Era un día de otoño, María había estado toda la mañana haciendo gestiones en el centro, acabó pronto serían las 11 y hacía una brisa fresquita que junto a los rayos de sol invitaban a pasear, así lo hizo. Pasó cerca de un centro comercial y pensó que no era mala idea darse una vuelta, y más a esa hora que no había el tumulto típico de gente, pasaría un rato tranquila viendo cosas. Entró en Kiabi y ella misma se sorprendió de la poca gente que había, comenzó a mirar ropa… no tenía pensado comprar nada pero se dijo, caray me voy a dedicar a probarme cositas. Tomó una blusa blanca, una falda negra estrecha por encima de la rodilla.. y cogió el camino hacia los probadores. Por uno de los pasillos se acercaba una vendedora con un carro lleno de ropa hasta arriba que la tapaba completamente.. y al hacerse a un lado un hombre entraba por el hueco que dejaba el carrito a la vez en dirección contraria, no llegaron a chocar pero se quedaron parados uno frente al otro mientras se despejaba el pasillo, sus ojos se clavaron en los suyos y el breve instante ese le pareció eterno.. continuaron cada uno su camino.. Entró en la zona de probadores y no había ni la encargada de tomar las prendas.. esperó un poco.. y viendo que no llegaba entró, era un pasillo largo con cabinas a un solo lado, habría como 20, al final del pasillo había un espejo que ocupaba todo el hueco.
Comenzó a caminar mirándose al espejo, observando sus curvas, lo bien que se conservaba habiendo superado ya los 40 años. Cuando se dio cuenta estaba a dos metros del espejo… así que giró a la derecha y se metió en la última cabina. Cerró tras de sí la doble cortina, colgó las prendas en la percha y se sorprendió lo espaciosa que era la cabina. Comenzó a desnudarse mirándose en el espejo interior, si dejar de mirarse instintivamente sus movimientos se hacía más sensuales observándose…. imaginando aquella fantasía que había tenido siempre, ser observada, sentir el morbo de ser observada, sus mejillas se encendieron al instante y de repente vino a su mente el encuentro con el hombre en el pasillo de la tienda… cerró los ojos y se dio cuenta inmediatamente que su corazón estaba acelerado… y que lo estaba desde que sus ojos se clavaron en los de aquel desconocido hace sólo 5 minutos. Abrió los ojos y una tenue sonrisa se dibujó en su cara: María estás loca!.. Se dijo ella misma… y se puso a quitarse el vaquero, mirándose… desabrochando los botones.. poco a poco… descubriendo sus braguitas…cuando sólo quedaba un botón.. separó las manos y las puso en sus caderas..observándose..bajando los vaqueros un poquito por el lateral a la vez que subía las braguita…. su barriguita bien formada.. madura… firme…pasando sus manos por ella… recorriéndola…bajando más el vaquero… sacando un pernil… y luego el otro… de pie ante el espejo… mirándose… comiéndose con los ojos… sus manos acariciándose las caderas… los muslos… el interior de ellos…recorriendo la braguita…y notar que está húmeda… muy húmeda…. su mano entre por la cinturilla.. hasta llegar a su sexo hinchado de la excitación. Un ruido la hace despertar y volver a la realidad… no ha podido distinguirlo.. pero sus movimientos se hacen más rápidos y torpes… ha notado como si la observaran o la pudiesen observar… sintiendo una mezcla de pánico y excitación a la vez… puro morbo. Se dispone a subirse el suéter para sacarlo pro la cabeza… lo hace y al bajarlo nota como un pendiente se desprende… y cae a la moqueta del sueño… dando un salto… y pasando a la cabina adyacente por la ranura inferior de la pared separadora. Se agacha rápidamente para mirar donde está… y ante su
sorpresa ve unos zapatos de hombre..De un golpe sube y se pone de pie de nuevo, quedando paralizada, conteniendo la respiración, sin saber qué hacer. En esa postura se queda inmóvil unos instantes… hasta que vuelve a agacharse para volver a mirar… lo hace y en ese instante ve como la mano del hombre coge el pendiente. Vuelve a incorporarse rápidamente como la vez anterior pero sus sensaciones multiplicadas por diez.
De repente oye una voz de hombre decir: Señorita? Es suyo el pendiente? Ella automáticamente y con tono de alivio dice: Si, si es mío gracias!.. y se agacha esperando que se lo dé por la rendija del separador. No ocurre nada y mira hacia la cortina y vé la mano del hombre dentro abierta con el pendiente, ella se vuelve a levantar rápidamente y extiende su mano para coger el pendiente, con los nervios la golpea con su mano sin querer y el pendiente se cae de nuevo al suelo, pero esta vez el pendiente sale por debajo de la cortina hacia el pasillo a la vez. Automáticamente abre la cortina para buscarlo y ve al hombre agachado cogiendo el pendiente, y como levanta su mirada… y sus ojos se vuelven a clavar en los suyos. Los dos en esa postura, él agachado y ella de pie, los dos inmóviles, hasta que él se levanta sin separar sus ojos de los suyos y hace un ademán de ponérselo… ella sólo es capaz de girar un poco su cabeza mostrándole la oreja… sus dedos se acercan a ella y delicadamente se dispone a ponérselo. Al notar el roce de las yemas de sus dedos en su cara su cuerpo se estremece, él lo ha notado y se acerca más a ella.. pudiendo notar su aliento en su cara y como le dá un beso en su cuello debajo de la oreja. La mano de ella por ese momento está en la cintura de él.. acercándolo más hacia ella.. tanto que cuando se dan cuenta están dentro del probador. Solos, tres paredes y una doble cortina, uno frente al otro mirándose a los ojos… él se acerca y la besa en los labios… sin apenas rozarlos…ella hace un intento de tomar aire…y sus brazos rodean su cuello y se funden en un beso muy húmedo, notando sus lenguas enlazarse,, saboreándose.. se abrazan.. se aprietan… se magrean.. ya nada es sutil… solo hay deseo…ella está sólo con el sujetador y las braguitas cuando el hombre empieza a deslizarse hacia abajo mordiéndola con sus labios, sus hombros sus brazos, no queriendo dejar ni un poro sin morder, lamer, besar…sube hacia sus pechos… los besa.. hunde la cara en ellos encima de la tela del sujetador, ella torpemente empieza a quitárselo sin atinar con el cierre mientras él no deja de masajearle las tetas con su boca sus manos… el sujetador se desprende y su boca atrapa el pezón mamándolo sorbiéndolo mordiéndolo. La mano de ella en la nuca de él.. apretándolo más contra sus pechos. Las manos de él recorren su cuerpo.. sus caderas.. su culo… magreándolo, apretándolo. Baja más su boca por su barriga.. lamiendo el ombligo… desviándose a un lateral para lamer y morder sus caderas y volver al centro recorriendo su ingle, hundiendo su boca en ella.. sorbiendo.. chupando.. dirigiéndose poco a poco hacia la cinturilla de su braguita, bajando con sus labios por encima de la tela, ella en cada movimiento responde con espasmos repentinos acompañados de gemidos, cuando siente como las labios y el aliento de ese hombre alcanzan el bulto que forman debajo de la tela los labios de su coño hinchados de deseo,.. como lo acaricia con su aliento.. como dibuja su contorno.
Continúa en parte II
Enlace de la segunda parte https://www.marqueze.net/centro-comercial-parte-ii/