Amor, sabes te tengo que contar algo. Recuerdas que hace unos menos estuve en la capital por unos eventos. Bueno me acompaño Nicolas y arrendamos dos habitaciones en el mismo hotel. Bueno, fuimos al evento, luego nos fuimos almorzar al hotel y luego a descansar.
La primera cosa “extraña” fue que para el almuerzo, el mesero nos dijo, “estimados, romance o negocios”, típica pregunta de mesero. Bueno Nicolás se puso súper nervioso, no, negocios, ella es mi jefa respondió. Yo solo me reí. Nunca se me había pasado por la cabeza Nicolas, el es un joven de unos 24 años.
Bueno, nos fuimos cada uno a su habitación. A descansar luego de almuerzo. Yo aproveché de ducharme y me quede recostada solo en ropa interior. Luego de descansar unas dos horas, pensé que era bueno que bajáramos para quizás salir a dar una vuelta, me vestí con pantalones de Lino, negros, apitillados, pero sueltos de piernas y glúteos, bueno a mi me quedan apretadizos de glúteos. Una blusa y tacones. Segun mi marido me quedan maravillosos.
Salí de mi habitación y fui a la 240 que es la de Nicolas. La puerta estaba un poco abierta. Es un poco despistado, así que pensé que simplemente se le había quedado así.
“Nico, estás. Vamos a dar una vuelta.” No tuve respuesta, me acerqué al baño. Y wow!!!! Nico estaba de pie, con su celular sobre el lavamanos, mirando el trasero de una mujer, y masturbandose.
Yo no sabia que hacer, me dio vergüenza y quise dar la vuelta. En eso, cruzamos mirada por el espejo, ambos quedamos con una cara de asombro, Vergüenza y en blanco. Yo al menos no sabia que hacer. Solo atiné a decir, “disculpa,
Disculpa, nos juntamos abajo”. Y el dijo otras estupideces como “si, me estoy lavando las manos, espérame”.
Lo espere en la habitación, a los minutos salió Nico.
I: Nico discúlpame. No debí intrar así a tu pieza. Lo siento. No vi nada en todo caso.
N: isa, discúlpame tu. Que vergüenza. Bucha tú sabes, que así somos los hombres.
I: no tranquilo Nico. – le dije entre risas. Este sujeto, ¿quería hablar de su másturbación ? –
N: oye igual me da vergüenza. Pero luego pienso que es natural y bueno, lo puedo aceptar. Dice Nico riéndose.
Ya, definitivamente Nico estaba hablando de su acto, y hasta me sentí un poco infantil haciendo el quite a la conversación. Así que comente. “Si, es natural todos lo hemos hecho en algún momento. A si que tranquilo”
N: Enserio Isa, tú igual, te haz tocado. Pregunto con cara morbosa, y ya más caliente que tímido.
I: jajajaj oye Nico, pero por qué mejor no vamos a dar un paseo por la ciudad, así te calmas. No quiero ser pesada, pero igual encuentro no se, extraño estar hablando de esto.
Acto seguido me levante de la cama, y comense a salir de la habitación. Por el espejo, de reojo pude ver a Nico clavando su mirada en mis nalgas.
Pasamos un par de horas caminando, me acompaño a comprar algo de ropa. El conoce mejor la capital que yo. Durante todo el trayecto vi, que me estuvo mirando, incluso me trató de tomar algunas fotos, igual me tenía un poco incómoda, Nico no es el macho alfa con el que uno querría estar, pero quizás su inocencia es algo que atrae. Y quizás mi trasero, el hecho de ser su jefa, y tener 38 años, le causa algún tipo de morbo.
Llegamos al hotel como a las 21:00 hrs. Nico me llevo las bolsas hasta la habitación. Y sin pensarlo mucho, le pregunté “oye y en qué vas a pensar esta noche”. Termine de decir esas palabras y me di cuenta que la había cagado. Nico, se puso de varios colores, e incluso tartamudeó un poco, pero sacó fuerzas no se de donde y me respondió.
N: bueno habitualmente buscaría algo en internet. Pero hoy en particular, tengo varias imágenes que me gustaría recordar. Me dice sonriente.
I: Imágenes de quien? Y cómo que imágenes? No te entiendo. Pregunté, en tono claramente coquetón, buscando entrar más en el juego.
N: No quiero que lo veas como una falta de respeto, pero debo ser sincero, hoy te mire mucho a ti y estás súper guapa isa.
I: enserio.! Pero Nico, cómo se te ocurre. Jajaja ósea que vas a pensar en mi esta noche mientras te toques? No puede ser. Respondí, entre risas.
I: haber cuéntame más. – le digo mientras me recuesto al lado de él, boca abajo. –
Nicolas saca su teléfono, y en una acción que jamás me hubiera imaginado, me toma una foto, y me dice, mira, ahora mismo por ejemplo te vez súper rica. De boquita tendida sobre la cama, con esas inmensas nalgas listas.
La verdad no supe que decir. Solo le di una sonrisa. Ahora me había descolocado él a mi.
N: oye y si me dejas tomar algunas fotos?
I: con un compromiso.
N: yaaa. Lo que quieras.
I: mira, te dejo tomar 4 fotos. Pero mañana las borras frente a mi. ¿Ok.?
N: ya bakaaan.
Jsjaja sin pensarlo mucho, y así mismo como estaba, levante la cola, recostada de boca en la cama y mi cola bien paradita. Nico, se puso detrás mío y tomo las primeras fotos, luego de costado.
Uuuuuu que rica, tremendo. Le escuchaba susurrar. La verdad es que eso me ponía bien sexy, escucharlo así de sorprendido.
I: ¿que te parece así? Pregunte a Nicolas mientras me pongo de pie, piernas levemente abiertas y desabrocho mi jeans, para dejar ver mi pantaleta blanca, con calados semitransparentes, que permiten ver levemente mi bello.
Nicolas, no dijo nada solo se puso de frente mío y sacó su foto, luego se acercó y tomó una nueva foto.
N: isa, puedo acercarme un poco más. Me pregunto. Estando de rodillas frente a mi.
I: si nico, puedes aproximarte. Le dije, al tiempo que tomaba su cabeza y lo traía más cerca de mi entrepiernas.
Nicolas puso de nariz Justo donde termina el cierre del pantalón. Se sintió bien rica su respiración. Tomé su cabeza y le empuje mi pubis sobre su rostro, rápidamente comenzó a darme besos, y rosar su lengua contra mi jeans y pantaleta.
N: oooh que rico Isa. Que rico aroma.
Para ser sincera, era morboso que Nicolas me estuviera comiendo la entrepiernas. Serré mis ojos y comencé a sentirlo. Abrí un poco más mis piernas, quería sentir su lengua justo sobre mi vagina. Él no avanzaba, solo seguía besando y rodando su cara contra mi, abrí mis ojos y tomé la iniciativa bajando mis jeans hasta la rodilla.
Sorpresa. Nicolás no solo me estaba tratando de comer mi vagina, sino que se estaba jalando su verga, con los ojos cerrados, una mano sobre mis piernas y glúteos empujándome sobre su rostro y la otro masturbando su pene. Verlo así me calentó mucho y corrí mi calzón para que finalmente pudiera sentir mi piel, mis fluidos, no pasó ni un minuto y se escucha un jadeo desesperado. Ahhhh!!!!!
Mi joven compañero de viaje, se había corrido por completo. Un poco frustrada pero aliviada, me aleje unos pasos de él, Nicolas realmente había quedado desvanecido. Acomode mi calzón, subí mis pantalones y me fui a mi habitación.
Malanga como pues , eso no lo olvidará nunca Nicolás