Esta historia sucedió hace 8 años cuando estaba a punto de cumplir los 16 años. Primordialmente he de comentar que mi madre se casó muy joven, a los 16 años, ya que estaba embarazada y como es típico en México obligaron a mis padres a casarse, todo estaba bien hasta que tuve 5 años ya que mi padre murió en un accidente automovilístico y mi madre empezó a hacerse cargo de los dos, trabajando como azafata. Después de varios años de que no haber tenido relación formal en uno de sus viajes de Acapulco-Cd. de México fue donde conoció a Julio un chico italiano, el cual la invitó a salir. A todo esto después de salir un par de meses Julio se mudó a vivir con nosotros y es donde realmente comienza la aventura.
Julio era un chico bastante guapo en esos días estaba por lo 26 años, era alto 1.85, atlético, de piel bronceada y unos ojos azules preciosos, desde el día en que mi madre lo llevó a la casa a presentármelo ya como su pareja formal fue que me llamó la atención ya que tenía una sonrisa espectacular y una mirada cautivadora, Julio rápidamente trató de congraciarse conmigo para que lo aceptara sin problemas (cosa que sucedió inmediatamente); debido al trabajo de mi madre ella salía constantemente, dejándonos a Julio y a mi.
Un viernes por la noche me invitó Julio a ir a tomar un café a un Sanborns ubicado en insurgentes, como ya era normal empezábamos a tener una relación de amigos y platicábamos de cosas del diario la escuela, el trabajo, etc.-, ese día casualmente me comentaba Julio del porque aún no había llevado a ninguna chica a la casa, siendo que era un niño bastante guapo, (Yo mido 1.70 soy trigueño, ojos verdes y cabellos castaño claro, además de ser delgado, pero marcado) le comentaba que no existía nadie que me atrajera, claro sin especificarle si se trataba de alguna chica o chico. La velada continuó y regresábamos a casa cuando pasó a una tienda comprando unos sixs de cerveza, comentándome que era tiempo de que empezara a enseñarme a beber.
Llegando a la casa platicábamos de cosas como el fútbol que a él le fascinaba y que yo solo oía y no comentaba más que un si o no, ya que no me agrada el fútbol, ya entrados en ánimos empezamos a hablar de sexo, él me comentó todas sus aventuras antes de conocer a mi madre y de cómo eran las chavas que siempre habían estado con él; yo mientras escuchaba cada aventura me calentaba más y m&aacut que Julio me arrancó la camisa que llevaba, haciendo que los botones salieran por todos lados, seguíamos en el cachondeo mientras le metía mi mano por los shorts que llevaba para acariciarle la verga que ya en aquel momento tenía aprisionado a un monstruo de 20 cm., ya con signos de precum, lentamente mientras yo acariciaba su verga él se fue quitando su playera mostrando sus perfectos pectorales y mostrándome el piercing que tenía en su pezón derecho, el cual me dediqué a chupar en cuanto lo vi. El jadeaba de placer mi lengua recorriendo su pezón mis manos jugueteando con su verga y sus huevos, él me detuvo y me dijo que era tiempo de que yo también gozará, me levantó por debajo de las axilas y me susurró al oído que era mejor que fuéramos a la habitación.
En la habitación él se quitaba los tenis y las calcetas y yo me quitaba los jeans y los huaraches que traía, una vez desnudos los dos, Julio me pidió que me recostara boca abajo que me haría vibrar y me llevaría al éxtasis, yo obediente me recosté como él me dijo y solamente sentí como sus manos levantaban mi culo y también como con las manos separaba mis nalgas para que viese mi lampiño y virgen ano, él de una manera profesional empezó a lamer mi ano lo cual provocaba que jadeara y salieran gemidos de mi boca, a lo cual para excitarme más él me lamía y me soplaba ligeramente lo cual provocaba una sensación de escalofríos que recorrían toda mi espalda.
Julio cesó de hacerme mi primer beso negro y me pidió que me hinca
ra frente a él para empezar a mamarle la verga, torpemente empecé a tomar con mis manos aquel miembro hermoso y jugueteaba con mi lengua pasándola por su glande y recorriendo hasta los huevos, el solamente soltaba unos cuantos ¡¡¡Ah!!! ¡¡mmmm!!!! De su boca, después de unos minutos de la mamada que le estaba propinando a Julio me pidió que me recostara que haríamos un 69, empezamos con el 69 a lo cual las mamadas de él eran soberbias y yo deseaba brindarle el mismo placer a él por lo cual empecé a imitarlo de la manera en que lo veía y lo sentía al tragarse mis 15 cm. adolescentes de verga. Después de unos minutos de estar en esta posición le pedí con desesperación a Julio que me mamara más fuerte que sentía que me venía, a lo cual él se detuvo y me dijo que aún no era el momento para que terminase.
Sacó del buró un tuvo con lubricante y también sacó unos condones a lo cual empezó a untarse un poco de lubricante en su ano y meterse uno y después dos de sus dedos en su culo para prepararlo, una vez que lo tenía listo me dijo que lo penetrara mientras medaba indicaciones el ponía una almohada debajo de su cintura para levantar más su ano, y poniendo sus pies sobre mis hombros con una de sus manos guiaba mi pene hacia su ano, untándome un poco de lubricante en el pene dirigió mi cabeza hacia la entraba de su ano y me pidió que lo penetrara de una sola vez, yo estaba tímido de hacerlo y mientras tenía la punta de la verga en su ano él con sus manos me jaló hacia el soltando ambos un grito de placer.
Lentamente comencé el movimiento cadencioso, pero no tardó mucho cuando terminé dentro de él, Julio nuevamente me pidió que me pusiera boca abajo que ahora era yo el que tendría que alojar su pene en mi culo, a lo cual lo fue preparando metiéndome un dedo y lubricándome, así lo fue haciendo hasta el punto en el que tenía ya tres de sus dedos en mi culo a lo cual ya respondía yo con un par de lágrimas en mis ojos, al percatarse de e culo; claro era la sangre que se produjo al introducirme su inmensa verga. Siguió cogiéndome por unos minutos más hasta que él empezó a anunciarme su venida y me dijo que abriese la boca que me daría a beber el néctar más dulce que probaría jamás, fue así que saliendo su verga de mi culo la colocó en mi boca y mientras se la mamaba terminó dentro de ella y yo lamía hasta el último residuo de leche de su verga de mi querido amante, exhaustos los dos terminamos perdidamente dormidos hasta la mañana siguiente, la cual nos despertó la llamada de mi madre, la cual anunciaba que regresaría hasta dentro de 3 días por que una de sus amigas le pidió que le cubriera unos vuelos.
Julio y yo continuamos durante ese mañana repitiendo una sesión tan apasionada como la noche anterior, pero esto no fue el fin ya que poco tiempo después mi madre me anunciaría que tendría un padre nuevo el cual era mi querido amante Julio.
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Autor: PARIS troyan_prince ( arroba ) hotmail.com