Llegó el verano y salimos de vacaciones con mis padres. Yo, 18 años y mi hermana de 16.
Llegó el verano y salimos de vacaciones con mis padres. Yo, 18 años y mi hermana de 16.
Mi padre se había conseguido con un colega de oficina, una cabaña en una retirada playa. El lugar muy hermoso, pero para viejos, no para jóvenes como nosotros.
En el día, si, lo pasaba bien, pero en la noche me aburría mas que la cresta. En una llamada telefónica que hice a un amigo, me dijo que era un tonto, que tomara el auto y que viajara a la ciudad que estaba un poco mas allá. Son solo 30 minutos en vehículo, ahí había una disco que no era muy buena, pero que pero es nada.
A si que esa noche, me conseguí el auto con mi viejo y estaba preparado para salir, cuando mi hermana chica se me pegó. Siempre me había llevado bien con ella, a si que no le dí mayor importancia, aparte que me serviría de compañía en el camino.
Tomamos el auto y partimos. Al llegar nos encontramos con la sorpresa que esa disco, la única de la zona, no era mas que una casa grande con luces de colores y nada mas. El ambiente era pésimo. Entramos de todas formas. Los tipos de la zona no le sacaban los ojos de encima a mi hermana, y yo los comprendía, ella aparenta mas edad de la que tiene, su cuerpo esta mas que bien formado para sus 16 años, tiene unos pechos normales, aun un poco chicos, pero un trasero como echo a mano, duro, muy levantado y con esos jeans ajustados que se había puesto, se le veía realmente exquisito.
Nos acercamos a la barra, y pedimos dos tragos. Ella bebía moderadamente en mi casa y yo sabía que si lo hacía con sus amigas, por lo que no habría problema. Pero no se que tenía, pero el vaso mismo, el sabor, no me gustó y no me lo tomé. Al poco rato se acerco un picante a sacarla a bailar. Mi hermana lo rechazó en dos tiempo, el tipo se puso un poco cargante, por lo que tube que ponerme serió con el y despacharlo. La mujeres que se encontraban en ese lugar, eran ordinarias, y en comparación con mi hermana, extremadamente feas.
La verdad a ninguno de los dos nos gustó el lugar y decidimos marcharnos al poco rato de llegar.
El viaje había sido un fracaso. Ni siquiera nos pudimos tomar un trago decente. Veníamos comentando eso con mi hermana y ella sugirió que por lo menos, compráramos unas cervezas o algo y que las fuéramos a tomar a la orilla de la playa.
Al final traer a mi hermana había sido lo mejor que me podría haber ocurrido, por que o si no ,estaría solo y no me tomaría una cerveza solo. Pasamos a un local y compramos un pack de cervezas, unas papas fritas, unos cigarros y nos fuimos a la playa.
Mi idea era buscar un mirador o algo así, lejos para que no llegara carabineros y nos sorprendiera bebiendo y conduciendo. Tomé una calle de tierra y comencé a alejarme de la ciudad por el lado de la playa. Ya en ese lugar no había luz, pero una luna preciosa, dejaba ver todo lo hermoso del lugar. Pasamos varios autos estacionados que se encontraban en otros menesteres. Por lo mismo quedamos bastante alejados. Estacionamos el auto, al lado de una gran roca. Nos subimos a esta y nos pusimos a beber y a fumar, mientras veíamos hacia el mar.
A los pocos minutos de estar ahí, otro auto se llegó al lugar, pero estacionándose al otro lado de la roca, nos dimos cuenta que no se había percatado de nuestra presencia. Bajaron los vidrios y al igual que nosotros se pusieron a beber una cervezas y a fumar. En la posición que estabamos no podíamos verlos, pero escuchábamos claramente lo que conversaban. Nos quedamos en silencio escuchando todo lo que decían.
Se notaba que eran parejas de hace tiempo. De repente el le pide que le haga una mamada. Luego de eso escuchamos solo los quejidos de el. Al principio me dio un poco de vergüenza estar escuchando eso con mi hermana chica a mi lado, pero luego no le dí importancia. Ahora fue el turno de ella. Le dice que quería que ahora el se la chupara. Nuevamente escuchamos como el le hacía un muy buen trabajo, ya que ella no solo se quejaba, si no que le decia cosas cachondas como «cómeme toda la zorra papito» «métemela mas adentro» etc.
Algo que dijo la muchacha, le causó risa a mi hermana y se le salió una risa, que fue escuchada por los del auto. En un segúndo, se pudieron en marcha y se fueron de ahí a toda velocidad.
Con mi hermana nos
matamos de la risa por la situación vivida. Bajamos de la roca y continuamos riéndonos abajo, haciendo comentarios de las cosas que habíamos escuchados.
La situación vivida, sumado a las cervezas que tenía en el cuerpo, me habían puesto mas que un poco caliente, y estaba empezando a ver a mi hermanita, ya con otros ojos.
Quise averiguar mas de las experiencias en ese ámbito por parte de mi hermana.
Le pregunté si ella ya había debutado como mujer, me dijo que si. Me comentó que con Pablo, su novio había tenido dos relaciones, pero que no había alcanzado a disfrutarlas, ya que el en las dos oportunidades había acabado casi inmediatamente.
Ella también me hacía preguntas que en otra parte no se las hubiese contestado, pero el momento y el lugar se prestaban para eso.
La pregunta que mas me calentó fue que es lo que mas me gustaba que me hiciera una mujer . Le dí un poco de vueltas a su pregunta, ya que no se me olvidaba que era mi hermana chica, pero le respondí que el sexo oral
Le pregunté si ella lo había echo, se rió y me dijo que no …. y al final de su respuesta agregó un : » pero …..» y se quedó callada.
Yo me afirmé de ese » pero» , y trate de sacarle a que se refería con ese «pero,» Ella me decía que a nada y yo le insistía a que me dijera por casi 10 minutos.
Al final me dijo que no le disgustaría hacerlo, es mas, sentía curiosidad.
Me puse delante de ella, la besé y ella me lo correspondió. Fue un beso rico, suave. Su lenguita se metió a mi boca y nos abrazamos apoyándola contra el capó del auto.
El alcohol y las preguntas también a ella la habían excitado, ya que mientras mas la apretaba yo, mas ella me apretaba.
Podía sentir su cuerpo apegado al mío, sus pequeños pechos frotándose contra el mio. Mis manos lentamente fueron bajando hasta acariciar suavemente su hermoso trasero. Ella no puso ninguna objeción, es mas cambiamos de posición dejándome a mi apoyado contra el capó y ella sobre mi, con lo que me fue mas fácil acariciarla.
La temperatura fue en aumento, comencé a besarle el cuello y a desabrochar su blusa. Ella solo echaba su cabeza para a atrás dejándome avanzar sin poner ninguna traba.
Por debajo de su blusa negra, tocaba su cintura perfecta, su piel suave, su barriga plana sin ninguna grasa, avanzando hacia arriba, hasta tocar su hermosos pechos cubiertos por un diminuto brasier. Comencé a acariciarlos por sobre este , hasta el punto de hacer crecer sus pezones notablemente.
No quería precipitarme, quería disfrutar la máximo de esa fruta prohibida, por lo que el roce de nuestros pubis lo separaba a modo de no hacerla acabar tan rápido. Suavemente deslice mi mano bajo su brasier. Sus pequeños pero redondos pechos quedaron en mis manos, ella suspiraba y me besaba la oreja, haciéndome sentir su agitada respiración. Agarre sus pezones entre mis dedos, causando en ella un éxtasis que nunca había sentido, muy diferentes a la brusquedad de su actual pololo.
Termine de desabrochar su blusa y comencé a besarle sus pezones por sobre la tela, ella se encontraba muy excitada, me mordía la oreja hasta el punto de causarme dolor.
Luego la bese muy fuerte y apasionadamente. Su lengua desesperada me pedía mas y más. Mis manos bajaron hasta el cierre de su pantalón, lo bajé y ella me toma mis manos para evitar que siguiera sacándole el pantalón. Continué besándola, logre soltar mis manos y estas comenzaron a acariciar su vagina por sobre la tela.
Ella ya no ponía resistencia, solo se dejaba tocar, disfrutaba el máximo mis dedos en su vagina. Desabroche su jeans y al tratar de bajarlos, nuevamente me detiene y me dice «esto no esta bien», pero luego de un pequeño forcejeo, logré bajárselos hasta las rodillas, no fácilmente, ya que su cola tan paradita, me colocó algo de dificultad en este deslizamiento.
Ahí me encontraba yo, con mi hermana de 16 años, besándola apasionadamente, apoyados en el capó del auto de mi padre, con mis manos acariciando su colita, ya solo separada por una minúsculo calzón y con sus pantalones a medio bajar.
Mis manos por detrás bajaron al máximo, hasta lograr tocar su vagina que se encontraba muy mojadita. Me bajé mi pantalón, ella trato de detenerme, pero no lo consiguió. Ya mi verga erecta, se encontraba choc
ando contra su calzón, rozando su vagina y logrando excitarla aun más.
En ese instante mi hermana se puso muy nerviosa y me suplico que no siguiera. Yo luego de unos minutos, le dije que solo la sacaría si ella, se arrodillaba y me la chupaba. Ella me dice que bueno, y cambiando de posición, yo ahora apoyado en el capó y mi hermana frente de mi, comienza a bajar, besándome el pecho hasta quedar arrodillada frente a mi verga. La toma tímidamente con su mano. Comienza a tocármela suave, muy suavemente, como con miedo. Yo miraba como sus ojos la contemplaban como un tesoro. Luego veo que su cabeza se acerca y siento pequeños besos en la punta de mi pene. El placer que sentí es indescriptible.
Poco a poco fue metiéndose mi verga en su boquita, sentía como su lenguita chocaba contra mi verga. La tome de la cabeza y le enseñé como era el movimiento que me gustaba. Le dije que la apoyara por el interior contra sus mejillas y así lo hizó. Luego la sacó y con su lengua me la lengüeteaba de comienzo a fin, igual que si fuera un helado. Trata de meterla lo mas adentro que puedas, le dije y así lo hizo, pero se anduvo ahogando un poco. La sección de sexo oral duró como 15 minutos. Cada cierto tiempo me preguntaba como lo estaba haciendo y la verdad, estaba muy, pero muy bien.
No quise acabar en su boca, era demasiado para ser su primera experiencia oral, a si que le hice levantarse, besándola nuevamente manoseando todo su hermoso culo y frotando mi verga por sobre su calzón. Luego la dí vuelta y mientras yo de pie, apoyado en el auto , coloque a mi hermana apoyada contra mi, con mi verga entre sus nalgas.
Mis manos la terminaron por acariciarla entera, sus pechos , su culo, metí mis manos por debajo de la tela de su calzón y por primera vez le toco los suaves pelos de su vagina, suaves , muy suaves.
Ella con sus manos sobre las mías, no oponía ninguna resistencia. Mis dedos llegaron a meterse en su húmeda cavidad , encontrarse con su clitoris, que fue acariciado como ella se lo merecía. No estaba en mis planes penetrarla, por miedo a dejarla embarazada, solo quería sentir mi verga aprisionada por su entrepierna y su generoso culo. Mi excitación ya no daba más, me aguanté lo más que pude y cuando ella comenzó a mojar mas aun mis dedos en una clara señal de que estaba alcanzando su orgasmo entre fuertes gemidos, no resistí más y comencé a mojarle su entrepierna con mi leche caliente, que bajó entre sus piernas dejándole todo su calzón mojado.
Nos quedamos en esa posición, su respiración mas que agitada al igual que la mía, con los pantalones a media rodilla, y mi verga entre sus nalgas, besando su cuello igual como si fuéramos amantes.
Nos subimos los pantalones, pero adoptamos la misma posición, yo apoyado en el auto y mi hermana dándome la espalda apoyada sobre mi. Prendimos un cigarro, el que compartimos. Mis manos aun la acariciaban en su estómago y en sus pechos, pero esta vez sin calentura, ahora con amor, con ternura.
Nos subimos al auto y volvimos a la cabaña. Al otro día nos preguntaron como o habíamos pasado y mi hermana dijo que era una disco muy buena y que tenía ganas de ir nuevamente, dándome una mirada muy especial.
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Autor: alexander_5149
alexander_5149 ( arroba ) hotmail.com