Esta historia sucedió en un viaje en familia. Mi familia compuesta por 4 miembros (mi padre, mi madre, mi hermana y yo) suele viajar con otro familia compuesta por 4 miembros ( José, María, Patricia y José Junior), Patri es la ahijada de mi padre que es su padrino.
Nos alojamos en un resort en las playas de Fuenteventura, es decir nos dedicamos todo el día a beber y a bañarnos en la piscina y alguna que otra vez nos apuntábamos a las actividades que en el hotel se ofrecían. José Junior rápido hizo amistades con las otra gente joven que estaba en el resorte entre la gente estaban Fabiola y Andrea, dos Italianas de la isla de Sicilia que estaban buenísimas. Por las noches cuando los papás se iban a dar una vuelta por la isla o se iban a acostar mi hermana Jenny, Patricia, José Junior y Yo nos íbamos con las dos Italianas y con sus amigos todos gigolos italianos que estaban de viaje de fin de curso en las costas canarias.
Una noche cuando la discoteca la habían cerrado nos fuimos a la terraza de la piscina a charlar entonces a Fabiola se le ocurrió sacar su cachimba y que fumaremos. Estuvimos fumando los 10 que nos encontrábamos allí. Fabiola que no se cortaba ni un pelo sugirió que nos pasáramos el humo de boca en boca, todos nos quedamos a cuadros pero ella tomando una gran calada tomó la cabeza de Patricia y le pasó el humo de boca a boca. Todos nos quedamos helados, Patri se tragó el humo y luego lo soltó, demostrando que pese a que los labios no habían hecho vacío y algo se había escapado gran parte de humo había entrado. “ Venga alora vosotros” – dijo Fabiola. Mi hermana Jenny tomó el humo de la cachimba y le pasó el humo a Andrea que estaba enfrente suyo. De momento los hombres no nos atrevíamos hasta que José tomó la cachimba y mirando a al resto le pasó el humo a Fabiola pero en esta ocasión sí había habido vacío y se habían enrollado, delante nuestra está nada más tragarlo se lo pasó a Andrea, esta última a Giuseppe, uno de los Italianos el cual se lo pasó a Patri, está viendo a los hombres que había decidió pasarme el humo a mi, era la primera vez que sentí el aliento de Patri, la conocía desde siempre y ahora con 20 añitos había pasado de yogurcita a Danonina. Mentiría si dijera que no me puso cachondo tener los moritos de Patricia tan cerca de mi boca.
Seguimos varias rondas, la gente empezó a espabilarse y ya que en el grupo de solo había 4 chicas , Fabiola, Andrea, Jenny y Patri el resto éramos chicos, y teniendo en cuenta que la cosa chico – chico no estaba bien vista a más de una de las chicas le tocó recibir el humo de un varón.
Se acabó la cachimba y Fabiola propuso jugar a la botella, José estaba algo reticente y yo salté “ el juego no se podría hacer ya que Jenny era mi hermana, Patri era como mi hermana así que solo quedaban ella o Andrea” el resto de chicos me miraron mal , supongo que más de uno se quería liar con mi hermana o con Patri y mi negativa junto con la de Jose, Jenny y Patri hizo inevitable el juego. Viendo inviable el juego estuvimos hablando hasta que yo me fui a acostar a la habitación dejando a los italianos, a Patri, a Jenny y a José en la piscina.
Estando en la habitación que compartía con José viendo la televisión cuando llamaron a la puerta. Abrí me encontré a Patri.
– ¿ qué ocurre?
– Nada, que Jenny se está liando con Giuseppe en nuestra habitación.
– ¿ y José?
– Ha desaparecido con Fabiola.
– ok.
– ¿puedo quedarme aquí un rato?
– Claro entra.
Me tumbé en la cama y seguí viendo la televisión, mientras que Patri tomaba asiento en una silla de la habitación.
– ¿ y mi hermano?¿ no ha llegado?
– Supongo que no vendrá a dormir como hace siempre estará con la italiana.
Al rato, supongo que por cansancio me dijo si podía ponerse en la cama conmigo ya que hacía frío yo abrí la cama y me metí y ella se quitó los zapatos y se metió con sus vaqueros y su jersey verde. Yo la acogí en mis brazos para darle calor como si de mi hermanita se tratara y nos quedamos viendo la televisión.
Al rato de ver la televisión, sentí que la mano de Patri se posaba en mi barriga cosa que no le dí más importancia, pero luego sentí como poco a poco su mano iba bajando hasta llegar al nudo de mi pijama. El roce de la mano de Patri en mi barriga había hecho que mi polla se despertara, estaba con una chica que para mí, era como mi hermana, y pese lo que había pasado en otros relatos con mi hermana y con mi prima ,si la cagaba y no era lo que me estaba imaginando podía liarse y gorda por lo que dejé a Patri hacer para ver a donde quería llegar.
Su mano aunque tardó bastante se movió chocando con mi polla, casualidad no?,
– Perdona, ¿ te he hecho daño?
– No pasa nada.
– ¿Donde te he dado?
– En la pierna.- dije para quitarle hierro al asunto sabiendo que había sido en la polla.
– No ha sido en la pierna.
– ¿por qué dices eso?
– Porque era demasiado duro para ser la pierna.- cierto
– Bueno si no fue la pierna donde hasta tocado.
– Supongo que con tu polla. Dijo ella mirándome a los ojos.- como ahora- dijo agarrando mi polla por encima de mi pantalón de pijama.
– ¿Qué haces Patri?
– Oliver, esto es lo que siento por tí, te deseo.
– No está bien, te quiero como mi hermana.
– Pero ambos sabemos que no lo soy,- dijo besándome los labios mientras seguí con mi polla en sus manos.
– Patri estate quieta.- le decía sin poder escapar por estar cogido por mi polla.
– Vamos pude notar cuándo te pasé el humo que también te gusto.
– Si pero…
– Calla.- diciendo esto comenzó a besarme y yo comencé a besarla.
La abracé entre mis brazos apretando a mi pecho, sabía que José como otras noches no vendría a dormir en la habitación hasta las 9 de la mañana ya que estaría en la habitación con Fabiola toda la noche. Patri seguía aferrada a mi polla y yo bajé mis manos por su cuerpo llegando a su trasero, era firme y pequeño cada nalga podía entrar en una mano mía, desabroché su botón del pantalón y ella sin soltar mi polla ni dejar de besar mi boca con las piernas se quitó el pantalón vaquero y destapó las sábanas. Podía ver sus braguitas rosas tapando su culito mientras seguía aferrada a mi polla.
La hice separarse de mí para quitarle su jersey, fue el momento en el cual se desprendió de mi polla, al subir su jersey y todo lo que llevaba debajo descubrí su sujetador, era rosa como sus bragas con lunares blancos diseminados por todo él. Le desabroché el sujetador y mientras que ella se lo terminaba de quitar yo me quité mi camiseta del pijama y cuando ella tiró de mi pantalón del pijama también me lo quité dejando al descubierto mi polla ante su atenta mirada. No le dio tiempo de reaccionar cuando la puse sobre la cama y la empecé a acariciar y a besar. Primero la boca mientras que con las manos le acariciaba los pechos. Luego en los pechos los que besaba mientras que con las manos le bajaba las bragas y le metía varios dedos dentro de su coñito. Ella estaba disfrutando de placer y posaba sus manos encima de mi pelo despeinado. Más tarde le bajé sus bragas hasta los pies y se las termine de quitar fue cuando le abrí la piernas y observándola allí tumbada desnuda cual venus de botticelli, intentaba taparse los pechos y su coñito. Poco le sirvió ya que le abrí las piernas e introduje mi lengua en su coño como si de una galleta en un vaso de leche se tratara.
Ella me maldecía y apretaba con sus manos mi cabeza para que mi lengua fuera donde no había ido nadie, el fondo de su coñito.
Mi lengua no hacía más que profundizar en su coño mientras que ella gemía de placer y no sabía si golpear el cabecero o apretar mi rostro en su coño. Conseguí que se corriera, dulce manjares salieron de su coño, su primer orgasmo, Ella cuando vio que me incorporaba no lo dudó y se lanzó a darme placer a mí cogiendo mi polla y metiéndosela en su boca.
Su boca era inexperta y lo único que hacía era lamerla de arriba abajo como si fuera un helado. Yo para ayudarle le fui marcando que debía hacer.
– Dale pequeños bocaditos sin dientes sólo con los labios.- ella lo hacía propinaba bocados por mi glande y por el tronco de mi polla, su boquita me estaba dando placer.
– Baja hasta los huevos. Comete los con delicadeza, vamos que no muerden.- ella comenzó a meterse mis huevos en su boca y los aprisionaba con sus labios para luego soltarlos. Volvió a mi glande.
– Empieza a meterla en la boca, con suavidad.- ella comenzó a acariciar su cara con mi polla abriendo su boca y sacando su lengua para humedecer, estaba prolongando la entrada de mi polla a su boca. Tras largo rato metió mi polla en su boca poco a poco con suavidad como le había indicado yo antes.
Tras largas tragadas de mi polla en su boca. Mi polla estaba lista, mi cuerpo y el de Patri dispuestos así que la tumbé nuevamente, le abrí las piernas. Su coño parecía muy chico y mi polla mi grande pero con constancia y paciencia logré que entrara poco a poco su coño, fue cediendo y mi polla fue entrando.
Ella gemía de dolor que se convertía al poco en placer. Una y otra vez le metía la polla en su coño y salía lleno de su jugos vaginales. La excitación aumentaba y el ritmo también a lo que los gemidos de ambos acompañaba esa excitación. Yo apretaba el culo para que la entrada en su coño fuera lo más dura posible y ella gritaba cuando estaba todo dentro, yo metía mi polla y ella gritaba, ella gritaba y gritaba y yo se la metía y se la metía. Ella ya había experimentado dos orgasmos antes de que con lamentable final que me corriera.
La saqué justo para echar todo mi semen sobre ella, no quería hacerlo pero apuré tanto que cayó encima de ella, algunas gotas en su monte de venus la gran mayoría en su pechos y su barriga y algunas gotas cayeron en su cara, ella lamió las gotas que había quedado cerca de su boca, y se relamió de placer había conseguido lo que siempre había soñado que ambos hiciéramos el amor.
Tras nuestro momento de descanso nos fuimos a la ducha para asearnos, ella limpiarse de mi corrida y yo limpiar mi polla de sus jugos. En la ducha seguimos besándonos y manoseando nos, no había forma de apartarnos el uno del otro, salimos de la ducha y nos secamos para volver a la cama y follar otra vez.
A la mañana siguiente ella se fue a su habitación y yo me quedé solo esperando a José que vino a las 9 antes de salir a desayunar, nos arreglamos y bajamos a desayunar donde me encontré a Jenny, sola, y le pregunte por su amante nocturno. Ella me dijo que no hubo amante que ella se fue a acostar al poco después de irme yo de la piscina dejando a Patricia y a Jose con los italianos. Patricia me había mentido para acostarse conmigo, eso me puso más cachondo y por la noche cuando José se fue a la habitación de Fabiola se lo hice pagar con una entrada anal, pero eso os lo contaré si queréis en otra historia.