Muchas veces el señor salía de la habitación de su hija, lo mismo que el mayor de los hijos o bien salía de la habitación de su madre o de la de su hermana, esto hizo sospechar a mi prima de que mantenían relaciones incestuosas entre ellos, de cualquier manera ella no estaba allí para juzgar a nadie sino para trabajar, además ella también había tenido una relación incestuosa con el tío José.
Hola amigos aquí les mando mi tercera entrega…
Desde aquella vez que tuve relaciones con mi padre mi relación con él cambió mucho, algunos dirán que para mal, aunque yo creo que para bien, pues antes de eso mi padre era muy severo conmigo y luego de ese encuentro cambió totalmente y se comportó muy cariñoso, yo creo que dejó de verme como una niña engreída y se dio cuenta de que yo ya era toda una mujer. Y más allá del parentesco podíamos tratarnos como padre e hija, y también como amantes en aquellos momentos en los que la arrechura nos juntaba.
Poco tiempo después mi madre se enteró de los encuentros sexuales que teníamos mi padre y yo, también los que tenía con mi tío, al comienzo no le gustó mucho pero como después de la ocasión en que mamá papá y mi tío hicieron un trío mamá se abrió al mundo del sexo, sin tapujos ni perjuicios, y como mi tío era igual que mi padre, que todos los días y a toda hora está con la verga al palo, mamá la disfrutó mucho y muchas veces, tanto que en casa se perdió el sentido de la privacidad ya que sin importar quien pudiera vernos nos enredábamos tremendas orgias familiares.
Así cumplí mis 19 años, ya se imaginan como celebramos mi cumpleaños, ese día recibí tanta verga que me quedó doliendo el cuerpo durante tres días, tenía el culo y la concha realmente adoloridos producto de las vergas de mi papá y mi tío que me penetraron sin tregua durante todo el día, por su parte mi madre me comía el coño con tanta pasión que no pude aguantar y le bañé la cara de mis corridas y mis orines, ella también me regaló una deliciosa lluvia dorada que me dejó toda mojada de sus orines.
La vida en mi casa transcurría así, entre el trabajo en la chacra o los animales, y luego en casa una continua fiesta sexual, pero un día el pendejo de mi tío, que siempre andaba buscando un nuevo culo que perforar, se enredó con una chica vecina nuestra que vivía sola con su madre de 36 años, que había enviudado hacía un año cuando su marido, ebrio, se quedóo dormido en medio de la carretera y un camión le pasó por encima; la viudita estaba aun bien de cuerpo, tenía un buen culo y un par de tetas muy apetecible a mi parecer, pero siempre andaba como una beata puritana, pero en el fondo todos sabían que estaba esperando una buena verga que le quitara toda la arrechura guardada por un año desde que su marido se fue a follar con los ángeles…
Su hija era una de esas chicas que aparentan no matar ni una mosca, pero cuando le levantas la falda te encuentras con que ni siquiera usan ropa interior para que sea más fácil y rápido el trabajito… mi tío se tiró a la chica un par de veces y en la tercera fue sorprendido en plena faena por la madre que armó un alboroto acusando a mi tío de que le había robado la inocencia a su hija y que la única manera de compensar ese abuso seria que se comprometiera con ella. Así que para evitar problemas mi tío aceptó el acuerdo después de todo la chica no estaba tan mal y lo mejor de todo es que era hija única por lo que heredaría 5 Hectáreas de terreno cultivable y 20 cabezas de ganado, así que de un día para otro mi tío, que no tenía ni arena en el bolsillo, se encontró con que tenía una casa, 2 mujeres y hasta propiedades que administrar.
Ustedes se preguntaran porque digo dos mujeres, pues bien, en realidad la muy puta de la mamá le había puesto el ojo a mi tío desde hacía buen tiempo e ideó un plan para poder tenerlo cerca sin que la gente hablara de ella, por eso utilizó a su hija que era igual de puta que ella para seducir a mi tío, lo cierto es que mi tío se tiraba a su mujer y su suegra, dormían juntos los tres y además tenía que trabajar las tierras de su amada esposa y su arrecha suegra, por este motivo prácticamente nuestros encuentros sexuales en familia se acabaron prácticamente salvo contadas ocasiones.
Al poco tiempo llegó a la casa mi prima Lucy que venía de vacaciones desde Lima, un día que salimos a pastear a las vacas conversando nos contamos nuestras intimidades como cuando éramos pequeñas así me contó que en la casa donde trabajaba se llevaba muy bien con los patrones y sus tres hijos, más que eso al poco tiempo que llegó a la casa se dio cuenta que mantenían una relación familiar muy peculiar, tanto los padres como los hijos, pues a los señores les gustaba realizar reuniones con amigos íntimos casi todos los fines de semana, que empezaban con bailes y licor y luego se transformaban en tremendas orgias, en las que intercambiaban parejas sin ningún tipo de perjuicio, es más, en alguna ocasión le tocó atender los deseos de algún invitado a mi propia prima, lo bueno es que cada vez que lo hacía le dejaban muy buena propina, no era que la trataran de puta sino que los amigos de los patrones eran de muy buena condición económica, por lo que era su manera de agradecer el buen momento que pasaron dentro del culo y la concha de mi prima.
Hasta ahí la cosa no parecía tan rara, pero luego se dio cuenta que muchas veces el señor salía temprano de la habitación de su hija, lo mismo que el mayor de los hijos o bien salía de la habitación de su madre o de la de su hermana, rara eran las ocasiones en que durmiera solo en su cuarto, esto hizo sospechar a mi prima de que mantenían relaciones incestuosas entre ellos, de cualquier manera ella no estaba allí para juzgar a nadie sino para trabajar, además ella también había tenido una relación incestuosa con el tío José por lo que no le dio importancia.
Al comienzo cuando mi prima recién había llegado a esa casa la familia trató de esconder su forma de vivencia por temor a que mi prima se asustara y se fuera, o peor aun, que divulgara su secreto con las empleadas vecinas que se lo contarían a sus patrones y se armaría un escándalo, pero poco tiempo pudieron esconder sus encuentros sexuales ya que a la semana de que llegara mi prima sorprendió a la señora dándole una espectacular mamada de verga a su hijo mayor antes de que este se fuera a la universidad, y aunque mi prima se retiró de la habitación sin decir nada la señora se asustó un poco por lo que cuando llegó el marido esa noche la llamaron y hablaron con ella.
Los señores le preguntaron qué es lo que pensaba de lo que había visto esa tarde entre la señora y su hijo, y mi prima, que es muy astuta, y que además se sentía a gusto en esa casa, pues los trabajos no eran tantos y la paga era muy buena, les respondió que pensaba que el joven tenía una muy buena verga y que la señora era afortunada de poder disfrutarla, y que a ella no le importaba lo que los señores hicieran o no en su vida sexual. Eso tranquilizó mucho a los señores que le contaron que efectivamente ellos tenían una relación familiar muy particular en la que todos se amaban mucho y que no querían que por algún chisme las personas los juzgaran o señalaran, por lo que le pedían que guardara el secreto.
Mi prima les respondió que por ella no tenían que preocuparse, los patrones estaban tan contentos que hasta le aumentaron el sueldo, a partir de ese día sus prácticas sexuales fueron nuevamente abiertas y muy frecuentemente en cualquier parte de la casa era común ver en la sala a la hija chupándole la verga a su padre o su hermano o a la señora siendo penetrada por el culo por su hijo en la cocina.
Cuando mi prima cumplió el primer mes trabajando con los señores la incluyeron en los juegos sexuales de la familia por su buen desempeño en el cuidado de la casa, así como también por lo bien proporcionado de su culo y sus tetas, atributos que no habían pasado desapercibidos por los patrones, mi prima que desde que había viajado del campo a la ciudad no probaba verga alguna, estaba muy arrecha y con la constante actividad sexual de esa casa recibió de muy buena gana las vergas del patrón y su hijo así como la lengua de la patrona que le dio una mamada de concha increíble.
El hijo menor de los patrones aun no intervenía en ninguno de los juegos sexuales por ser aun muy pequeño, solo tenía 9 años, y como estaba inscripto en una de esas escuelas de gente de dinero en la que pasaba casi todo el día, solo llegaba a casa para dormir y era recogido por la movilidad del colegio muy temprano le impedía tener toda la libertad con que disfrutaban en casa.
Hasta aquí mi relato de hoy pronto les mando otra entrega.
Autora: María.
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