Mónica mi hermana, estaba casada con Sergio un tipo cinco años mayor que ella, no era un tipo pintón, pero si una personalidad arrolladora, y eso a mi me atraía mucho. Yo estaba en mi segundo año de enfermería, y de camino a la universidad, pasaba por el edificio de departamentos donde vivía mi hermana, ella trabajaba en una multitienda y Sergio por esos días estaba de vacaciones.
Un día nos quedamos tarde en la universidad, y Diego un compañero, me iba a pasar a buscar para llevarme a la casa. Como se demoraba me dirigí hasta el departamento de mi hermana, cuado llegué me abrió la puerta Sergio, cubierto solo con una toalla, me hizo pasar, se preparaba para salir, se iban a juntar con Mónica en un café, me ofreció una bebida.
Me senté en el sofá, mientras le decía que hacía hora para que un amigo me llamara y llevara a mi casa, entonces me dijo que como una chica tan linda, la hacían esperar, me sonreí.
Mientras el iba por su ropa al dormitorio, yo lo seguía con la mirada, en un momento me sorprendió mirándolo, por que a decir verdad me gustaba su espalda, era bien grande, y el color de su piel era linda, – que pasa, perdió algo usted, ah&, no se preocupe cualquier cosa que se pierda en esta casa se encuentra- y largó una risotada, salió del baño con la camisa desabrochada, y me dice si no pasan por ti o no te llaman, te alcanzo yo a tu casa.
Yo, no podía dejar de mirar el bulto que se asomaba debajo de la toalla, que pasa Alejandra, que te preocupa, dime, entonces viene y se para frente a mí, se me queda mirando, me toma por la barbilla, me levanta la cara y dejándome así se desenrolla la toalla, la deja caer al suelo, entonces me quedo tiesa sin reaccionar. Sergio mi cuñado, semidesnudo, parado ahí frente a mí con su cosa casi dando en mis narices. Me río creo que es de los nervios, no se, entonces el recoge la toalla y hace que se la va enrollar de nuevo, le digo que se quede así, quiero verte, se asombra entonces frente a ese arranque de personalidad que por un momento ni yo sabía que decía, él se queda parado ahí con su cosa colgando, se acerca a un poco más, y lo tomo entre mis manos, así no parecía gran cosa, pero a medida que lo tenía entre mis manos fue tomando tamaño, una cosa durísima y caliente. Sergio me toma por la cabeza y hace que me lo lleve a la boca, sabía lo que quería, a mi novio le encanta eso y que hombre no, se lo chupé por largo rato, sentía como le fluía líquido seminal, eso me ponía más caliente, sus vellos eran suavecitos.
Sergio me quita la remera, mientras me quito el sostén, me saco los vaqueros y el calzoncito, me tiendo hacia atrás y le muestro los pechos a Sergio, este se l son suaves, sostengo mis piernas, cierro los ojos, siento su olor, mis líquidos se escurren.
Sergio se acomoda mejor entre mis piernas, ahora correspondo el movimiento de su pelvis con mis caderas, Sergio se detiene para besarme, su lengua me refresca. Me coloca contra el sillón, con las piernas abiertas, ahora me lo hace de atrás, se mueve despacio y continuo, sabe como hacerlo y ahí estoy con una rodilla sobre el sofá y la otra pierna en el suelo, quiero estar cómoda.
Me tiendo boca abajo sobre el sofá y levanto mi cola, a Sergio le encanta tenerme así, me lo hace saber, el calor es insoportable el sudor cae por mi cara, Sergio apoya el peso de su cuerpo en sus brazos, dejando su pelvis que golpee contra mis nalgas.
El está a punto de acabar, sus movimientos son cada vez más fuertes, siento que me llega hasta el fondo, se sale y se coloca frente a mí con su pene entre las manos, su glande esta hinchado, lo acerca a mis labios y acaba, descarga su semen en mis labios, le sonrío, roza su glande por la comisura de mis labios, saboreo su semen, a los 22 años, tengo a mi cuñado de amante.
Autor: Lubrian69 lubrian69 ( arroba ) mixmail.com