Comienzos…
Mi memoria me traslada a la edad de unos 16 años, pero esa sería otra historia.
Hoy quiero centrarme en mi primer paso, cuando me decidí a comprobar hasta donde era homosexual, si es que realmente lo era… en la ciudad donde residía, había un cine con fama de maldito, a él solo iban «maricones», era de esos llamados salas X con proyecciones desde las 10 de la mañana en sección continua con 2 Películas en el programa, un viejo cine en el centro de la ciudad.
Una mañana de domingo, muy temprano, cuando contaba 20 años, tome la determinación de entrar en él. Serían las 11 cuando en la puerta, lleno de miedo comencé a temblar… no me atrevía… la calle estaba solitaria y esperé, Cuándo se acerco un hombre a la taquilla, aproveché para pedir yo otra entrada.
El interior estaba a oscuras, ya había comenzado la proyección y no conseguía orientarme, al fin topé con una fila de butacas y anduve por ella buscando el centro de la fila para estar más cómodo. Lentamente mi vista se fue acostumbrando a la penumbra y pude captar mejor cuanto me rodeaba, la sala era grande, al menos 35 filas de butacas si que había, pero gente, solo en las ultimas, el resto, vacío. No llevaría un cuarto de hora sentado, cuando vi venir de la parte de atrás a un señor que venía muy derecho hacia donde yo me encontraba, se sentó a mi lado y musito un «buenos días» junto a mi oreja…
Sentí su aliento, su respiración algo jadeante… le conteste casi con el mismo tono… me habló… – estás muy solo, no? -, ¿no quieres compañía? – Las piernas me temblaban, estaba echo un flan, tenía ganas de salir corriendo y perderme de aquel sitio, pero seguí inmóvil, con el corazón que se me salía de la taquicardia que me entró… no le contesté… quedé quieto sin atreverme ni a respirar… dejó caer una mano sobre mi muslo y me inquirió… ¿te molesto?…
¡Estaba pillado, tendría que decirle algo!… no me dio tiempo cogió mi mano y la puso sobre su rodilla, comenzó a subir y bajar mi mano por su muslo, al principio recorría poco espacio de su anatomía, pero lentamente fue subiéndola más y más, hasta llegar a rozar su entrepierna, yo no hablaba… ni me movía…
Llevó mi mano a su bragueta y presionó mis dedos sobre sus testículos… ¡creí morir!… me corrí, tuve un orgasmo sin tocarme siquiera, él lo notó y metió su otra mano por el interior de mi camisa pellizcándome un pezón, luego lentamente me friccionó mi paquete, lo comprimía con mucha destreza… me susurró… – ven conmigo -… me cogió de la mano y me levantó… yo parecía un autómata, no decía nada, pero le seguí… pasillo adelante, me fue enseñando a los demás, presumiendo de su trofeo… nos sentamos en la ultima fila, en las butacas que un hombre dejó libres para nosotros, al desplazarse él hacia uno de los lados.
Comenzó a sobar mis muslos, me puso el brazo detrás y me atrajo hacia él, abrió mi bragueta, extrajo el pañuelo que yo me había puesto antes de entrar, por si pasaba lo que pasó y así no manchar el pantalón. Comenzó a sobar mi polla, mis testículos… se agachó y le dio un beso, la lamió, limpió todo el vello pubico que tenia impregnado por mi semen y levantando su cabeza, busco mi boca… me besó, un beso profundo… mordía mis labios y su lengua buscaba la mía, jugueteaban en medio de mi boca, se sobaban mutuamente… abrió su bragueta y dejó salir su miembro… era escultural… rígido, duro, con las venas insufladas de sangre… de un tamaño no muy grande, pero hermoso en su conjunto, la cabeza era una delicia, sin prepucio al estar circuncidada… llevo mi mano a su encuentro y me enseño a masturbarlo, como el quería, como a él le gustaba… rítmicamente comencé a llevar mi mano desde la base hasta su cabeza, Se deslizaba y era enervante sentir su contacto… cada vez lo apretaba más… quería sentirla… exprimirla… su polla me estaba enloqueciendo, me hizo tomar y sopesar sus testículos y que alargara mi caricia desde su ano hasta su glande mientras él mordía mis labios y jadeaba cada vez que mi mano recorría el tronco de su pene… me fue agachando la cabeza,
hasta llegar a rozar su polla… me suplicó… – ¡bésala! -… lo hice… y sin poder reprimirme introduje en mi boca la cabeza de aquel dios que me llevaba al reino de los sueños… lamía y lamía ¡me estaba volviendo loco!, succionaba cada vez mas centímetros de columna…
llegué a rozar con mis labios sus vellos… tenía encajada en mi garganta toda la polla de mi amante… Sentí un roce en mi trasero, mi vecino, el que nos cedió las butacas, me estaba acariciando el trasero, me apretaba los glúteos y me los sobaba cada vez con más pasión, como pudo, soltó mi cinturón y metió su mano dentro del pantalón, me estrujaba la carne, una de sus manos fue a mi nuca y ayudó a que siguiera mamando la polla de mi amor, dejo de sobarme el culo y comenzó con mi espalda, la arañaba, la rozaba con fuerza y fue desplazándola hasta mi pecho, se agarro a mis tetas y me dio un masaje que nunca pude imaginar podía ser tan sensual… mientras mi amor se venia en mi boca, soltó varios lagrimones de semen espeso que entraron por mi garganta recorriendo el camino hacia mi estomago…me atragante, tosí, no me dejó suelto volvió a dirigir mi cabeza a su polla y me ordenó, ¡termina!, No pares todavía… así lo hice y seguí mamando hasta que la flaccidez de su polla me indicó que había terminado del todo… lo solté dando un suspiro… el vecino me giró y se apoderó de mi boca me la comía literalmente, quería limpiar el rastro que quedara del semen de mi amante, yo me dejé hacer, mi grado de sumisión había llegado a unos niveles inigualables, me mordía la cara, las orejas, el cuello… miré hacia abajo y vi que tenia su pene fuera de la bragueta, era mas grueso que el de mi partenier me miró a los ojos y con un… ¿lo quieres?, Comenzó a bajar mi cabeza… ¡era la segunda mamada que daba!, Y sin tiempo para respirar, la agarré con mis dientes como loco, la mordía, mordía todo el bálano y comencé a succionar como antes hiciera, ya con más experiencia manejaba yo la situación, mi mano dirigía la operación y gozaba más que antes… por atrás mi amante inicial tenía sus manos en mi pecho, bajo la camisa y no paraba de pellizcar mis pezones… yo estaba ya que no podía, mi polla iba a reventar de ganas de correrse, solté la polla que tenía en mi boca y supliqué a mi hombre, ¡mastúrbame!… lo inició con la mano y de inmediato bajó a chupar mi pene, me hacía recorridos lentos desde la base a la punta de la verga, y así, suavemente, descargué mi semen en su boca… mi lasitud era extrema, la verdad es que entre los dos, me habían dejado muerto… soñoliento… mi segundo amante, se levantó de la butaca, se puso frente a mi y me pidió rematase lo que había comenzado… nuevamente estaba a punto de seguir mamando una polla, no tenía fuerzas, le pedí que me follara la boca él, que me bombeara sin intervención mía… me agarró por las sienes y pegándose a mi, con su cipote encajado, comenzó suavemente a bombearme… se vino rápido… estaba ya muy caliente… al sacarla, mi primer amante voló a mi boca y comenzó a lamer el semen que me colgaba por las comisuras de los labios…
A nuestro alrededor se había formado un corro de tíos masturbándose con la mirada hambrienta de sexo… como estabamos en la ultima fila, teníamos detrás a más hombres, todos de pie mirando el espectáculo que les habíamos ofrecido, junto a mi nuca tenía uno que comenzó a friccionar su miembro por mi cabeza, De pronto noté la suavidad de su polla por mi cuello… por mi mejilla… mi primer amante, el inductor, mi seductor, se acercó a mi oreja y me pidió aliviara a su amigo de atrás de la tensión que le habíamos provocado… yo estaba otra vez cachonda, me había crecido al ver a tanto tío deseándome, y mi auto estima hacía que me recuperara sexualmente… apoyé mi cara en su polla y comencé a acariciarla con la mejilla, la aprisioné entre mi cara y cuello y la presione suavemente… girándome un poco empecé a besar su tronco, era muy largo… mi boca se dirigió a su cabeza y la bese dulce y suavemente… sus manos se posaron en mi pelo, se agarró a el y un escalofrío de placer recorrió todo mi sistema nervioso al comenzar a sentir las caricias que me hacia sobre el cuero cabelludo, Mi mano gui&oacut
e; su verga hacia mi boca… me arrodille en la butaca mirándolo de frente y cogiéndolo por los glúteos comencé a mamar su polla… me bombeaba, llegó hasta mi garganta y se refugió en ella… siguió con movimientos cortos para no perder el sitio logrado… gemía, susurraba, me decía frases tales como «mi amor»… «mi putita»… «cómetela toda mi reina»… me estaba poniendo a mil el oírlo con su verga dentro de mi… noté sobre mis manos, el roce cálido de dos pollas, una por cada lado… las agarré y sentí como se masturbaban con ellas, yo solo las ponía, ellos las follaban… mientras mi seductor, mi chulo se puso detrás y comenzó a besar mi trasero, mordisqueaba mis Glúteos… ¡ uffff!… era demasiado… vaya banquete que me estaba dando… agarró por debajo mi pene y con su boca sobre mi ano, comenzó a masturbarme… aquello no era un cine… era un río de semen… mis manos y los glúteos de mi mamado estaban impregnados y rápidamente aparecieron voluntarios para lamernos… mi garganta comenzó a sentir los trallazos cortos que me daba mi actual querido y yo a mi vez soltaba goterones de esperma sobre la mano de mi seductor.
No podía más… miré a mi hombre en petición de auxilio… se acercó y me sugirió… ¿te apetece venir a casa con mis dos amigos?… descansamos, comemos algo… y si nos apetece «jugamos», ¿te hace? Si cariño, lo que tu digas, nos levantamos los cuatro y comenzamos a andar hacia la salida, no sin dejar una protesta a nuestras espaldas, querían mas sexo, mas espectáculo, pero estos protagonistas estaban ahítos… necesitaban reponerse así que no hicimos caso a sus suplicas de quedarnos más.
Ahora ya sé la respuesta a la pregunta que me hacía en la puerta del cine…
Si, soy gay, nada más y nada menos… pues eso el destino es el destino…
Si os gustó y sobre todo, si os puso cachondos mi relato, ese era el objetivo del mismo, hacer que soñarais con Teleny… si queréis escribirme con comentarios sobre el relato, estaré muy dichoso de recibirlos.
Un beso.
Autor: Teleny
teleny ( arroba ) ozu.es