Hola a todos, me llamo Sonia y les voy a relatar una experiencia que me sucedió cuando tenía 24 años.
Fue a esa edad cuando me independicé y me fui a vivir por mi cuenta (con todo lo que ello significa), a través de una amiga común conocí a Laura, nos caímos bien, y cuando se enteró de que estaba buscando un piso para alquilar o compartir me ofreció compartir el suyo, ya que su actual compañera de piso se iba a mudar al cabo de poco más de un mes.
La convivencia con Laura era más que buena, aunque yo tenía cierta prudencia a la hora de traer chicos a casa, ya que se la veía un poco recatada en ese aspecto, así que procuraba no llevar nadie a casa si sabía que ella iba a estar para no violentarla.
Generalmente aprovechaba los sábados por la noche ya que ella salía hasta casi el amanecer, y si tenía suerte y ligaba pronto nos íbamos a mi casa, obviamente los chicos no ponían excesivos impedimentos a la hora de abreviar el «cortejo», Unos de esos sábados (hacía aproximadamente unos 6 meses que compartíamos piso), estaba en una discoteca con unas amigas y después de un par de copas me decidí a probar suerte, no soy ninguna belleza pero tampoco estoy mal, algo rellenita y con unos pechos generosos. Estuve observando a un par de chicos que intentaban ligar con todas las chicas que se les ponían a tiro sin conseguir su objetivo, dos chicos normalitos, en cuanto se acercaron a la barra a pedirse una consumición me fui para ellos, me puse a su lado, pedí un vodka con naranja y al cabo de unos segundos me giré hacia uno de ellos con cara de enfadada y le pregunte con un tono de voz amenazador: «¿Me has tocado el culo?» el chico abrió los ojos un poco asustado, enrojeció un poquito y entre balbuceos y movimientos de cabeza contesto «No, no, te lo juro», entonces le sonreí picaramente y le dije: «Pues si quieres me lo puedes tocar», como veis descaro no me faltaba, y disfruto intimidando a los hombres. El chico paso su mano por mi espalda y con timidez la puso sobre mi generoso culo, yo me acerque a su oído y le susurré «si quieres dile a tu amigo que también puede tocármelo», mientras iba a decírselo a su amigo con una sonrisa de oreja a oreja yo cogí mi copa y me fui a un rincón más apartado sin dejar de mirarlos y sin dejar de sonreír.
Enseguida se acercaron los dos y empezaron a acariciarme el trasero y los pechos mientras me besaban, yo les devolvía las caricias y las acompañaba de mordisquitos en sus labios, al cabo de unos minutos tenia sus manos por debajo de mi falda y dentro de mis bragas y sus dedos se metían por mi mojado coño y por mi culo mientras yo les acariciaba sus duras pollas por encima de los pantalones.
No tardé mucho en invitarles a mi casa, accedieron encantados y sorprendidos, salimos de la discoteca paramos un taxi y nos fuimos a mi casa, el taxista tuvo un espectáculo envidiable, los tres en el asiento de atrás yo en medio con las piernas abiertas y sus manos tocándome el coño y yo palpando sus pollas.
En cuanto llegamos a mi casa nos metimos en mi habitación y nos desnudamos, me puse a cuatro patas sobre la cama y los hice acercarse al borde de la cama, agarre sus pollas y empecé a lamerlas suavemente, deslizando la punta de la lengua por sus rabos, lamiendo los capullos y los huevos, después empecé a chuparlas por turnos un de ellos se soltó se puso detrás y me la metió hasta el fondo de mi mojado coño, el que estaba delante aprovechó para metermela hasta el fondo de la garganta mientras me agarraba la cabeza, mientras se la chupaba su compañero me follaba con fuerza haciéndome gemir de placer y en pocos minutos me llenó el coño con su leche, en cuanto terminó se retiro para dejarle paso a su amigo, mientras cambiaban de posición abrí el cajón de mi mesita y saqué un tubo de lubricante con el que prepare mi culito, con las manos separe mis nalgas y se lo ofrecí, el chico estaba encantado, era la primera vez que lo hacia por el culo me la metió despacito pero sin pararse, me encanta la sensación se sentirme con en culo lleno, empezó a moverse lentamente deslizando la polla por mi culo de pronto agarro mis nalgas y empezó a culearme con fuerza hasta que se corrió, su amigo me pidió permiso para follarme también el por el culo y naturalmente se lo di, así que me la metió otra vez, ahora por el culo mientras su amigo se acercaba para que le chupase la polla, en cuanto la tuvo dura les pedí que me follasen los dos a la vez, hice que se tumbara uno de ellos y me empalé con su polla, me tumbé hacia delante dejando mi culo libre para el otro que enseguida lo relleno con su polla y empezaron a follarme mis dos agujeritos haciéndome gritar de placer.
En cuanto se corrieron nos quedamos los tres exhaustos y estando todavía con las dos pollas en mi interior oí el ruido de la cisterna de baño, supuse que era Laura que había vuelto antes de lo previsto, el momento me invadió una sensación de vergüenza, me levante e hice que mis «amigos» se vistieran y se fueran, cosa que hicieron de inmediato y sin poner impedimentos.
Me quede unos minutos en mi habitación, me puse una camisa ancha y me levante para ir al baño a limpiarme. Al pasar por la habitación de Laura vi la puerta abierta y la luz encendida, pasé despacio procurando no hacer ruido, pero ella me vio y me hizo pasar a su habitación: «¿Que tal la noche?», me pregunto, «bien» le dije yo, «eso me había parecido», enrojecí de golpe, vi que tenía un libro abierto entre las manos y le pregunte: «¿Que estas leyendo?», ella contestó «pues si te soy sincera no lo sé, lo tengo para disimular, la verdad es que os estaba escuchando» y se rió, mientras hablaba notaba como el semen resbalaba por mis muslos, hice un ademán para salir de la habitación pero Laura me pidió que me acercará un momento, casi sin darme cuenta deslizó rápidamente un dedo por mis muslos, manchándolo de semen, y se lo llevó a la boca «mmmmm hacía tiempo que no la probaba, ¿tienes mas? y sin dejarme reaccionar se arrodillo delante mío y empezó a lamer mis muslos, subiendo cada vez más, me hizo sentar en la cama, abrió mis piernas y empezó a lamer mi coñito primero por fuera, los pelos, después los labios vaginales y finalmente metió la lengua en mi agujerito.
Yo no podía creerlo, mi compañera de piso me estaba limpiando el coño de las corridas de hacia un rato, su lengua se movía a gran velocidad recorriendo el interior de mi coño y haciendo que me volviese loca, de vez en cuando salía y golpeaba con fuerza y con certeza sobre mi inflamado clítoris haciendo que mi espalda se arqueara de placer, cuando termino de limpiarme el coño se dedicó al clítoris mientras me metía dos dedos en el coño haciéndome correr como una loca. Después me hizo tumbar boca abajo, separo mis nalgas y exclamo «mmmmmm y esta delicia de postre» y empezó a mover la lengua por mi culo abriéndose paso poco a poco hasta meterla entera, me estaba limpiando el culo mientras sus dedos jugaban en mi encharcado coño, notaba como la lengua lamía mi interior con una gran maestría y me corrí con un grito.
Laura se levanto y se fue dejándome agotada sobre su cama, oí como corría el agua en el baño, por lo que supuse que se estaba dando una ducha, al cabo de unos minutos volvió me cogió de la mano y me llevo hasta la bañera donde me esperaba un baño caliente, me hizo sentar dentro y ello se sentó detrás masajeándome dulcemente el cuello y los hombros, me giré para darle un beso que me devolvió lleno de ternura y pasión. Cuando salimos de la bañera me di cuenta de que llevaba el coño afeitado, al ver como lo miraba me pregunto «¿te gusta?» yo le conteste «mucho» y acerque mi mano para acariciarlo, nunca lo había hecho y me encantó notar como un coñito se moja con tus caricias es estupendo, dejar deslizar los dedos, meterlos, moverlos, eso es lo que hice mientras nos besábamos, la hice sentar en el inodoro y empecé a lamerle el coño como ella había hecho conmigo, Laura me acariciaba el pelo mientras gemía de placer y yo disfrutaba por primera vez del sabor de un coño hice que se corriera dos veces en mi boca antes de entrelazar nuestras lenguas en un largo beso.
Nos fuimos a su habitación donde nos acostamos desnudas y abrazadas, y ese fue nuestro primer encuentro hubo más y más intensos.
Un beso a todos