Hola les quiero contar mi aventura, cuando me paso tenia 35 años, la verdad nunca he sido muy bonita que se diga, soy un poco llenita no gorda pero si un poco pasada de libra, desde que nació mi hijo ya no pude volver a adelgazar.
En esos dias mi esposo tomaba mucho tubo un accidente, por lo que fue a la cárcel por un tiempo, al principio todo fue vueltas para intentar sacarlo de allí, pero luego del juicio dictaron sentencia, ya solo podía visitarlo durante su estancia allí.
En la primera visita.
En la cola me percate que habían mujeres que seguramente eran prostitutas, como esta cerca de ella pude escuchar cosas como estar con 8 clientes ganaran para vivir un mes.
Cuando entramos todos los hombres, nos silbaban y nos gritaban cosas, dije el nombre de mi esposo y pase una habitación, me senté a esperarlo.
Escuche abrir la puerta, cuando se abrió totalmente no era mi esposo, era un tipo musculoso, aun que llevaba el pelo corto se notaba que era rubio, era reo ya que tenia puesto el uniforme.
– Que hace uste aqui? Pregunte.
– Estoy esperando a mi esposo le repetí.
El no dijo nada
Esto era una equivocación, tenia que salir de aquí, inicie a gritar:
– Guardia, Guardia, Guardia
Nadie llego, el se saco un manojo de billetes y me lo ofreció, seguramente el esperaba a una prostituta y a mi me confundieron de cuarto.
Mientras trataba de explicar que no era prostituta y que no podía aceptar el dinero, el tranquilamente, se sentó el la cama y se dedico a mirarme de pies a cabeza, me comía con su mirada penetrante, durante unos momento no pasaba nada, solo continuaba mirándome.
Volvió a ofrecerme el dinero y esta vez pude notar que era una cantidad aceptable, este hombre que no era feo quería pagarme un buen dinero a mi, nunca me habían deseado como este hombre, tome el dinero inconscientemente.
Se acerco a mi, empezó a desvestirme, tenia manos hábiles y amables, fue quitando mi ropa suavemente, permanecía inmóvil y silenciosa solo hacia movimientos mecánicos para ayudarlo.
Cuando dejo al descubierto mis pechos, no pude aguantar la vergüenza y me los tape con las manos y baje la mirada.
No dijo el, me aparto las manos de los pechos suavemente pero con firmeza y me hizo subir el rostro de nuevo para miramos.
Me atrajo hacia el, tenia la carne de gallina no si era por viento o por que sentía miedo de lo que iba suceder.
Inicio a tocarme, primero suavemente y luego con mas energía, sentía que fuerza cuando me tocaba pero no al grado de tener dolor.
Me acaricio el rostro, recorrió la curva de mis orejas, paso su dedo por mis labios, puso sus manos sobre mi pelo y me lo peino, me dio la vuelta y luego me hizo un masaje en los hombros y se deslizo por mi columna vertebral, movió sus manos rumbo a mis pechos, hizo girar los pezones con los pulgares, los pellizco y empezó a tirar de ellos, ligeramente al principio, luego con mas incidencia, continuo haciendo hasta que estuvieron erectos.
Luego bajo a mis piernas las rozo con delicadeza y luego inicio a besarlas, como si estuviera midiendo su largo a besos, se detuvo justo en mi vagina, abrió mis peinas lentamente, con sus dedos me acaricio, pude sentir uno a uno rozando sumamente, sentía el corazón a punto de explorar en mi pecho, el acerco su rostro a mi vagina me beso suave pero contante, mientras me tocaba toda con sus manos, pareció una eternidad ya que estuvo mucho tiempo haciendo eso, yo estaba húmeda, el continuaba ahora me introdujo un dedo y luego dos, no pude evitar gemir mientras lo hacia.
Entonces le toco el turno a el, para este punto yo esta excitada, lo quería tener dentro de mi, ayude a quitar la ropa, era fornido tenia tatuajes en los grandes brazos, me recosté en la cama, el se puso sobre mi, entro en mi lentamente y con mucho cuidado, inicio a hacer lentas penetraciones, que fueron aumentando de ritmo, yo gemía, gritaba era una sensación increíble, continuamos así por un rato.
No pensaba en nada mas que en lo excitada que estaba, dejo de penetrarme y se salió de dentro de mi, con un moviendo me indico que me diera vuelta, gire dejando mi parte de atrás para el, empezó a tocar mis nalgas y luego a pegarles, lejos de molestarme me excitaba mas y mas, empezó querer penetrar, buscaba mi vagina, pero yo con mi mano lo guíe hasta mi ano, algo que no desprecio, volvió a penetrar suavemente, algo que agradecí ya que dolía, empezó a bombear mi ano lentamente y fue subiendo la velocidad, a tal grado de escuchaba cuando su cuerpo chocaba contra mis muslos, era un poco doloroso pero tenia era delicioso sentir todo su miembro, de pronto inicio a moverse mas rápido y mas rápido, inicie a sentir cosquillas, el empezó a gritar, y yo con el ya que estaba tenido un orgasmo, mientras sentía su leche.
Salió de mi ano aun escurriendo leche, pude notar que era mucha, me dio una servilleta para que me limpiara y salió de la habitación sin decir una palabra, yo me quede en la cama asimilando lo que acaba de pasar, cuando de pronto entro mi marido.
Me vio desnuda no me pregunto, se desnudo subió a la cama, abrió mis piernas me penetro con violencia, estuvo de esta manera un par de minutos y luego sentí como terminaba el también dentro de mi.
Termino la visita y fui a casa con dinero suficiente para pagar un taxi, mientras viajaba me preguntaba quien fue ese hombre misterioso que me dio tanto placer y encima me pago por ello, pensé en broma que lo visitaría sin cobrar nada.
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