Tomé el autobús desde Barcelona a Sevilla, autobús estaba medio lleno, yo me fui a mi asiento, número 47 casi al final rezando para que nadie se sentara a mi lado esperando dormir durante todo el trayecto nocturno que iba a hacer el autobus.
Saqué un libro esperando que el sueño me venciera cuando apareció un hombre orondo, que se sentó a dos asientos del mío, suspiré aliviado al momento aparecieron dos jovencitas, caminando hasta mi pero se sentaron en los dos asientos contiguos al señor orondo. Una de las chicas se volvió y me miró.
– ¿Tu eres Simon?.- Me preguntó.
– Si.- le respondí.
– Mi hermana es Marta. yo soy Esther, te acuerdas nos conocimos en la fiesta de cumpleaños de Adrian.
– Hola Esther,
– Esta es mi amiga Belén.
– Encantado Belén.- ellas se sentaron en los asientos contiguos al mio, y estuvimos hablando, esther era hermana de una compañera mía de instituto, ella tenía 8 años menos que yo.
Llegó la hora de partir y nos fuimos, me puse a hablar con Esther mientras que Belén intentaba dormir, molesta Belén pidió que si se podríamos callarnos a lo que le hice un amago a Esther para que se sentara a mi lado. Ella quería ventana y yo me puse en pasillo.
Ella comenzó a contarme su historia, de que había sido de su hermana que volvía de estar trabajando, pero que no le gustó ese trabajo así que se fue de él y ahora iba de vuelta a su casa, Seguimos hablando hasta que por alguna razón, ya con más confianza, la charla derivó en cosas más personales, novios, novias, etc. estaba soltera y sin pareja al igual que yo.
En el interior del bus apagaron todas las luces y salimos de Bilbao así que quedo todo muy oscuro, solo alumbrados ocasionalmente por las luces de algunas farolas al pasar por los cruces carretera, en un momento de charla ya intima, creo que por casualidad su mano paso mi cerca de mi entrepierna,
– ¡uy perdón!.
– No te preocupes.- le dije.- toca cuando quieras, jeje,
Nos reímos
– Estuvo cerca.- le dije.
– ¿Cómo, cerca de que?.- Me preguntó.-, de tu … ah… huy … no fue mi intención.- me dijo,
Nos reíamos y dejamos el tema.
Ya después la conversación se puso más subida de tono, empezamos a hablar de masturbación y de nuestra primera vez, con toda esa charla y las cosas de cómo había sido para ella y su primera vez cuando fue, uff me estaba poniendo empalmado, con mi pene muy erecto, excitado, cuando ella hizo otro movimiento, esta vez creo que fue a propósito. Ella pasó su mano sobre mi bulto, y claramente lo notó, se quedó callada. Yo hice el siguiente movimiento y puse mi mano sobre su rodilla, ella se quedó quieta.
Seguimos hablando cosas cada vez más calientes, yo metí mi mano lentamente entre sus piernas ella las abría poco a poco al paso de mi mano subiendose la falda pude sentir su chocho caliente al final de sus piernas. Ella apretó sus piernas y puso su mano sobre la mía, y me la acarició. Ya dejamos de hablar, con su mano sobre mi mano me la apretó contra su entrepierna, eso me calentó mucho, mi pene completamente duro me molestaba y abrí el pantalón y la cremallera, ella estrujaba mi mano contra su coñito cada vez más fuerte y apretaba mi mano entre sus piernas, empecé a sentir que se humedecen sus bragas.
Con mi otra mano, tome la suya y la puse sobre mi pene ya fuera de mis calzoncillos, me lo apretó apenas sentirlo, me dio un estremecimiento.
Miró atrás que no había nadie y me señaló que fuéramos detrás del autobús a los últimos asientos. Nos tapamos lo suficiente para que nadie viera que habíamos estado haciendo y dejamos a Belén bien dormida en sus dos asientos sin hacer ruido mientras que nos íbamos atrás. Nada Más llegar desabroché mi pantalón y bajé la cremallera y me saqué el pene y puse su mano sobre él, ahhh!! Q rico se sentía, ella suavemente me lo tomaba y movía, me masturbaba despacio, estaba gozando demasiado, ahora me tocaba a mí.
Mi mano derecha la lleve hasta su falda la cual recogí y descubrí que ella se había quitado las bragas antes de sentarse, metí mi mano debajo y ella sin pensarlo y como estábamos tapados por la oscuridad de la noche, se acomodo mi mano bajo su falda dentro de su coño, abriendo las piernas y facilitando el acceso a su vagina, se la toqué, estaba mojada, pero no lo dudé más y lo hice le metí dos dedos en la vagina, waa, muy caliente, húmeda, mojada, resbalosa, ella apretaba sus piernas, le comencé a frotar dentro y ella se retorcía y acallaba sus gemidos, apretaba las piernas, hasta que no aguanto y como pude me hizo sacar mi mano.
Me soltó la polla, pensé que se había arrepentido de todo. Se agachó y comenzó a mamarme la polla yo con mi mano y seguí nuevamente haciéndole un dedo y con la otra se la ponía encima de la cabeza para que su cabeza bajará más por mi polla, , con mis dedos de la otra mano sobre su rajita, notaba que estaba muy mojada, empapada a decir verdad, tenía su pubis todo depilado, así que se sentía muy suave las caricias sobre todo sobre su vulva, tenia mis dedos medio dentro de la rajita de su vagina y la parte de mi palma sobre su clítoris, subiendo y bajando mi mano por y entre sus labios. Ella seguía dale que te pego a mi polla humedeciendo una y otra vez tragándosela entera dentro de su boca y con su otra mano acariciaba mis testículos.
En un momento dejó de comerme la polla y sacó mi mano de su vagina, miró al frente viendo que todos estaban en sus asuntos distraídos o durmiendo y cruzó una pierna por encima mio y luego se agachó para meterse mi polla en su coño quedando aprisionada entre mi cuerpo y el asiento de enfrente. Esther movía su cuerpo arriba y abajo sobre mi polla la cual era abrazada por sus labios vaginales, yo la tenía cogida del culo, luego le solté el culo de una mano y le bajé una de las tiras de su camiseta y dejé salir un pecho el cual me empecé a comer, ella botaba y botaba sobre mi polla. Más tarde le quité el sujetador quedando los dos pechos libre de presión y comencé a chuparle una teta y la otra mientras que me la follaba en la parte trasera del autobús.
Finalmente nos íbamos a correr yo la notaba a ella cada vez más húmeda y a mi polla cada vez más dura, ella se corrió con un grito silencioso mientras que yo resopló cuando mi polla empezó a echar semen dentro del coño de Esther. Nos separamos y ella sin bragas y sin sujetador fue a por clines a su bolso, cuando volvió yo tenía todavía la polla dura la cual aún le salía semen, me dio un clinex para limpiarme y ella se limpio también volvimos a nuestros asientos y nos quedamos callados el resto del camino en silencio y seguimos viajando, viendo las luces pasar.