encontraba en su oficina, una ves que quedo como Dios la trajo al mundo, pude apreciar toda la belleza de su cuerpo, yo continuaba dandole a mi pene, hasta que ella se fue acercando lentamente a mi persona, colocando sus manos en los brazos de la silla en la que yo me encontraba, y arrodillandose ante mi, abriendo su boca tomo con sus labios mi glande, y suavemente lo fue introduciendo dentro de su boca, y así con mucha delicadeza comenzó a succionarlo, yo por mi parte comencé acariciarle sus senos, y al tacto localice sus pezones los cuales se endurecieron de inmediato, entre ella y yo había una especie de danza, sus ojos me observaban, con una mirada sensual, hasta que de mi pene brotó una gran cantidad de semen, la cual ella por unos segundos retuvo en su boca antes de tragarla, permanecimos un rato en la posición en que nos encontrábamos, luego ella se levantó y dirigiendose a su baño privado, me dijo realmente la más sorprendida soy yo y no lo soy a la ves, ya que el día de ayer llegué temprano del té canasta que organiza la asociación femenina legal, cuando encontré a mi esposo….., en eso calló y yo trate de ayudarla diciendo, y encontraste a tu marido con otra, verdad, a lo que ella me moviendo su cabeza afirmativamente me respondió que si, pero eso no es todo prosiguió ella, además de eso el estaba vestido de mujer con mi ropa, y mientras le daba a la mujer por el culo, un tipo le daba a él por el mismo sitio, por lo que lo voté de la casa como se encontraba vestido, y no quiero saber más de él en mi vida, ya en el baño abrió la ducha y ya dentró de ella me llamó para que la acompañara, yo me incorporé de la silla, y diligentemente fui acompañarla, los dos nos metimos bajo la ducha y comenzamos a enjabonarnos , yo con mis manos recorrí todo su cuerpo, con ellas exploré sus nalgas y su coño, me arrodille frente a su coño y con mi lengua me dí a la tarea d
e lamerla, primero por afuera, el agua corría entre ella y yo, luego la fui pasando por los labios de su vagina, y continúe chupando su clítoris, mientras ella movía su cadera con más y más fuerza, abrió más la piernas y con mi lengua explore sus bien formadas nalgas, hasta que con ella encontré su esfínter el cual palpitaba cada ves que mi lengua se introducía en él. De momento, ella que se retorcía de placer salió de la ducha, me tomó por la mano y desnuda se dirigió al sofá de su oficina, se acostó boca arriba y yo me le fui encima, mientras nos dábamos un largo beso de lengua se lo fui metiendo, no se sí era mi saliva , el agua, o su propia humedad, la que nos permitió el no darnos cuenta que ambos estábamos hecho uno, por decirlo así, Lourdes dejo de besarme para pedirme que se lo metiera por el culo, ya que su marido nunca lo había hecho, en eso recordé la foto que le robe en su casa y hay comprendí que todo era una farsa de ella para que estuviéramos juntos, realmente eso no me importaba, que escusa o motivación tuviera ella, yo estaba realmente excitado como para ponerme melindroso por lo que ella dijera, así que dio la vuelta y se puso en cuatro, yo por mi parte se lo fui introduciendo por su hermoso culo, al principio la escuche quejarse un poco, pero luego su esfínter se tragaba mi pene sin el menor reparo por parte de ella, mientras con mis dedos acariciaba su coño, con mi boca mordía su nuca, en eso la escuche susurrar al principio, dame más duro ese culito que es todo tuyo, eso me enervo más aun, y comencé a tratarla de forma brusca, eso a ella le agradó, y a medida que le daba una que otra nalgada o le mordía en la nuca ella se movía más aun y pedía más, yo en algún momento le dije, puta dame más, y ella se contoneaba con aun más fuerza, hasta el punto en que un chorro de mi semen inmundo su culo, continuamos moviendonos hasta que, fuimos deteniendonos poco a poco, los dos nos encontrábamos exhaustos y permanecimos así por un buen rato luego nos levantamos y nos metimos bajo la ducha de nuevo, yo la enjaboné y ella a mí, pensé que tendríamos otro encuentro, pero de momento ella salió de la ducha se secó con una pequeña toalla, mientras yo lo hacia con su toga, al final nos vestimos y saliendo de su oficina me dijo, realmente estoy sorprendida de lo que hicimos, y continuo diciendo, tu te sorprenderías si……
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