Yo llevaba una falda y de repente noté un roce en el muslo. Acto seguido sentí como unas manos me subían por las piernas hasta llegar a la ingle, todo esto debajo de la mesa y con gente alrededor.
Soy una reciente seguidora de la página. Me gustan mucho los relatos eróticos y todo lo relacionado con el sexo. No conocía esta página pero mi novio me la enseñó y todas las noches leo un par de relatos. Pienso que todo lo que sirva para obtener placer bienvenido sea. Bueno, al tema, he tenido varias experiencias sexuales poco comunes y por ello, creo que os gustaría conocerlas. Así que, a delante!!!
Me presento, tengo 23 años. Hasta que conocí a mi novio no tenía mucha experiencia sexual aunque yo desde muy pequeña he sabido complacerme sola. Mi novio tampoco tenía mucha experiencia pero los dos juntos hemos aprendido a gozar del sexo y probar cosas nuevas pero nunca pensé que llegaría tan lejos. Esta fue mi primera experiencia fuerte.
Me encontraba en una comida entre amigos celebrando un cumpleaños. Erramos muchos ya que se trataba de los amigos de mi novio que son unos 20. La fiesta fue muy bien y se empezaban a notar las botellas de vino consumidas. La velada se caldeaba y cada vez el tono de voz subía. El ambiente era inmejorable pues la comida transcurrió sin altercados. Pero la fiesta comenzaba a subir de temperatura y en la mesa donde yo me encontraba, se empezó a hablar de sexo. Soy de la opinión de que las conversaciones sobre sexo nunca dejan indiferente, por eso las considero sumamente interesantes. No pierdo oportunidad de dar mi opinión y soy consciente que no es habitual que las mujeres hablen libremente de sexo pero yo opino y comento experiencias propias junto con mi novio. Ese día la conversación duró más de lo habitual y mi novio y yo comentamos muchas cosas. Estoy convencida de que los amigos de mi novio estaban alucinando (aunque ya me conocen) y también de que tenían problemas debajo de la mesa ya que siempre excita ver a la novia de un amigo hablando de sexo. Me preguntaron que qué era lo que más me gustaba que me hicieran. Yo contesté que me gustan muchas cosas pero que quizás si tuviera que elegir, me quedaría con el cunnilingus. Alguien preguntó que qué era eso y aunque me quedé muy sorprendida ante esta pregunta, contesté que te comieran el chochito. Fui consciente de la reacción que provocaron mis palabras y eso me gustó. A todo esto, mi novio estaba al lado y aunque se sorprendió por mi naturalidad, en seguida supe que le gustó, y mucho. Él sabe cómo disfruto con el sexo y le encanta que los demás también se den cuenta.
La conversación continuó un rato pero al final, acabamos como siempre, hablando de anécdotas ya pasadas. Pero lo interesante quedaba por llegar y llegó con el café. Mi novio se levantó y creí que iba al baño pero enseguida me di cuenta que no se encontraba en el baño. Yo llevaba una falda y de repente noté un roce en el muslo. Acto seguido sentí como unas manos me subían por las piernas hasta llegar a la ingle. Todo esto debajo de la mesa y con gente alrededor. Me puse muy nerviosa mirando para todos los lados, comprobando que nadie se diese cuenta. Al principio me asusté pero el morbo de la situación pudo con el miedo y no hice ningún movimiento. Me quedé paralizada. Las manos siguieron subiendo hasta mi tanguita y noté como me las separaban hacia un lado dejando el chochito al aire libre. Sin darme cuenta, abrí un poco las piernas dando permiso inconscientemente para que hiciese lo que quisiera. La gente continuaba charlando y de vez en cuando, me sumaban a la conversación con lo que tenía que hablar obligatoriamente como podía. Me costaba mucho ya que mi respiración iba en aumento. Tenía los pezones completamente excitados. Se me marcaban a través de la camiseta ya que los tengo muy prominentes. Era muy difícil la situación ya que estaba muy nerviosa, pero era sumamente excitante.
Cada vez se ponía más interesante. Al apartar el tanga a un lado, comenzó a chuparme los labios mayores. Noté que se me inflamaban y que mis pezones se iban a salir de la camiseta. Los amigos de mi novio que aún se encontraban en la mesa, no dejaban de mirar mis pezones con lo que todavía me excité más. Mi pulso se iba acelerando y cada vez tenía más problemas para seguir la conversació
n de la mesa. La gente estaba cantando y hablando alto y gracias al consumo en masa de alcohol, nadie se daba cuenta de la situación. Por eso me relajé un poco.
De repente, algo me dejó helada. Vi aparecer a mi novio en la puerta mientras que alguien seguía chupando los labios menores. Me quedé completamente paralizada. Aquella lengua tan hábil, no era la de mi novio y no tenía la menor idea de a quién pertenecía. No me atreví a mirar debajo de la mesa pero además ya era tarde para dar marcha atrás. Comenzó a chuparme suavemente el clítoris mientras me acariciaba los muslos con la mano. Era tarde para confusiones. No podía explicar que me había equivocado y tampoco podía delatar a un amigo porque ni siquiera sabía de quién se trataba aunque lo sospechaba. Además me daba mucha vergüenza el que alguien se enterara de lo que estaba sucediendo. Mientras le daba vueltas a la cabeza, la lengua comenzó a acelerar y con ello, mi pulso. En ese momento mi novio se sentó a la mesa y comenzó a hablarme. Le dije que el café me había acelerado ya que se me notaba alterada. Como para no estarlo! Él continuaba hablándome pero yo ya no podía atenderle porque mi cuerpo sólo respondía a esa lengua prodigiosa. De pronto, me desaté. Ya no pude aguantarlo más. Me iba a correr ahí mismo, delante de todos los amigos de mi novio y sobre todo delante de mi novio. Entonces mi novio vio mis pezones y disimuladamente como él siempre hacía, los pellizcó. Él nunca supo lo oportuno que fue en ese momento ya que mientras un amigo suyo me daba unos lengüetazos impresionantes, él me pellizcaba el pezón. Agaché la cabeza haciendo un ademán que quedase natural y aproveché para correrme. Me dejé llevar aunque tuve que hacer muchos esfuerzos para que no saliera ningún gemido de mis labios. Fue realmente difícil ya que fue un orgasmo intensísimo. Gocé muchísimo con la situación aunque realmente pasé muchos nervios.
Nunca he sabido realmente quién fue el amigo que me hizo gozar tanto aunque una tiene sus sospechas. He vuelto a tener cenas con los amigos de mi novio pero no ha vuelto a suceder. No me arrepiento de aquello aunque sigo pasando un poco de vergüenza y excitación cuando me junto con sus amigos.
Autor: HIKKARUS
hikkarus ( arroba ) hotmail.com