Hace poco me he convertido en actriz porno amateur, ya llevo dos películas y hace una semana realicé mi primera orgía ante la cámara. Con doce tipos en la sala que tomaban turnos para follarme y me alimentaron de leche caliente durante horas.
El director del vídeo me pidió que si podía hacer escenas anales pero me negué, entonces me pidió por favor que si me importaba tragarme las corridas de aquellos tipos de enormes vergas. La idea no me molestaba del todo porque yo amo la leche. Todo empezó hace un año, yo tenía un amigo un poco rarito que se empeño en hacerme tragar su corrida depositándola en un vaso, me lo bebí gustosa y la verdad es que no me supo nada mal.
Pronto seguimos con aquellos juegos, a veces él me follaba como loco con un preservativo puesto y luego se extasiaba al ver como yo me comía su leche saladita hasta dejar el condón reseco. Lo siguiente fue tragarme toda su leche directamente en la boca, la abría al máximo y él me llenaba la garganta con su líquido caliente, me encantaba y él se volvía loquito.
Poco a poco me aficioné a esa bebida e incluso me disgusté cuando él se corría en mi chocho, pero mi amigo tuvo una buena idea, se fue a la cocina una vez que acabamos de follar y volvió con una cuchara de sopa, me abrió las piernas y me dijo que apretara los músculos del conejo. Me quedé asombrada cuando sentí su cálida corrida saliendo de mí chochito y llenando la cuchara que tenía preparada, me la acercó a la boca y yo me la rechupeteé golosa, como si del mejor manjar se tratara.
Era algo exquisito pues la lechita se había mezclado con mis jugüillos, para darle un aroma y un sabor delicioso. Se lo di a probar con un profundo beso y él me comentó que estaba muy rico. De mi coño salieron dos cucharadas más que degustamos juntos, hasta que él se puso tan cachondo que me volvió a follar.
A los pocos días me grabó en vídeo. Follamos en distintas posturas ante la cámara y luego hicimos el número de la cuchara. Me planté ante el objetivo para tragar golosa aquel rico manjar lácteo, haciendo pompas con ella, hice burbujas hasta dejar todo con espumarajos que engullí gustosa. Mi amigo me dijo que con este número podía ganar mucho dinero grabándolo para videos pornos caseros.
Así que a los pocos meses conseguí firmar un buen contrato y pude hacer realidad una de mis fantasías. Recuerdo mientras me masturbo, como sucedió la orgía: Fue en una lujosa mansión grabando un vídeo porno con varios tipos de enormes cipotes, como me negué a que me la metieran por detrás, para no dañar mi agujerito, el sucio director sabiendo mis inclinaciones, preparó todo para que me hartara de todas sus corridas, especialmente cuando antes se habían depositado dentro de mi afeitada conchita.
Los sementales estaban de pié, formando un círculo a mí alrededor. Les dije que por favor se corrieran, ya que estaba muy sedienta. El director trajo un vaso de vino que me bebí de un trago, les dije que por favor lo llenaran con su esperma caliente, lo dije con una voz tan erótica que a los tipos se les estiraron aún más las pichas.
Un tipo asió el vaso y se corrió copiosamente en él, me lo bebí golosa y les dije que era muy poco para mí, que todavía tenía mucha sed de esperma. Varios tipos entonces se fueron pasando el vaso y echando su semen en él, hasta casi llenarlo. Me puse frente a la cámara, tragué aire mientras un tórrido aroma llenaba mi nariz. Era la mayor cantidad de corrida que nunca hubiera tragado, me relamí con lujuria y mirando a la cámara comencé a degustarla en tragos cortos, jugando con ella, gargarizadola con saliva hasta hacer con ella una masa burbujeante y espumosa.
Pude sentir el cálido líquido bajando por mi esófago y llegando hasta mi estómago, estaba bueno y sin poderlo evitar eructé con placer, ellos rieron y uno de ellos empujó e
l contenido del vaso hasta hacerme tragarlo todo, luego pasé la lengua por las paredes hasta dejarlo limpio. La escena era muy excitante y a los tipos no se les aflojaban los cacharros, yo estaba feliz, incluso me había olvidado de la cámara, entonces les dije:
– Vale folladores, vosotros sois cojonudos, pero todavía tengo hambre. ¿No podéis llenarme el chocho con vuestra lefa, para que luego me la pueda comer mezclada con mis jugos? Me abrí de piernas todo lo que pude mientras les miraba con cara de loba hambrienta. "soltar vuestra puta leche en mi" les dije, ellos me escucharon y al instante un negro de gruesa vergota se me subió encima para depositarme en dos minutos una carga enorme de semen, que me llegó hasta el útero.
Cerré mi coño para que su líquido no se escapara. Poco a poco, seis tipos más depositaron su esperma en mi chumino, hasta casi llenarlo. Lo seguí reteniendo haciendo verdaderas fuerzas para que nada se escapara, pero algunos goterones se salían para manchar mis muslos y mojar la alfombra. Me dieron un vaso y lo empujé contra mi conejo. Era tan asqueroso que me encantaba, los tipos alucinaron cuando relajé mi esfínter y comenzó a salir un pequeño mar de leche de él. El vaso se llenó hasta desbordarse. Aquello era maravilloso, un vaso lleno de lefa mezclada con mis jugos chochiles. Les pregunté con voz de gata:
– ¿Qué queréis que haga con esto, queréis que me lo beba? Ellos por supuesto contestaron que sí, con los ojos abiertos. Me lo tragué todo con cara de guarra mientras miraba a la cámara. Eructé al terminar y los tipos me aplaudieron.
El director me dijo que nunca había visto algo tan asqueroso en su vida. Me felicitó y me dijo que me pasara mañana por su despacho para firmar otro contrato aún más substancioso. Estaba exhausta cuando llegué a casa, esa orgía de leche caliente era todo lo que yo necesitaba.
Autor: Erospopuli