Milfs, Infidelidad. Sucedido en el viaje, así entre la obscuridad de la habitación imaginaba a mi suegra acostada junto a mi…
Hola queridos lectores de Marqueze.net la historia que les narro a continuación me ocurrió hace tan solo un par de meses.
Me llamo Toño, soy casado y tengo un pequeño de 3 años, todos los años viajamos a visitar a mis padres en el mes de febrero y a aprovechar unos días de vacaciones en la playa, esta vez viajamos mis suegros, mi hijo y yo, ya que mi esposa nos alcanzaría dos días después. El viaje en bus dura cerca de 10 horas en las cuales íbamos sentados mi suegra y yo y en otro asiento mi suegro, esto para poder turnarnos en llevar al pequeño Joaquín, pero al cabo de unas horas y viendo que el asiento contiguo al de mi suegro estaba desocupado decidimos poner allí al pequeño. Felizmente viajo muy cómodo y no molesto el resto del viaje, lo cual permitió que tanto mis suegros como yo pudiésemos dormir. Horas después de viaje, siendo ya casi las 12 p.m., desperté sofocado por la calefacción del bus y también por la cercanía de mi suegra que al estar profundamente dormida recostaba su cabeza sobre mi hombro, nunca había sentido a mi suegra tan cerca de mí mucho menos dormida tan plácidamente, Isabel como se llama mi suegra es una mujer de 55 años de contextura delgada pero muy bien formada en sus años de juventud gracias a los deportes que siempre practicaba, en fin estando ella recostada sobre mi hombro comenze a sentir sensaciones encontradas, y una gran curiosidad por saber que sentiría al tocarla, así que empece sujetando y acariciando sus manos que reposaban sobre su regazo, una a una las puse a un lado permitiéndome ver su pecho, con mi mano derecha y siempre vigilando que mi suegro continuara durmiendo pude desabotonar el primer botón de su blusa el cual me permitió poder ver parte de su blanca piel, mi excitación iba en aumento y mis ganas de poder ver sus senos me dieron el valor para continuar con mi labor, uno a uno fui desabotonado aquellos pequeños botones que me separaban de aquella mujer profundamente dormida, grande fue mi sorpresa al notar que no llevaba sostén, luego de unos minutos tenia ante mi un hermoso seno bordeado por una aureola color café y un pequeño pezón mas obscuro que la aureola, si bien era algo pequeño pude sentir que era lo suficientemente duro para una mujer de su edad, muy suavemente con la punta de mis dedos empece a tocar aquel pezón que al solo tacto se puso muy rígido, dentro de mi sentía una indescriptible combinación de sensaciones, excitación, curiosidad, miedo, por un momento me asaltaron las ganas de tener aquel seno dentro de mi boca para poder besarlo y lamerlo, pero dada la situación y en vista de la llegada a la primera parada del bus no tube mas remedio que volver a colocar esos botones en su lugar, confiando en que al continuar el viaje pudiese volver a disfrutar de aquella mujer, ingrata fue mi sorpresa que al retomar el viaje tuvimos que cambiar de lugares por que Joaquín había despertado. Se imaginaran claro que no pude volver a conciliar el sueño durante el resto del viaje.
Cuando por fin llegamos a nuestro primer destino, donde deberíamos espera la llegada de mi esposa, unos familiares gratamente nos ofrecieron hospedaje, era una sola habitación algo pequeña con 3 camas, las cuales destinamos una para mi hijo otra algo mas amplia para mis suegros y la otra para mi. Aquella noche luego de cenar y tomar algunos tragos con la familia nos dispusimos a dormir, mi suegro por el cansancio así como Joaquín cayeron rendidos y durmieron plácidamente, en cambio yo no podía dejar de pensar lo sucedido en el viaje, así entre la obscuridad de la habitación imaginaba a mi suegra acostada a tan solo un metro de distancia y trataba de oír su respiración, en eso ella murmuro algo que no pude entender, alzando un poco mas la voz empezamos un dialogo:
– Toño?…. duermes?
– No – dije yo-
– Sabes? …. Quiero preguntarte algo…
Yo permanecí callado esperando cual sería aquella pregunta y ella continuo…
– Anoche en el bus tuve un sueño muy curioso… – hizo una pausa – …pero cuando intentaba despertar creí ver que retirabas tus manos de mi blusa y….
– ella hizo una pausa nuevamente y yo quería que mi cama me tragara – …y la verdad es que quisiera preguntarte si paso algo en el viaje.
Presa de l
a vergüenza empece a balbucear algún tipo de excusa, de pronto sentí que una mano buscaba bajo mis sabanas y pude sentir a mi suegra que acariciaba mi rostro diciéndome…
– Me alegra que no haya sido un sueño……
Se levanto de la cama y vino hacia la mía, tomando mi rostro entre sus manos pude sentir su aliento junto al mío y busque esa boca que tanto había esperado, nos besamos apasionadamente y nuestras lenguas jugaron y se mezclaron entre ellas. Entre besos y caricias nos despojamos de nuestra ropa, solo se oía los ronquidos de mi suegro y la respiración de mi pequeño hijo, ella me besaba con desesperación y poco a poco fue bajando hasta besando todo mi cuerpo, mordía y lamía cada parte de mi ser, hasta que se detuvo cuando estaba frente a mi pene, lo tomo con ambas manos y empezó a lamerlo, con una habilidad tal que sentía que llegaba en ese mismo momento. Con su hábil lengua recorrió cada centímetro de mi pene, mis testículos y hasta mi ano fue gratamente favorecido. Luego con una ágil maniobra pude colocarme sobre ella que aun deseaba mantener mi herramienta en su boca, así pudimos quedar en un perfecto 69, pude sentir su olor y sus vellos que no eran abundantes, mi lengua no espero una invitación y empece a recorrer aquella concha tan apetecible., tan grande fue nuestra excitación que terminamos así, yo en su boca y ella dándome todos sus líquidos los cuales absorbí con enorme placer. Un rato después estabamos nuevamente recostados el uno frente al otro, sin decir palabra alguna continuamos con los besos y las caricias, las cuales hicieron despertar nuevamente el deseo en mi, pero al sentir que mi suegro despertaba presa de un ataque de tos, Isabel rápidamente se acostó en la cama de mi hijo, respondiendo a la pregunta de mi suegro que donde había ido.
A la mañana siguiente, al despertar tenia la sensación de haber tenido un sueño, en ese momento entro mi suegra a la habitación, se acerco a mi y con un beso en los labios me dijo…
– Buenos días dormilón – y se fue de la habitación con una sonrisa de complicidad, la cual me dio la certeza de que lo vivido la noche anterior no había sido un sueño.
La mañana transcurría muy tranquila, de rato en rato conversaba con Isabel sobre las cosas que deberíamos comprar para llevar a la playa y ella no desaprovechaba la menor situación para hacerme una caricia o sonreírme coquetamente, buscábamos cualquier pretexto para estar a solas y poder continuar con nuestras caricias, pero con mi hija correteando por todos lados, mi suegro y el resto de la familia, eran pocos aquellos momentos que podíamos disfrutarnos el uno del otro.
Al medio dia y con la intención de comprar algo al pequeño Joaquín y de llamar a mi esposa para preguntar por su llegada, salí de la casa en busca de un teléfono. Al terminar de hablar con mi esposa y al darme vuelta me encontré con Isabel que parada frente, pregunto:
– Como esta Ivette?… cuando llega?.
– No le dieron permiso en su trabajo – respondí – …y al parecer no vendrá.
– Entonces, tenemos 15 días para terminar lo que empezamos anoche – me dijo sonriendo
La tome de la cintura y la bese apasionadamente, ella buscaba mi pene con sus manos y respondió a mis caricias.
Al volver a casa, las miradas de complicidad y adivinando lo que nos esperaba en la playa hicieron del resto de la mañana muy placentera ….
(continuara…)