Vuelvo a ser Lucentinum con otra aventura de las que me están pasando desde que estoy en los contactos de esta web.
Hola de nuevo colegas en Marqueze. Vuelvo a ser Lucentinum con otra aventura de las que me están pasando desde que estoy en los contactos de esta web. Como os contaba en mi anterior relato Layla es una mujer casada con la que contacté allí y con la que mantenemos una especial relación. En aquella ocasión, si recordais, yo la "visité en profundidad" en su centro de trabajo y ella me dejó caer que igual me devolvía la visita. Y ella cumplió, aunque sin ser premeditado.
Hace unos meses que me trasladaron al servicio de urgencias del hospital donde trabajo como enfermero. Era sábado por la noche, serian las 2 de la madrugada y el servicio estaba tranquilo. Yo estaba en el control charlando con mis colegas cuando un celador trajo desde la calle a un señor sentado en una silla de ruedas. Por su gesto le debía doler mucho el vientre. Era un paciente más. Tras tomarle los datos, lo acostaron en una sala. Cuando unos minutos más tarde fui a tomarle las constantes me llevé una gran sorpresa, bueno la verdad es que fue mutua. Junto a la cama del paciente estaba Layla. Nuestras caras eran un poema, por suerte su marido, el paciente, con el dolor que tenía no nos prestó ninguna atención. Haciendo el mayor de los esfuerzos por no mirarla más de lo normal realicé mi trabajo y salí de la habitación mientras escuchaba a Layla decirle a su marido "Cari, salgo un momento a llamar a mi madre para ver como están los niños" y seguirme. Una vez en eLayla-.- "¿……. que haces aquí?" Lucen.- "Layla, yo trabajo aquí, tranquila que no pasa nada" Layla.- "Perdona, estoy nerviosa por el dolor de Él y te encuentro aquí…." Lucen.-"Ya imagino, hora le tendré que extraer sangre y hacerle algunas pruebas más, se lo voy a hacer todo yo, tranquila" Layla.-"Vale, la verdad es que estando tú por lo menos sabré algo más que lo que el médico me diga e imagino que podrás hacer que esto vaya más deprisa" Lucen.- "Bueno, sobre la velocidad poco puedo hacer, pero lo intentaré"
Fui al control, recogí la jeringa y demás instrumentos y volví a la sala. Layla estaba allí, mientras le sacaba sangre a su marido no podía evitar mirarla, llevaba una blusa rosa, fina con un amplio escote que insinuaba sus grandes pechos, además de una falda ajustada negra así como unas medias de igual color. Mi imaginación voló mientras le hacía un electrocardiograma a su marido y no pude evitar una erección que sin pensarlo muy bien me hizo recolocarme la polla dentro del slip como los hombres solemos hacer en esos casos. Layla se percató. Su mirada iba de la cara de su marido a la mia y a mi entrepierna. No lo pudo evitar, es una reacción fisiológica, sus pezones se erectaron marcándose bajo su camisa. El ambiente era demasiado. Recogí mis chismes y salí de la sala. "La noche me confunde.." decía Dinio, pues esa era mi sensación.
Desde que se extrae una analítica hasta que se reciben los resultados pasa un rato, y hasta que el médico dice algo, bueno, el que haya visitado urgencias lo sabrá. La cuestión es que al marido de Layla le pasó el dolor quedándose dormido y ella salió de la sala. Desde la puerta me buscó con la mirada y me encontró. Nuestras miradas se decian más de dos cosas. Me acerqué a ella: Lucen.- "¿Quería algo? Layla.- "Se ha dormido."- y bajando mucho la voz, casi en un susurro- "Antes, ¿te has puesto… solo con verme?." Lucen.- "Lo siento se me ha ido la imaginación. Aunque, ¿a tí también se te han puesto" Layla.- "Si… se me estaba ocurriendo devolverte la visita que me hiciste a mi trabajo. ¿Sería posible?"
Glup. Casi me ahogo de la emoción. ¡Quería hacerlo allí!.
Lucen.-"Bueno, me encantaría, a ver, deja que lo piense, voy a hablar con el médico que lleva a tu marido para ver que le queda y ahora vengo a decirte algo." Layla.- "Vale"
Tras hablar con el médico y ver que le faltaba un buen rato y que además parecía ser una gastroenteritis sin importancia. A continuación les dije a mis compañeros que iba a hacer una visita a otro compañero en otra plana y que bajaba en un rato. Fui
a ver a Layla. Su marido seguía sopa y ella nada más verme salió a la puerta. Tras comunicarle lo de su marido Lucen.- "…pues eso, es poca cosa. ¿Te sigue apeteciendo?"- le dije acariciándome disimuladamente mi polla erecta.
Layla.- "Si" Lucen.- "Sigueme como si supieras a donde vas"
Comencé a caminar y Layla a seguirme como a unos cinco metros. Por la noche la puerta principal y el hall del hospital está cerrado, tan solo se puede entrar por urgencias y en aquella zona no hay nada ni nadie. Allí también hay unos aseos poco utilizados puestán algo escondidos y tan solo los utilizamos los que trabajamos en el Hospital. Hacia allí me dirigía. Una vez que salimos del área de urgencias Layla se pueso a mi lado. Nuestros corazones iban a mil. Mi polla hacía rato que que babeaba.
Lucen.- "Estoy a mil" Layla.- "yo también, estoy super mojada. ¿A donde vamos?" Lucen.- "Ahora verás"
Al girar una esquina no pude más, la acorralé contra la pared y la besé mientras mis manos se perdian bajo su falda agarrando su culo. Mi polla comprimía su coño bajo la falda. Sus manos pasaron de mi culo y cabeza a mi polla masajeándola sobre el pijama, subiendo bajo la camisa del mismo a pellizcarme los pezones. El ruido de una lejana puerta nos separó inmediatamente.
Lucen.- "Vamos"
El hall del hospital estaba solo y oscuro. Tan solo las luces de la calle que se filtraban por las puertas del mismo facilitaban el camino. Llegamos a los aseos. Por costumbre entré en el de hombre y ella sin pensarlo me siguió. Tras comprobar innecesariamente que no había nadie nos metimos en uno de los retretes dejando la puerta del aseo cerrada y la del retrete abierta. Layla me atrajo hacia ella mientras se subía la falda, pero en vez de querer un morreo lo que hizo fue empujarme hacia su coño obligándome a arrodillarme mientras ponia su pie derecho sobre la taza. Era cierto, su tanga negra estaba chorreando y no dudé en lamerla antes de apartarla para llegar hasta su tesoro. !Que rico¡. Mi lengua quería ser una batidora pero.. no podía, me conformaba con lamer una y otra vez intentado meterla de vez en cuando en su raja. Sus gemidos, en un principio callados empezaron a subir en agudez y volumen. Levanté la cabeza para verla. Se había abierto la camisa, los pechos los Layla.- "Ahh, ahh, sigue, sigue, que me corro".
Sus deseos eran y son órdenes para mí. Seguí lamiendo mientras uno de mis dedos se abría paso en su ano tras recoger sus fluidos para lubricar el camino. Cuando traspasé su esfinter sus gemidos amortiguados por su mano que mordia me informaron de la gran corrida.
Layla.- "Aaaaaaaaaggggggggggggghhhhhhhhhhhh" Casi se cae, de no haber estado en un retrete y poder sujetarse en las paredes y en la puerta lo hace. Layla.- "Me ha encantado, ahora te toca a tí, levanta, deja que me siente" Lucen.- "Cómo me pones" Tras sentarse en la taza me atrajo hacia ella. Estaba para una foto. Con la falda en la cintura, el tanga ladeado y chorreando, su coño a la vista, sus pechos por encima de las copas y la camisa apartada a los lados, sus mejillas rojas y sus labios entreabiertos. Me atrajo hacia si, me bajó el pantalón del pijama y empezó a morder mi polla sobre el slip donde se marcaban claramente las manchas del líquido preseminal. Me sujeté a las paredes, imaginaba lo que venía. Estaba en el hospital, en un aseo, de noche, en mi horario laboral.. !y me iban a hacer una mamada!. Layla bajó el slip y su boca sin ayuda engulló mi polla.
Lucen.- "Ahhhhhh, que rico" Sus manos pasaban de mi culo a mis huevos. Se sacó la polla de la boca y se metió los huevos. Sabe que me vuelve loco. Casi me caigo, perdí el equilibrio del gusto. Mientras me masturbaba. Lucen.- "Layla, para, para que me corro y quiero hacerlo dentro de tí para que et lleves un regalo de esta noche, ahhhh, para" Layla.- "Venga, vale. Sientate tu"
Tras bajarme del todo el pantalón y sentarme ella lo hizo sobre mi polla mirándome a la cara.
Lucen.- "Ahhhhhh, que mojada estas, que gusto"
Mi boca se lanzó a por sus tetas, sus pezones.
Layla.- "Ay, no seas tan bestia que me haces daño, ahhgggg"
Ella subía y bajaba con mi polla como eje. Sus pechos me abrazaban. Mi polla estaba bañada por sus jugos. Era genial pero ella me puede, me iba a correr.
Lucen.- "Layla, me voy, ahhhhhhgggggggg, a correr, aaa
aahhhhhhhggggggg"
Layla.- "Siiiiii, vengaaaaaaaaahhhhhhgggggg"
Un relampago cruzó mi columna desde el coxis hasta el cuello. Mi semen salió al encuentro de su suello uterino, nuestras bocas se fundieron en un morreo que casi nos deja sin aire hasta quedar rendidos. Tras unos segundos de relajación tomamos conciencia del lugar, la hora y de que el marido de Layla estaba en urgencias y yo debería de estar currando. Nos arreglamos como pudimos, a Layla el semen le escurría por el muslo y el tanga parecía una balleta de cocina de lo mojado que estaba.
Salimos del aseo y a paso rápido nos dirigimos a urgencias. Cercame adelanté y comprobé como iba lo de su marido. El médico estaba a punto de ir a darle el alta, me dijo que le quitara la vía. Me dirigí a la sala para ello. Layla estaba junto a su marido que seguía sobando ahora con ronquidos sonoros, !no se había enterado de la ausencia de su mujer¡. Le desperté y tras informarles de que se iban en cuanto el médico les diera el informe le quité la vía y me despedí con un "Buenas noches" y mirando a Layla "que descansen". A los pocos minutos se marcharon y según salian hacia la puerta Layla giró la cabeza hacia atrás para despedirse con un beso al aire.
Fue una noche genial. No creo que se repita, pero… quien sabe.
Un saludo
Autor: Lucentinum
Lucentinum ( arroba ) yahoo.es