Hola a todos. Mi nombre es Marc y, antes de comenzar mi relato voy a describirme. Tengo 22 años, mido 1.83 m, complexión fibrada y soy castaño con los ojos oscuros.
Un día fui a rehabilitación de la espalda y me atendió una fisioterapeuta de unos 28 años. Ella es morena con el pelo rizado, estatura normal, ojos verdes, unas buenas tetas y un culo precioso. Me quedé embobado mirándola. Tengo que decir que siempre he tenido bastante éxito con las chicas y pude ver como me dedicó una sonrisa. Me enseño el sitio y me mandó unos ejercicios.
Uno de ellos consistía en hacer unos movimientos tumbado en una colchoneta. A mi lado tenía una chica preciosa. Debía tener unos 20 años, rubia con el pelo liso, ojos azules, iba vestida con un top marcando sus tetazas (eran enormes) y unos pantalones short (mostrando algo de su culito). En eso que tuve que hacer un ejercicio de lado y ella también. Ella me estaba dando la espalda. A los 5 minutos noté como se fue pegando a mí y me metió el culo en la polla. Me empecé a poner cachondo y ella se giraba mirándome con sonrisa picarona. Ni corto ni perezoso alargué mi mano y la puse por dentro de su pantalón sobándole el culo. Empecé a deslizar un dedo hasta su concha, y comprobé que estaba muy mojada. Entonces llegó la fisio y me dijo que pasara a una salita para hacerme unos masajes. Me quedé solo y me desnudé quedándome en calzoncillos.
De repente se abrió la puerta y entró la chica de la colchoneta, y sin decirnos nada empezamos a besarnos. Jugábamos con nuestras lenguas y empecé a sobarle las tetas por encima del top, la muy guarra no llevaba sostenes. Le quité el top y se las empecé a chupar. No me cabían en las manos. La tumbé en la camilla y le quité el short y el tanga. Empecé a chuparle la concha, poniendo especial dedicación en su clítoris. Me encanta comer coños. Al cabo de unos minutos se corrió en mi boca y me dedicó sus primeras palabras: «Ahora me toca a mi». Me quitó los calzoncillos y me empezó a comer la polla. Se la tragaba entera y yo me estremecía de placer. Acabé corriéndome en su boca y me limpio la polla.
De repente se abrió la puerta y entro la fisio. Se quedó parada y yo también. La chica dijo «Perdón, pero me voy que ya he terminado». Entonces la fisio dijo unas palabras sorprendentes: «Esto no ha hecho nada más que empezar». Acto seguido se fue desnudando enseñándome sus preciosas tetas y un culo genial. Tenía un cuerpo fantástico para la edad que tenía. Se miraron las dos y empezaron a comerme la polla, sus lenguas se entrelazaban y yo estaba en el séptimo cielo. Las cogí a las dos y les empecé a comer el coño, un rato a cada una, hasta que la fisio me dijo: «fóllatela». Cogí a la chica y le metí la polla hasta el fondo y empecé el mete-saca. La fisio mientras le metía el coño en la boca de la chica. Esta al principio se negaba pero a causa de la excitación empezó a chupárselo como una loca. La fisio volvió a dar otra orden, le dijo a la chica que me cabalgara. Esta se puso encima de mí y empezó a saltar como una loba en celo. Mientras yo le comía el coño a la fisio. Ahora lo que más deseaba era follarme a la fisio, así que la cogí y me dijo «ahora te voy a cabalgar yo». Así que se intercambiaron las posiciones y mientras la fisio me cabalgaba como una profesional yo le comía el coño a la chica.
Entonces decidí follarme a la fisio a cuatro patas. Le agarraba las tetas con fuerza y ella le comía el coño y las tetas a la chica. Saqué la polla y se la empecé a restregar por el culo, y me dije «esta es la mía» y se la ensarté hasta la mitad. Ella empezó a succionar como un animal el clítoris de la chica hasta correrse como una guarra mientras yo culeaba con un ritmo bestial.
La chica se puso debajo chupando mis huevos y el coño de la fisio. Hasta que saqué la polla y me corrí en su boca por segunda vez. Entre las dos me la limpiaron.
La fisio se vistió y me dijo: «que tal tu espalda? Tendremos que repetir mañana el masaje». La miré, miré a la chica y dije, a que hora vengo?
Autor: Iaa292ie
Iaa292ie ( arroba ) terra.es