A mis 38 años debo decir que he visto como los hombres se me insinuaban, sin embargo mi condición de casada me hacia suponer que todo lo referente al sexo debía ocurrir dentro del matrimonio y no fuera de él. Tuvo que pasar todo este tiempo y muchas noches de abstinencia para que me diera cuenta de lo contrario, ya que mi marido solo me hacía el amor una vez al mes, y algo en mi me decía que no era suficiente.
Ese día me desperté con mucha energía y me acerqué a mi esposo con la esperanza que me abrace y bese, pero él me dijo ya estas empezando con tus cosas raras, ya te he dicho que eso en las noches. Tuve que alejarme de él y levantarme para ir a trabajar.
Como siempre me puse una falda y una blusa que hiciera juego.
En mis piernas unas medias de encaje y un calzón que no se notara al trasluz. Calcé mis pies con unos zapatos de taco y me maquillé. Cuando ya estaba por salir de la casa mi esposo me detuvo, y me entregó una cajita color negro en la cual había una pluma fuente.
Lo miré extrañada y me dijo que por favor llamara o fuera a la casa de su sobrino para entregársela, ya que había logrado el ingreso a la universidad y quería hacerle un obsequio. Él no podría ya que tenía mucho trabajo y regresaría tarde esa noche.
Este sobrino del que hablaba vivía en un departamento que habían alquilado sus padres aquí en la ciudad, porque ellos eran de una provincia. Yo no lo conocía muy bien así que luego que terminé mis labores en la oficina, lo llamé por teléfono para ver si podría venir a mi oficina, ya que no podía hablarle de la sorpresa.
Al hablar con él me dijo que no podía salir esa tarde ya que había quedado con un par de amigos para que fueran a su departamento esa tarde. Le dije que si deseaba pasaría por donde vivía ya que quería darle un encargo de su tío. Me respondió que me estaría esperando y que siempre era bienvenida.
Fui a mi coche y me dirigí a su departamento llegando luego de un rato. Antes de tocar la puerta me arreglé un poco por pura coquetería y al llamar salió el sobrino de mi marido a recibirme. Tendría alrededor de 20 años y me miró de pies a cabeza lo que hizo que me sonrojara un poco, y no me explicaba porque era, ya que para mí era solamente un mozo de 20 años.
Quise entregarle el obsequio en ese momento pero me tomó de la mano y me dijo que pasara para presentarle a sus amigos.
El interior era muy acogedor y dentro se encontraban dos jóvenes sentados en la sala, y en la mesita de centro de la sala habían una botellas de cerveza.
Cuando me presentó a sus amigos me saludaron con un beso en la mejilla, lo que me hizo sentir como si fuera una de sus amistades a diferencia de la manera que siempre me saludaba gente extraña dándome la mano.
Al parecer estaban un poco alegres debido a las cervezas y me invitaron a sentar para que tomara un vaso con ellos.
No podía ser descortés así que acepté y me senté un momento, dándome cuenta como aprovechaban para mirarme las piernas o algo más. Me puse a pensar que a esa edad los hombres están ávidos de tener sexo y eso hacia que me comieran con los ojos.
En su equipo de música tocaban una melodía de la cual yo no entendía nada y al parecer se dieron cuenta de ello ya que pusieron una música suave. Los brindis se hacían más seguidos, y yo esperaba la oportunidad de entregarle el obsequio a este sobrino, pero en eso uno de sus amigos me preguntó si deseaba bailar.
Accedí a hacerlo y me ayudó a levantar para luego rodear mi cintura con su brazo. Me acercó hacia él y debido a que su vientre era totalmente plano mis senos chocaban contra su pecho, a diferencia de cuando bailaba con mi marido, su barriga nos alejaba. Además de eso pude sentir que metía su pelvis hacia adelante hasta hacerme sentir su pene por encima del pantalón.
El sobrino de mi marido y el otro amigo miraban como me apretaba su compañero y en sus rostros se pod&iac
ute;a ver una sonrisa cómplice al ver como me presionaba contra él.
Luego el sobrino se paró de su sitio y tomando por el hombro a su amigo le dijo que era el turno de bailar con su tía.
Las cervezas y el pasar de brazo en brazo, me hacían recordar el momento que le dije a mi esposo que me tocara en la mañana, así que los dejé que se sobaran contra mí, haciéndome la que no me daba cuenta. Luego le tocó el turno al tercero, y al voltear hacia los que estaban sentados pude notar sus vergas paradas a través de sus pantalones.
Con el que estaba bailando parecía el más osado de todos, y en un momento pegó su boca a mi mejilla quedando muy cerca de mis labios. Sus manos las bajó hasta casi tocar mis nalgas y su pene lo movía contra mi fuertemente.
Los demás miraban como su compañero se movía, y en un momento que yo les daba la espalda, el que bailaba conmigo metió sus manos por debajo de mi falda levantándola y mostrándoles a sus amigos mi calzón y mis medias de encaje.
En ese momento quise soltarme ya que la cosa iba para mayores pero él me dio un beso en la boca metiendo toda su lengua.
Di un suspiro largo y me dejé besar y manosear, sintiendo su mano agarrar mi concha descaradamente. Mis brazos rodeaban su cuello y en un momento me dijo que lo que más le gustaría es mamar mis tetas. Decidí dejar que esos tres jóvenes dieran rienda suelta a sus deseos conmigo, y les dije a los tres que se sentaran.
Aprovechando la música suave que se escuchaba en el ambiente empecé a quitarme la ropa en medio de la sala, mientras que ellos miraban todos mis movimientos. Primeramente me quité la blusa quedándome solo en sujetador. Dos de ellos ya se habían sacado la verga, y vi que las tenían totalmente paradas por el espectáculo que les estaba dando.
Cuando me saqué el sujetador el sobrino se paró de su sitio y me comenzó a chupar los senos y yo con una sonrisa terminé de hacer que mi falda caiga al piso. Los otros dos se empezaron a quitar la ropa, y en un momento yo estaba en medio de los tres con sus manos encima de mi cuerpo.
Los besos y el continuo manoseo habían hecho que me excite tanto que les pregunté si querían que se las chupe. Al unísono escuché un si rotundo, así que los puse en línea y me arrodillé para mamar esas vergas jóvenes una por una. Sus cabezas coloradas parecían que iban a explotar y mientras yo chupaba una con mis manos, corría las otras dos.
Ahora me iba a desquitar las ganas que tuve que aguantarme cuando mi marido me rechazó en la mañana pensé. Como ellos no tenían mucha experiencia en las artes amatorias, los dirigía para darme todo el placer que quería sentir. Le dije al sobrino que se echara en la alfombra y yo me senté sobre él metiéndome toda su verga en mi concha. A los otros dos los puse cada uno a un costado y se las mamaba alternadamente.
Uno de ellos no aguantó más la calentura, y eyaculó en mi cara haciendo que su semen me chorree por los labios. Luego me coloqué en cuatro patas y dándoles mi culo para que me penetrara el que quisiera. Entre ellos se disputaban para meterla primero, y no sé quien fue pero sentí como entró una verga gruesa en mi concha. Me sentía como una perra siendo clavada de esa forma y no saben como gozaba la situación.
De pronto un líquido caliente inundó mi concha y luego de un momento sentí que otra verga entraba bombeándome con furia haciendo que mis tetas se muevan de atrás para adelante.
Juntos nos fuimos a la habitación del sobrino donde había una cama, y ahí me eché con mis piernas abiertas recibiendo tres culeadas seguidas.
Cada vez que tenía uno de ellos encima, se comía mis labios o chupaban mis tetas, pero siempre tenia una verga dentro corriendo libremente dentro de mí. Así estuvimos toda la tarde y luego que terminamos me bañe con ellos sintiendo tres machos enjabonando mi cuerpo.
Salí satisfecha del departamento y me dirigí a mi casa para poder descansar, encontrándome con que mi marido ya había regresado de su trabajo. Me preguntó si había cumplido su encargo, y en ese momento caí en cuenta que me había olvidado de entregar el regalo. Le dije que me había sido imposible entregarlo pero que sin falta lo llamaría al día siguiente, aunque pensándolo bien creo que cumplí bien el encargo de mi
esposo, ya que le había dado un regalo a su sobrino que no olvidaría mientras viviera.
Autor: Ana
Hola q buen relato. Me gustaria q sigas publicando y con fotos reales tuyas. Gracias
Esta muy bueno tu relato espero que sigas publicando más